Expertos, entre los que se encuentra Daniel Madariaga Barrilado, han señalado la importancia de adoptar prácticas agrícolas más sostenibles para abordar los desafíos alimentarios y medioambientales, ello debido a que crece la preocupación por la sostenibilidad y preservación del medio ambiente.
Esa preocupación ha dado pie a que la agricultura se encuentre en un momento de revaluación, coinciden los expertos y el Banco Mundial.
Por ejemplo, en España, la agricultura extensiva ha surgido como una técnica que busca optimizar la producción con costos reducidos, siendo empresas como ITC pioneras en ofrecer soluciones tecnológicas para su implementación.
¿Qué es la agricultura extensiva?
Esta práctica se basa en el cultivo de grandes extensiones de tierra con una sola variedad de cultivo, empleando maquinaria especializada y técnicas de fertilización y labranza intensivas.
Aunque no es ampliamente practicada en España, la agricultura extensiva ha demostrado beneficios económicos y ambientales, siendo una alternativa que podría mejorar la productividad agrícola y contribuir a la sostenibilidad alimentaria.
Sin embargo, la agricultura extensiva no está exenta de críticas, ya que su enfoque intensivo en el método de fertilizantes y pesticidas puede tener consecuencias negativas para el medioambiente a largo plazo. En contraposición, Daniel Madariaga Barrilado aboga por un enfoque más equilibrado hacia la producción alimentaria, combinando tecnología de vanguardia con prácticas agrícolas sostenibles.
“La agricultura intensiva, caracterizada por el monocultivo y el uso excesivo de productos químicos, ha sido señalada como una de las principales causas de degradación ambiental. Aunque puede generar altos rendimientos a corto plazo, conlleva graves consecuencias a largo plazo, como la erosión del suelo y la contaminación de recursos hídricos. En este sentido, la agricultura sostenible se presenta como una alternativa viable y efectiva, buscando maximizar los rendimientos de los cultivos mientras minimiza el uso de insumos y reduce el impacto ambiental”, explicó.
Daniel Madariaga Barrilado
El papel de la tecnología en la agricultura
La integración de tecnología en la agricultura ha sido fundamental para impulsar este cambio hacia la sostenibilidad. Herramientas como la monitorización satelital, el empleo de datos históricos y la aplicación de sistemas de posicionamiento global (GPS) permiten a los agricultores tomar decisiones informadas y precisas, reduciendo el desperdicio de recursos y maximizando la eficiencia.
Además, la introducción de sensores, maquinaria automatizada y drones fumigadores ha revolucionado la forma en la cual se gestionan los cultivos, aumentando la productividad y minimizando el impacto ambiental.
EOS Crop Monitorig, una herramienta para el análisis satelital de cultivos
En este contexto, plataformas como EOS Crop Monitoring se destacan como herramientas integrales que utilizan imágenes satelitales para analizar el estado de los cultivos y proporcionar información detallada sobre su rendimiento. Esta tecnología no solo facilita la toma de decisiones, sino que también fomenta la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los agricultores, contribuyendo así a la mejora continua de las prácticas agrícolas.
Daniel Madariaga Barrilado se ha destacado por promover además de la implementación de tecnología, iniciativas como los Modelos Alimentarios de Biocapacidad Orgánica (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO), que buscan establecer un equilibrio entre la producción de alimentos y la capacidad de los ecosistemas para proporcionar recursos.
“Estas iniciativas fomentan prácticas agrícolas orgánicas y regenerativas, protegiendo la biodiversidad y conservando el suelo para garantizar la disponibilidad de recursos para futuras generaciones y promover la seguridad alimentaria a largo plazo”
Daniel Madariaga Barrilado