México.- A finales del mes de septiembre pasado, la empresa minorista de moda Forever 21 se declaró en bancarrota debido a problemas de liquidez. Entonces se advirtió del cierre de varias sucursales, una de ellas es la emblemática de la marca en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La sucursal que ocupó el edificio High Life desde mediados de 2014 -ubicado en la esquina de las calles Francisco I. Madero y Gante en el Centro Histórico de la Ciudad de México-, cerró sus puertas en fechas recientes como parte del plan de reestructura de deuda que ha emprendido la firma californiana.
En sus aparadores se puede observar un mensaje que señala que "las despedidas nunca son fáciles..." y advierte del cierre de la tienda que ocupada la totalidad del inmueble construido en 1922 por el arquitecto Silvio Contri y representante del modernismo mexicano.
Permanecerán abiertas otras sucursales de Forever 21 pero cerrará más
En el local que era ocupado por la concurrida sucursal, se dejó un comunicado en el que se refiere que si bien el cierre estaba confirmado, otras tiendas en la capital del país como las localizadas en Vía Vallejo, Parque Tezontle, Oasis Coyoacán, Torre Manacar y Paseo Acoxpa continuan dando servicio.
De acuerdo con una nota de Alejandra Rodríguez para el diario El Financiero, fuentes de la empresa aseguraron que a pesar del término de actividades de una de sus tiendas, la marca cuenta con plena salud en México, lo que incluso, le permitirá abrir otra sucursales a futuro.
Cabe destacar que la empresa cuenta con alrededor de 800 tiendas en todo el mundo y debido a su crisis financiera, se preveía el cierre masivo de alrededor de 350, de estas 178 están en Estados Unidos, y las otras se encuentran en Asia y Europa.
Versiones de analistas refieren que los problemas de liquidez de la compañía, obedecen a que contrario a otras empresas del ramo, Forever 21 no encontró el método adecuado para adaptar su modelo de ventas a la comercialización en línea.
Previo a su declaración de bancarrota, la firma informó que mantenía conversaciones con la intención de poder obtener un financiamiento adicional, sin embargo las negaciones se estacaron, por lo que se ingresaron al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.