México.- Moody’s advierte que si el coronavirus se vuelve una pandemia provocaría una recesión global.

De acuerdo con la calificadora, la evolución del virus que se detectó por primera vez a finales de diciembre en una ciudad de China, es crucial en el impacto económico porque afectaría el Producto Interno Bruto (PIB) del mundo durante 2020 en 2.4 por ciento.

La proyección de Moody’s es que la economía de China se contraería durante el primer trimestre del año en curso y el crecimiento del país se reduciría de 6.4 a 5.4 por ciento.

En cuando a la economía estadounidense, su crecimiento sería sólo de 1.3 por ciento para el periodo de enero a marzo de 2020 si el coronavirus evoluciona a pandemia, lo que representa una disminución de 0.6 por ciento, mientras que el crecimiento global alcanzaría el 1.7 por ciento.

El análisis de la calificadora indica que los viajes de negocios y el turismo en China prácticamente están detenidos porque las aerolíneas no quieren viajar al país, mientras las líneas de cruceros cancelas sus itinerarios en Asia y el Pacífico.

Pandemia por coronavirus afecta sobre todo economía de China

El efecto afecta a su vez la economía de Estados Unidos, pues al menos 3 millones de turistas chinos visitan el país por año y son quienes más gastan respecto a cualquier otro extranjero.

Adicionalmente, la propagación del coronavirus a Italia, afecta los viajes al continentes europeo, recupera Milenio.

Al panorama global de recesión también se suma el cierre de las fábricas chinas, dado que buena parte de la cadena de suministro de manufactura se ubica en el país asiático como Apple, Nike o General Motors, por lo que se prevé que exista escasez de algunos bienes durante la primavera y el incremento de los precios para los consumidores de Walmart o Amazon.

La compra del petróleo, cobre, soya y la carne de cerdo también se verá afectada porque China es el principal consumidor, lo que representa una ventaja para el mercado estadounidense por la caída de los precios, pero un problema para las industrias de la energía, la minería o la agricultura sobre todo en América Latina o África.

Por otra parte, los mercados, frente al temor de las consecuencias si se movilizan con rapidez o sus trabajadores se enferman, provocarían aún más demora sus operaciones.