El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió hoy a España ‘una política económica proporcionalmente ambiciosa’ a los desafíos que afronta, entre ellos la necesidad de un ‘urgente crecimiento intensivo en empleo y mayores ganancias en competitividad’.
El Fondo reconoce, en el informe de revisión anual del llamado Artículo IV, el impacto positivo de las reformas iniciadas por el Gobierno español, pero recuerda que ‘la confianza de los mercados sigue débil y las perspectivas son muy difíciles’, para lo que recomienda ‘una visión clara a medio plazo’.
Además subraya que la desviación fiscal en el déficit de 2011 ‘socavó la credibilidad de España para alcanzar la consolidación fiscal y aumentó el ajuste fiscal necesario para 2012’, y asegura que el objetivo de déficit para este año (del 5,3 % del PIB) es ‘probablemente muy ambicioso’.
El FMI pide a España ‘una estrategia integral a medio plazo’ para hacer frente a ‘una recesión con recaída sin precedentes, con un desempleo a niveles ya inaceptables, la deuda pública creciendo rápidamente y segmentos del sector financiero con necesidades de financiación’.
En el ámbito fiscal, el Fondo solicita ‘cambios estructurales profundos en las regiones’, aunque recuerda que dadas las débiles perspectivas de crecimiento de la economía, ‘de no materializarse por completo el ajuste esperado, la corrección no debería concentrarse en un plazo de tiempo reducido’.
En lo referente al rescate bancario comprometido por el Eurogrupo, el FMI indica que, incluso si el coste llegara a alcanzar la totalidad de los cien mil millones de euros prometidos, ‘seguiría siendo manejable desde el punto de vista de la sostenibilidad de la deuda, siempre que se lleve a cabo el ajuste fiscal previsto’.
En cuanto a Bankia, el cuarto banco del país, el FMI recomienda a la dirección de la entidad ‘presentar rápidamente su estrategia y calendario de reestructuración detallado’.
En su evaluación cualitativa de la economía española, el FMI pide un refuerzo en la capacidad del Estado para gestionar sus participaciones en entidades nacionalizadas, de modo que ‘eventualmente pueda deshacerse de tales participaciones, e idealmente obtener un beneficio de las mismas’.
El FMI avisa de que la mayor parte de la consolidación fiscal para el período 2013-15 esta basada en reducción de gastos, ‘muchos de los cuales están por especificar’, al mismo tiempo alerta de la necesidad de medidas para estabilizar la deuda pública.
‘Dada la falta de medidas detalladas después de 2012, nuestro equipo prevé que el déficit sobrepase significativamente los objetivos’ y que sólo se reduzca gradualmente en el medio plazo, indica el informe.
El FMI recuerda que a este desafío se suman ahora ‘la deuda de la recapitalización bancaria y la financiación de los pagos regionales atrasados’.