México.- El Grupo Porcícola Mexicano, Kekén, que encabeza Fernando Senderos, informó que la empresa tuvo un crecimiento de alrededor del 25 por ciento este año con respecto al 2018.
Esto mantiene al grupo como el primer exportador de carne de cerdo en México y para 2020 proyecta nuevas inversiones en el estado de Yucatán.
Estas inversiones generarán unos 700 empleos que vendrán a sumarse a las cerca de 8 mil plazas laborales las que ya cuenta actualmente.
En Kekén se sigue trabajando para mantenerse como el primer exportador de carne de cerdo en el país.
Lo anterior reconociendo el conflicto entre Estados Unidos y China, así como el brote la fiebre porcina en el país asiático, que ha influido en el mercado de carne de puerco, situación a la que México no es ajeno.
Kekén, es una empresa que pertenece a Grupo KUO, y se mantiene con una fuerte presencia en el mercado asiático particularmente en Japón, y Corea y con grandes oportunidades en el mercado chino, además de Hong Kong, Singapur, Estados Unidos, Canadá y Chile.
El grupo porcícola actualmente exporta cerca de 67 mil toneladas de carne de cerdo a estos mercados, lo que genera también un importante movimiento económico en el puerto de Progreso, en el estado de Yucatán.
Kekén es una empresa mexicana líder en exportación de carne de puerco con fuerte presencia en lo que es la comercialización directa al cliente, ya que cuenta con 530 puntos de venta a través de sus tiendas Maxicarne ubicadas en diferentes estados del país.
Cabe destacar que de estas tiendas,140 están operando en el estado de Yucatán, y en los que se vende carne inocua de la misma calidad que la que se exporta a mercados tan exigentes como los de Asia.
La empresa destaca que en el mercado mexicano hay una ventana de oportunidad pues el 40 por ciento de la carne de cerdo que se consume en el país, se importa de los Estados Unidos.
Es por esa razón y otras más, que viendo al 2020, Kekén se declara lista.
Entre los proyectos se encuentran nuevas granjas de engorda que se distribuirían en la geografía estatal, lo que implicará más inversiones en las plantas de procesamiento y de alimento con las que ya se cuenta.
De hecho se prevé la edificación de ocho nuevas granjas dirigidas al sector social, en las que los propietarios serán gente de las mismas comunidades, para las cuales ya se gestionan los permisos.