La crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus ha obligado a decenas de empresas latinoamericanas a recurrir a la Ley de Bancarrota de Estados Unidos. Recientemente, Aeroméxico anunció que comenzó un proceso de reestructura financiera apoyado en el Capítulo 11.

Durante las últimas semanas, diversas compañías han solicitado el apoyo de la Oficina Administrativa de los Tribunales de EU para acogerse en el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota, con el objetivo de mantener vivas sus operaciones y pagar a los acreedores.

Cuando una empresa recurre al Capítulo 11 significa que entrará en un proceso de reestructuración financiera. Su objetivo es distinto al Capítulo 7, el cual se enfoca exclusivamente en términos de bancarrota, cuando la compañía debe cerrar sus operaciones de manera definitiva.

Después de LATAM y Avianca, Aeroméxico se convirtió en la tercera aerolínea importante de América Latina en recurrir a la Ley de Bancarrota. Las acciones de la compañía mexicana registraron su precio mínimo histórico con caídas por encima del 90% de tráfico de pasajeros.

La intención de las empresas es fortalecer su situación financiera para seguir prestando sus servicios. El proceso de reestructuración apoyado en el Capítulo 11 es supervisado por los Tribunales de Estados Unidos mientras continúan las operaciones.