El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) repitió, en su conferencia del 25 de abril, que en México no se entregan concesiones que “destruyan el medio ambiente” y mencionó al fracking, pero ¿qué es y cuáles son las consecuencias de esta técnica?
En entrevista para SDPnoticias, Ramses Pech, analista de la industria energética, explicó en qué consiste el fracking, la confusión que existe alrededor de su implementación y las consecuencias en distintos sectores como los son el económico y el social.
Primero, ¿qué es el fracking?
La fractura hidráulica sencilla es una técnica para extraer hidrocarburos, como gas natural y crudo (petróleo), del subsuelo, a unos 2 mil 500 metros de profundidad.
Esta técnica se usa en México desde hace más de 40 años, principalmente en la Cuenca de Burgos, al norte del país. Pero esto no es lo que hoy en día se conoce como fracking.
Resulta que la fractura hidráulica sencilla evolucionó a la fractura hidráulica múltiple, o fracking, que también consiste en la perforación de un pozo vertical pero que al bajar al subsuelo, se convierte en un pozo horizontal para aprovechar más fracturas y recuperar mayor cantidad de gas natural o condensado (crudo ligero).
Es decir, en la fractura hidráulica sencilla se perfora un pozo y solo hay posibilidad de recuperar los hidrocarburos de una sola fractura; mientras que en el fracking, las fracturas son más pero con un solo pozo.
Aquí un diagrama con las diferencias entre fractura hidráulica sencilla y el fracking:
¿Por qué es necesario el fracking?
En México, las fracturas hidráulicas que se siguen utilizando, en su mayoría, son sencillas. Y aunque sí hay pozos horizontales utilizados para el fracking, éstos son los menos a pesar de su necesidad por la “baja permeabilidad” de la zona.
¿Qué es la baja permeabilidad? De acuerdo con Ramses Pech, la baja permeabilidad es un término que se utiliza para referirse a las rocas que tienen sus poros cerrados y no permiten que salga el flujo del gas o petróleo de forma natural.
Entonces, lo que se tiene que hacer es romper las rocas para expandir esos poros. Aquí es donde surge la necesidad de la fractura hidráulica, pues al realizar las fracturas, se dispara a las rocas agua, arena porosa y otros químicos que permiten extraer los hidrocarburos.
Toda la zona norte del país es de formación con baja permeabilidad, por lo que la fractura hidráulica para obtener gas natural o crudo, es necesaria.
“En México se han hecho formaciones de una sola fase, se hace una perforación y ahí mismo la fractura, y se sigue haciendo así”.
Ramses Pech, analista de la industria energética
En México, el fracking es mínimo
A pesar de que analistas como Ramses Pech consideran que son más los beneficios del fracking que la fractura hidráulica sencilla, en México sigue sin implementarse esta técnica.
Según Pech, esto ocurre por desconocimiento de lo qué es el fracking y sus diferencias con la fractura hidráulica sencilla, además de no considerar las consecuencias positivas tanto sociales como económicas.
En la Cuenca de Burgos, ubicada en el noreste del país entre los estados de Tamaulipas y Nuevo León, no hay más de 20 pozos y la utilización del fracking sigue en la fase de exploración, no en la explotación y menos de desarrollo.
Ramses Pech mencionó que en Estados Unidos hay más de 900 mil pozos, mientras que en México no existen más de 8 mil y con diferentes formaciones (sencilla o múltiple).
Sobre el desarrollo del fracking en el país, el especialista dijo que a partir de 2010, las autoridades mexicanas decidieron que no era un negocio el gas natural, por lo que automáticamente se dejó de perforar pozos y la exploración de perforaciones para recuperar crudo.
Y es que en Estados Unidos, la implementación del fracking les ha permitido recuperar crudo ligero (como gasolina), lo que ha bajado sus costos en cuanto a producción y ha mantenido el precio de su barril.
“En México dejamos de hacer esto y consideramos que el gas natural no era un negocio. A principios de los 2000, éramos vanguardia en cuanto a reducir los tiempos de perforación de pozos pero ya ahorita se necesita hacer grandes inversiones para recuperarnos”.
Ramses Pech, analista de la industria energética
Fractura hidráulica sencilla contamina más que el fracking
Ramses Pech explicó la situación que genera polémica respecto al fracking: el daño al medio ambiente, sobre todo al agua.
“Hay un gran desconocimiento”, mencionó sobre este debate y primero señaló que cuando se perfora un pozo, la tubería debe estar herméticamente sellada para que sea cual sea la presión, no haya riesgo de fuga y no se contamine el manto freático, es decir, las aguas subterráneas.
“Todos los pozos deben estar herméticamente bien sellados pues de lo contrario no se pueden poner a producir. Con esto, lo que se utiliza para el fracking no está en contacto en ningún momento con el manto freático y no se contamina”.
Ramses Pech, analista de la industria energética
Otra situación que explicó es que las fracturas múltiples que se realizan con esta técnica suceden a 2 mil 500 metros de profundidad y las aguas subterráneas están a mil 500, por lo que se necesitaría de muchísima presión para alcanzar a impactar la zona, “es casi imposible”.
Una tercera situación relacionada con el fracking y el medio ambiente es el agua que se utiliza; vale la pena recordar que para hacer las fracturas en el subsuelo se necesita disparar a presión agua, arena y otros productos químicos.
Parte de la mezcla de esos elementos regresa a la superficie y es una sustancia que debe ser tratada para recuperarla como agua: “se recicla y se vuelve a utilizar en fracturas hidráulicas entre 5 a 10 veces”.
“No se utiliza agua fresca y se bota, no. En el fracking se reutiliza el agua hasta en un 70%”.
Ramses Pech, analista de la industria energética
Desarrollo económico y social con el fracking: Ramses Pech
De acuerdo con el analista Ramses Pech, sí México avanza hacia el fracking, podría incrementar su producción de gas natural entre 2 mil y 4 mil millones de pies cúbicos y producir crudo ligero desde un millón hasta 2 millones de barriles.
Aunque para llegar a estas cantidades se tardaría alrededor de una década.
Otro beneficio destacado por Pech es el desarrollo económico de la zona donde están los pozos de fracking, pues aumentaría el trabajo y el poder adquisitivo de los habitantes.
En zonas de Estados Unidos donde el fracking ha sido impulsado, los ingresos van de los 80 a los 120 millones de dólares al año, más de mil millones de pesos mexicanos.
Ramses Pech señaló que todo, en cuanto al uso del agua para el fracking, está debidamente regulado pues en la fractura hidráulica lo importante es el manejo de este recurso.
En cuanto a otras situaciones que repercuten al medio ambiente, los pozos que antes usaban diesel para producir, ahora utilizan el mismo gas natural, con lo que la contaminación se redujo.
Y los motores disminuyeron el ruido con la utilización de turbinas.
“En todo esto ya hay mucha tecnología pero en México no se ha sabido definir qué es una fractura hidráulica sencilla y una fractura múltiple, y hay una gran diferencia”.
Ramses Pech, analista de la industria energética