De la noche a la mañana, Hui Ka Yan y Evergrande pasaron de ser el máximo ejemplo del florecimiento chino, a la vergüenza de la economía mundial.
Tras varios años de bonanza bajo la administración de Hui Ka Yan, en este 2021 se destapó la crisis de Evergrande con una deuda de 300 mil mdd (6 billones de pesos).
El escándalo ha llegado al grado que sus compatriotas en China ya lo llaman “El Rey de la Deuda”, “El Hombre que engaña a la gente” y “una decepción”.
Además Hui Ka Yan y Evergrande se han puesto de ejemplo de todo lo que está mal en el crecimiento acelerado de China en el Siglo XXI.
Provocando que el barco de la segunda economía mundial comience a hacer agua por algunos lados, viéndose como una posible ilusión y no una realidad.
Pero ¿Quién es Hui Ka Yan? La persona que en 20 años se convirtió en una de las más ricas de China y ahora tiene una de las deudas más grandes.
Hui Ka Yan, el hombre que empezó de abajo
La historia de Hui Ka Yan y Evergrande podría ser digna de una historia de película, de esas que tanto le gustan a las compañías hollywoodenses.
Hui Ka Yan nació en 1958 en la provincia rural de Jutaigang, su padre era veterano de la guerra contra Japón y su madre murió pocos meses después de su nacimiento.
Siendo criado por su abuela, Hui Ka Yan vivió en la extrema pobreza durante toda su juventud, teniendo una serie de trabajos de medio tiempo, como manejar un tractor.
Sin embargo, esos trabajos le permitieron pagar su educación hasta ser admitido en 1970 en la en el Instituto del Hierro y Acero de Wuhan (ahora Universidad de Ciencia y Tecnología).
Para ese entonces Hui Ka Yan trabajaba en una fábrica de cemento. Después de graduarse comenzó a trabajar en la Compañía de Hierro y Acero Wuyang.
Hui Ka Yan no se conformaría con esa nueva vida, deseaba algo más; en sus propias palabras, su objetivo de toda la vida era poder comprar “un tazón dorado”.
Ese sueño comenzó a tomar forma en 1997, cuando fundó Evergrande.
Hui Ka Yan y el ascenso de Evergrande
Como todos los negocios, Hui Ka Yan y Evergrande empezaron con pequeños proyectos locales; haciéndose de un nombre en la industria inmobiliaria poco a poco.
Durante más de 10 años, Hui Ka Yan realizó una serie de inversiones inmobiliarias con Evergrande, que impulsaron a la compañía en 2009 a una oferta inicial de 722 mdd (14 mil mdp).
Con el ascenso de la economía china, Hui Ka Yan y Evergrande hicieron buenas migas con las autoridades, quienes les concedieron varios proyectos importantes.
Durante la segunda década del Siglo XXI, Evergrande estuvo a cargo casi de la mitad de las iniciativas inmobiliarias en China, completando más de mil construcciones en más de 200 ciudades.
En 2018 Evergrande era considerada la empresa estatal más rentable del mundo, con Hui Ka Yan como dueño del 70% de las acciones.
Hui Ka Yan contaba con una fortuna valuada en 11 mil millones de dólares (220 mil mdp); en 2020 era considerado el tercer hombre más rico del mundo por Forbes.
La caída de Evergrande
Sin embargo, en menos de un año todo se derrumbó para Hui Ka Yan y Evergrande, al descubrirse la mala administración que ha llevado a una deuda impagable.
Para costear todos sus proyectos, Hui Ka Yan pidió una enorme cantidad de prestamos a diversos bancos, incluido el Banco Popular.
No sólo eso, todo indica que no hizo los estudios adecuados y emprendía nuevas iniciativas inmobiliarias de manera indiscriminada.
Esto llevó a que una gran parte de las construcciones se quedaran como elefantes blancos, pues no había quien estuviera interesada en ellas.
Lo cual provocó que Hui Ka Yan no tuviera ingreso de capital para solventar la serie de prestamos solicitados para todos los inmuebles construidos.
A lo cual hay que sumar otros proyectos de Hui Ka Yan que significaban una fuga de efectivo, como un equipo de futbol, parques temáticos y un complejo turístico.
Esto tiene como consecuencia que Evergrande y Hui Ka Yan enfrenten la mayor crisis de su historia, que de no intervenir el gobierno chino, podría llevar a su desaparición.
Además que afectaría seriamente la economía inmobiliaria mundial, de los materiales y la minera; sin contar que podría arrastrar a las mismas finanzas de China.