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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo presento en la conferencia mañanera del pasado 31 de octubre el Nuevo Modelo de Contratación Consolidada de Medicamentos e Insumos Médicos que tiene el objetivo de “garantizar la disponibilidad de medicamentos para todas y todos los mexicanos que reciben atención en el sector público bajo las mejores condiciones calidad, eficiencia y precio”.
El segundo piso de la Cuarta Transformación (4T) está tratando de tener un esquema similar al que se tenia en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero con una mejor relación con las farmacéuticas nacionales y sin contratos con organismos internacionales para la compra de fármacos e insumos para la atención a la salud.
La compra de medicinas para el sistema de salud del sector público no ha sido eficiente a pesar de los esfuerzos que se hicieron en el gobierno anterior, por lo cual la actual administración está preparando un esquema para la compra de estos insumos que sea más eficiente y que los pacientes de clínicas y hospitales públicos cuenten con una mejor atención.
Hay que recordar que en el sexenio pasado el gobierno de López Obrador se propuso romper la alta concentración que había en el mercado mexicano para la compras y distribución de medicamentos que existía en el sector público por parte de algunas empresas privadas y así frenar los elevados costos en estos productos, y que afectan de forma importante el presupuesto público nacional.
La forma que busco la administración federal pasada para pretender acabar con la ineficiente y hasta a veces corrupta adquisición de medicamentos para el sistema de salud público y romper el monopolio que tenían algunas farmacéuticas y distribuidoras, fue a través de compras consolidadas de los medicamentos de todas las instituciones públicas de salud coordinadas por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS por sus siglas en ingles).
Los contratos adjudicados por el gobierno de México a la oficina de Naciones Unida tuvieron un valor total mayor a los 18 mil millones de pesos (877 millones de dólares) para más de 210 claves de medicamentos, con lo que se logró un ahorro inicial de dos mil 389 millones de pesos (117 millones de dólares), tomando como base los precios referenciales pagados un año antes es decir en el 2020.
La UNOPS cobró al gobierno mexicano más de 109.7 millones de dólares, por cinco años de acompañamiento en la compra consolidada de medicamentos e insumos de hospitales, adicional a los costos de operación y logística.
En julio del 2021 el entonces secretario de salud Jorge Alcocer, informó en la conferencia de prensa mañanera que en 37 días el gobierno federal había logrado adquirir los medicamentos que el organismo de la ONU no había podido comprar en 10 meses.
El servidor publico abundó que el gobierno federal implementó un plan B, luego de que la UNOPS no tuvo la capacidad de adquirir 710 claves de medicamentos y 286 de material de curación por razones como que los proveedores no cumplían con los requisitos mínimos en la evaluación técnica, ofertas de precios no razonables y que existían empresas inhabilitadas en el país.
La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, terminó su contrato con el gobierno de México en enero de este año. El organismo no estaba preparado para las compras de medicamentos y fue una mala decisión el haberlos contratado.
La concentración que existía en la compra de medicamentos en el sector público en el periodo neoliberal era a todas luces injusta y significaba un gran gasto para el gobierno. Según datos proporcionados por el secretario de salud, Jorge Alcocer Varela, “De 2012 a 2018 sólo 10 empresas concentraron el 79.6% del gasto en medicamentos, un total de 241 mil millones de pesos. Esto es el equivalente al presupuesto de la UNAM de cinco años o al presupuesto de un año de los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco juntos”.
El gobierno de Enrique Peña Nieto estableció desde el 2013 la compra consolidada de medicamentos del sector salud, lo que supuestamente traería ahorros para las instituciones como el IMSS, ISSSTE, etcétera, pero esta acción del priista no fue suficiente para cambiar el control del mercado de los medicamentos por un puñado de grandes empresas privadas ni tampoco representó ahorros para el sector público.
La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha pensado en un nuevo plan para la compra y distribución de los fármacos para el sector público que incluye la digitalización y el uso de nuevas tecnologías.
El modelo de contratación consolidada de medicamentos entrará en vigencia durante el periodo 2025-2026, que llevará en ejecución las siguientes etapas para una correcta funcionalidad del programa. En la primera fase se contará con la colaboración de instituciones de salud, tales como: IMSS, IMSS-Bienestar, ISSSTE, entre algunas otras; con la finalidad de que dichos órganos den a conocer sus necesidades por clave y punto de entrega.
Posterior a esta especificación, la Secretaría de Salud será la encargada de otorgar una validación a los recursos solicitados por las dependencias médicas en: relevancia terapéutica, calidad y cantidad, así como en negociaciones de precio. Tras este proceso, mediante los Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), se ejecutará las compras consolidadas de los fármacos para la suscripción de los contratos con las dependencias de salud.
Una parte importante será la digitalización para una eficiente compra de los fármacos y esta acción abarcará una inversión de 130 mil millones de pesos para los estatus de abasto y los procesos de compra en los medicamentos requeridos en las unidades médicas, asimismo, la presidenta de México, aludió que la implementación del modelo no significaría la desaparición de la Megafarmacia del Bienestar y por lo que su objetivo para lo que fue creada se le dará continuidad.
El plan de compras de fármacos e insumos médicos del gobierno de la presidenta Sheinbaum es una respuesta a las necesidades de que las medicinas lleguen a tiempo a las unidades medicas publicas de todo el país y se atienda a la población de una forma eficiente que ayude a tener un sistema de salud digno de la población mexicana.
La ventaja que tendrá este nuevo modelo es que no tendrá que ver con un organismo caro e ineficiente como la UNOPS, se tendieron los lazos para tener una mejor relación con laboratorios y farmacéuticas nacionales y se contara con tecnologías más modernas para la compra y distribución de las medicinas e instrumental médico.
X: @esquivelancona_