Lo ocurrido el fin de semana pasado en diversos puntos del país, y la mañana de este lunes en Palacio Nacional, debe observarse con la seriedad del caso y percibirse como la coyuntura de algo que quizá en este momento muchos no lo puedan ver en su exacta dimensión, pero que sin duda habrá de marcar un antes y un después en relación al camino emprendido por Morena y la Cuarta Transformación bajo la égida de Andrés Manuel López Obrador, en su afán de apoderarse del Instituto Nacional Electoral (INE) y fincar las bases para una reelección del presidente tabasqueño en 2024.
“Sufragio Efectivo No Reelección”, dicta nuestra Carta Magna y el propio López Obrador juró en su momento y lo ha reiterado en otras tantas ocasiones, que no buscará extender su periodo en la silla presidencial más allá de los seis años que marca la ley. El problema es que el presidente en turno no suele cumplir sus promesas ni respetar sus compromisos; se ha distinguido por romper las leyes a su conveniencia para luego argumentar desconocimiento; por gobernar con base en decretos para favorecer sus intereses, y su credibilidad está en caída libre siendo que solamente en sus conferencias mañaneras se le han contabilizado decenas de miles de mentiras.
El fin de semana, miembros distinguidos de la Cuarta Transformación mostraron su completo desdén y desprecio hacia las leyes y las instituciones mexicanas al participar en actos prohibidos por la ley electoral en el marco de la Consulta Ciudadana para la Revocación de Mandato que habrá de celebrarse el próximo 10 de abril. Gobernadores, Diputados, Senadores, Secretarios de Estado, y de esos niveles hacia abajo nadie escapa; todos rompiendo las leyes por igual.
Por ejemplo, la Jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se ha develado como una rebelde para con el cumplimiento de las leyes habiéndose mostrado varias veces en actitud desafiante y retadora ante el INE, que ya en anteriores ocasiones le ha llamado la atención para que evite hacer propaganda del proceso.
De hecho, en los últimos días fue una más de las voces que replicaron frases amenazantes en contra del Instituto garante de la democracia, al que abiertamente han amagado con desaparecer por medio de la nueva Reforma Electoral anunciada por AMLO, quien pretende quitarle autonomía para que este sujeto al Estado y sus consejeros sean elegidos por votación.
“Lo más importante es que se fortalezca la democracia. El INE es caro, es de un grupo, es de privilegios, es de cuotas”, afirmó en su conferencia de prensa la jefa de gobierno.
“Su presidente y algunos de ellos no son árbitros, han tomado partido y no podemos tener un árbitro electoral que tome partido de antemano porque deja de ser imparcial”, subrayó.
“El INE, ya es momento de cambiarlo, tan solo sus sueldos por encima del presidente, por encima del sueldo promedio de los mexicanos (muestra) que no se terminaron los privilegios”, señaló Sheinbaum.
Pero como ya decía, en Sheinbaum ya no es sorpresa ni la actitud ni la retórica.
El que sí causó gran impacto por sus lamentables declaraciones, que lo muestran de pies a cabeza y sin máscaras, fue el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien en abierta campaña de difusión de la consulta ciudadana para la revocación de mandato, anticipó también la desaparición del INE.
De gira por Coahuila y Sonora, el funcionario tabasqueño adelantó que con la reforma electoral que el presidente López Obrador enviará a la Cámara de Diputados: “se van a ir todas esas que ahora se llaman autoridades electorales”.
“Esos ya se van y los vamos a ver pasar ahí por el frente con la cola entre las patas”, aseveró entre aplausos de funcionarios, dirigentes y militantes de Morena, el Secretario de los Asuntos del Interior que debiese manejarse, al menos políticamente, con mayor discreción y ya no digamos decoro y altura de miras.
Entre las ilegalidades del fin de semana, y en el marco de la veda electoral, los funcionarios de Gobierno no solo acudieron a mítines y eventos propagandísticos de la Consulta Ciudadana, sino que además lo habrían hecho con recursos públicos, al viajar a las entidades norteñas ya señaladas a bordo de una aeronave de las Fuerzas Armadas y con la a complicidad del general Luis Rodríguez Bucio, titular de la Guardia Nacional.
De acuerdo con medios de comunicación, circula una fotografía en Twitter en la que se afirma que la comitiva de funcionarios federales se transportó en un avión de la Guardia Nacional, con matrículas XC-PFM.
Según el servicio de Flight Radar, el 2 de abril la aeronave realizó viajes de Ciudad de México a Torreón, de Torreón a Hermosillo y de Hermosillo a Ciudad de México.
La bitácora virtual coincide con la agenda que siguió el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien el sábado, luego de participar en el evento de Torreón, encabezó una marcha en Hermosillo, donde afirmó que las autoridades electorales no lo pueden correr por promover la revocación.
Hay que decir que los mítines se realizaron por todo el país pese a la restricción del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sin importar si se trataba de entidades en las que gobierna Morena o no. La instrucción de convocar a las bases fue generalizada, por ello gobernadores como Marina Ávila en Baja California Sur, promocionó el domingo que continúe su mandato el Presidente Andrés Manuel López Obrador. La Mandataria estatal posó para las cámaras con una camiseta roja de béisbol con la leyenda “Que siga AMLO”. Además, portó una gorra guinda con blanco, colores del partido Morena, con la leyenda “yo voto #queSigaAmlo”.
Pero el que dio la nota por su característica imprudencia y torpeza fue el senador con licencia Félix Salgado Macedonio, quien durante la convención en Ixtapaluca, al final de una arenga contra el consejero electoral Ciro Muramaya, una donde pidió a los asistentes una mentada de madre para el Instituto Nacional Electoral, al final destapó al presidente López Obrador para una reelección.
“Que no nos dé ideas, porque dejamos a Andrés Manuel para el 24″. La gente le aplaudió como si eso fuera posible.
El asunto es señalar la arbitrariedad con la que se manejan ya a estas alturas del sexenio los integrantes de la Cuarta Transformación, el descaro, la altivez, el abuso de poder, la arrogancia, la ilegalidad incluso para torcer las leyes que ellos mismos propusieron, votaron y aprobaron.
Ya no estamos hablando de un tema menor respecto al proceder con que se están moviendo funcionarios y gobernantes de Morena; el uso faccioso de las instituciones, los desvíos de recursos públicos, el uso indebido de sus funciones, y el desconocimiento de la ley o el simple hecho de cambiarla a su conveniencia, debe tomarse con mayores reservas. No es una coincidencia. No es una ocurrencia. Es un patrón que vienen manejando y que siguen a la perfección.
El Consejero del INE, Ciro Murayama, recordó este lunes en Twitter:
“Hoy hace 8 años nació el @INEMexico
Desde entonces ha organizado 3 elecciones federales (una presidencial con alternancia).
50 elecciones a gubernaturas, con 35 alternancias (70%).
Tenemos sufragio efectivo.
No podemos perder un INE profesional, autónomo e independiente”.
Ciro Murayama
Salvador Cosío Gaona: @salvadorcosio1
Correo electrónico: Opinion.salcosga@hotmail.com