Los representantes populares y los gobernadores que andan de lambiscones con el presidente deberían aprovechar su “buena” relación para tratar un tema de tan vital importancia como lo es lograr un suministro de energía confiable, limpia y barata que coadyuve al desarrollo social y económico de sus entidades.

El gobernador de Yucatán, quien, con el pretexto o justificación de supervisar las obras del Tren Maya, se recibe casi una vez al mes al presidente, debería atender un problema sustantivo para la península, que es mucho más importante que el capricho monumental del Tren, el garantizar el suministro de energía eléctrica que demanda su entidad y los estados vecinos Campeche y Quintana Roo, antes de que el sistema colapse y los apagones sean más frecuentes que las visitas del presidente.

Proyectos que sí importan y no se concluyen

Desde el 2020, AMLO dio el banderazo para que se iniciara la construcción de dos centrales de generación eléctrica de ciclo combinado, una llamada Mérida 4 y otra que se instalará en Valladolid, sin embargo, han pasado casi tres años y apenas la semana pasada se informó el inicio de los trabajos con el desplante del terreno, lo que significa que en realidad que solo limpiaron el terreno y aún no inician los trabajos.

Para que estas plantas de la CFE funcionen se requiere que exista un suministro de gas natural para lo cual es necesario ampliar al doble la capacidad del ducto que alimenta la península.

Aunque el presidente anunció, eso sí, con bombo y platillo estas obras, es momento que los yucatecos, su industria, comercios y población han visto absolutamente ningún avance y los apagones que se presentan son cada vez más frecuentes.

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Bartlett y la CFE y las promesas que no se cumplen

En medio de esto aparece un conocido personaje, el gran timador y director de CFE, Manuel Bartlett y a su lado, su fiel escudero el director de CFEnergía, Miguel Reyes que se burlan de todo y, al parecer no solo han engañado al pueblo yucateco, sino a su jefe máximo, el presidente de la Republica quien sale y promete, pero no cumple.

Lo mismo pasa en Sonora, con el Gobernador Alfonso Durazo. Se habla de que la entidad norteña se erigirá como el mayor Hub de energías renovables, donde se construirá el mayor parque solar de toda Latinoamérica en Puerto Peñasco y que junto con otros parques privados, podrán atender la demanda no solo de Sonora, sino que serán capaces de garantizar la energía para la península de Baja California e inclusive para exportar energía a Arizona.

Pero al igual que en Yucatán, nadie ve que avance la planta de Puerto Peñasco ni los parques solares privados, que aunque en su mayoría ya se encuentran concluidos en cuanto a construcción, están a la espera de que la Comisión Reguladora de Energía, CFE y la secretaría de Energía a cargo de Rocío Nahle, hagan su trabajo y autoricen su puesta en operación, sin embargo, actúan como se les pega la gana sin importar que afectan a la industria y, por supuesto, y en primer lugar, a la población.

Pero, ambos gobernadores, Mauricio Vila de Yucatán y el consentido de Andrés, Alfonso Durazo, parecen conformarse con la “palmadita” en el hombro del presidente y evitan tocar temas que eventualmente podrían enfrentarlos con Manuel Bartlett, uno de los peores políticos del país.

Quién engaña a quién

Pero, quiénes son los que engañan al presidente ¿Bartlett y su achichincle? ¿Por qué los gobernadores olvidan que su deber es hacia el pueblo y en lugar de gobernar, andan buscando quedar bien con AMLO y diciéndole lo que quiere escuchar?

¿Será que le tienen pavor a Bartlett por su negra historia desde que dirigía la temida Dirección De Seguridad y la Secretaría de Gobernación y recuerden casos como los del Kiki Camarena o del periodista Manuel Buendía y prefieran callar como momias antes de pedirle acción en favor de sus estados? O lo peor, tal vez sea por cumplir instrucciones que, por razones desconocidas les da AMLO y que levantan sospechas de corrupción.