Durante el Segunda Edición del Festival Internacional de Cine de Xilitla, a cien años de que André Breton publicara el primer manifiesto surrealista, la danza y el poder de soñar se hicieron presentes en el Jardín escultórico de Edward James, heredero de la realeza inglesa que se enamoró profundamente de San Luis Potosí. La única videodanza presentada en estilo de cortometraje, evoca escenas dignas de Guillermo del Toro en un espacio en que la realidad y la fantasía convergen de forma nítida.
El Primer Manifiesto Surrealista fue publicado por André Breton el 15 de octubre de 1924 en París. Este texto marcó el nacimiento oficial del movimiento surrealista, que se caracterizó por su exploración del subconsciente, los sueños y lo irracional como fuente de creación artística y literaria. Políticamente, este manifiesto fue semilla para el feminismo y ecologismo anticapitalista, en el que destacaron Leonora Carrington y Remedios Varo. Fueron apodadas como “las brujas amorales” por Octavio Paz.
El surrealismo, desde sus inicios, cuestionó las normas sociales, desmanteló estructuras de poder y propuso alternativas que rompían con la lógica racionalista y los valores tradicionales. En su centenario, esta corriente artística y filosófica sigue siendo un catalizador para explorar temas como el misticismo feminista, los derechos de todas las especies, la ecología y el anticapitalismo. Desde sus críticas al autoritarismo y el colonialismo hasta su búsqueda por liberar el inconsciente, el surrealismo invita a imaginar mundos distintos y posibles.
En este marco, surge la videodanza Reflejo de un centenar de girasoles, una obra de Melissa Castro, quien, a través de la danza y los espacios mágicos del Jardín Surrealista de Edward James en Xilitla, rinde homenaje a esta corriente y sus ideales. Hace una semana, durante la presentación de esta obra, hablamos con la productora e intérprete sobre su inspiración, su conexión con el surrealismo y los retos que enfrentan los artistas en México.
Frida Gómez: Melissa, cuéntanos, ¿qué te inspiró para dar vida a esta idea creativa?
Melissa Castro: Esta videodanza es, ante todo, una búsqueda. Quise grabar en el Jardín Surrealista de Edward James porque cuando supe de su existencia, lloré de emoción al pensar que un espacio tan fantástico podía ser real. Salido de las pinturas de Leonora Carrington y Remedios Varo, que siempre me han fascinado, este lugar me pareció perfecto para celebrar el centenario del manifiesto surrealista.
Los girasoles representan para mí una metáfora: cada uno es una vuelta al sol del surrealismo. Las chicas en la videodanza son seres que emergen de estos girasoles, mientras que los demás personajes buscan liberarse de algo. El surrealismo, al fin y al cabo, trata de liberar el inconsciente, y eso implica confrontar lo que nos frena y encontrar maneras de deshacerlo. Por eso, cada personaje atraviesa un proceso de liberación, culminando en un bautizo surrealista que marca su renacimiento.
Frida Gómez: ¿Te consideras parte de un surrealismo contemporáneo?
Melissa Castro: Me encantaría pensarlo así. Como bailarina y coreógrafa, siempre he sentido que la danza contemporánea tiene algo de surrealista, especialmente por la escritura automática que usaban los surrealistas. El movimiento, tan subjetivo, puede significar algo diferente para cada persona. Esto lo conecta profundamente con el surrealismo. Si pudiera elegir una corriente estética, definitivamente sería esta, aunque también me considero una creadora contemporánea.
Frida Gómez: En este renacer que representas, ¿qué hay después?
Melissa Castro: Dejamos esa pregunta en suspenso porque es un sueño del personaje principal. Quizá despierta a la realidad, pero con una nueva visión, que representamos con el velo y los colores que ve al abrir los ojos en el agua. Este cambio simboliza una forma distinta de mirar la vida.
Frida Gómez: Hablando de cultura, ¿qué consideras que falta para apoyar más creaciones como esta?
Melissa Castro: Es un tema complejo. En nuestro caso, no obtuvimos respuesta de varias instancias ni fuimos seleccionados para becas del INBA. Los recursos siempre son un reto, especialmente para artistas emergentes o quienes presentan proyectos en solitario, como yo.
Tuvimos que recurrir a la iniciativa privada, organizar rifas, fiestas y eventos para financiarlo. Fue un compromiso absoluto: sabíamos que lo haríamos, aunque no supiéramos cómo. Creo que, como sociedad, podemos lograr grandes cosas apoyándonos entre todos. Obviamente, el Estado podría proporcionar más posibilidades, pero también depende de nosotros decidir hacer las cosas y crear redes de apoyo.
En Reflejo de un centenar de girasoles, Melissa Castro no solo celebra el surrealismo, sino que lo reinterpreta como un vehículo para la liberación personal y colectiva. Basado en la danza de 4 mujeres, seres que parecen hadas y bailan como ninfas entre las estaciones de la naturaleza, así como la oscuridad con una lente que normaliza mirarla, volver al origen de la psique se encuentra con las tendencias más actuales.
Melissa Castro nos demuestra que para concretar un sueño basta con tener un par de amigas y también nos recuerda que aunque los retos para el arte en México son muchos, la pasión y el compromiso pueden transformar lo imposible en realidad. Como el surrealismo mismo, esta videodanza es un sueño hecho acción.
Algo interesante es que hoy más que nunca, la búsqueda y el viaje hacia adentro invita a varias generaciones a desentrañar lo que hay en el subconsciente y atreverse a desafiar los límites de la normalidad. Algunos se han encaminado con tendencias como hongos de psilocibina, otros han dado rienda suelta a la búsqueda de cosmovisiones antiguas y propias a los ancestros del territorio mexicano, como las ceremonias de peyote y ayahuasca. Los más aventurados se han atrevido a viajar hasta Sonora o Durango, en donde se promociona la experiencia de fumar el líquido que emana de las glándulas del sapo Bufo Alvarius, aunque no todas las anécdotas han terminado bien, como el caso de una joven que recientemente sufrió una muerte por intoxicación en el intento de profundizar en su propia alma.
El hecho es que el surrealismo sigue siendo una referencia en diversas disciplinas artísticas, filosóficas y literarias, mostrando su relevancia incluso un siglo después. Más vigente que nunca, la filmografía de este Festival, disponible a través del Canal 22 así como esta videodanza, resultan ser fundamentales para entender aquello que se cuestionan las generaciones de nuestros tiempos.