En reciente conferencia de prensa Carlos Slim propuso que México fortalezca sus relaciones con Estados Unidos, sí, pero también con China y otros países. ¿Pensaba el empresario en los Brics?
Donald Trump dio por muertas a las naciones Brics cuando, hace un par de días, las amenazó con aranceles de 100% “si juegan con el dólar”.
Pero los Brics siguen vivos. Se reunirán en julio en Brasil, entiendo que en el Palacio Gustavo Capanema de Río de Janeiro. Pienso que, con seriedad, sus economistas plantearán en voz muy alta que estudiarán la posibilidad de hacer lo que Trump no quiere: retar a la divisa estadounidense con la creación de una moneda común.
En octubre del año pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum descartó un acercamiento con los Brics —Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán, Indonesia—. Con prudencia, la gobernante mexicana dijo que su prioridad era fortalecer las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá.
Cuando Claudia expresó lo anterior Trump no había ganado las elecciones presidenciales estadounidenses y faltaban unos cuantos días para la anterior reunión de los Brics, en Rusia. Habría sido imprudente asistir o enviar representantes mexicanos.
Sheinbaum tendrá tiempo para analizar la conveniencia de que México se acerque a los Brics. Dependerá de en qué terminen las amenazas arancelarias de Trump. Parece que pronto habrá acuerdos positivos, tal como lo dijo el influyente Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos. Pero si las cosas no salieran adecuadamente, ahí están Brasil, Rusia, India, China… Cuando una puerta se cierra siempre hay otras abiertas.
Quizá no sería mala idea, como táctica de negociación, recordar a quienes integran el equipo trumpista que México tiene coincidencias importantes con algunas naciones Brics, y también platicarles en cualquier charla de sobremesa que Sheinbaum estuvo en Río de Janeiro el pasado noviembre en la cumbre del G20 y le gustó mucho esa ciudad.