Las semanas han transcurrido de manera rápida. Hace dos meses, recuerdo, estábamos a la expectativa de una etapa histórica que, sabíamos, sería muy favorable para Claudia Sheinbaum, favorita de todas las encuestas de opinión pública. De hecho, la encuestadora que maneja SDP Noticias, una vez más, resultó el mecanismo más confiable o, mejor dicho, el más exacto en la metodología que aplicó. Para tal efecto, cada uno de sus muestreos, en definitiva, nos acercó a la percepción de la propia población civil. Además de ello, está claro, MetricsMx acertó en la totalidad de pronósticos para las nueve gubernaturas que, a la par del ejercicio presidencial, vivieron una jornada democrática. Lo que quiero decir es que, hoy por hoy, la ponderación de este portal de noticias es una de las más confiables a nivel nacional.

En tal sentido, recuerdo, la oposición se dedicó a descalificar cada una de las encuestas que se publicaban. Fueron los únicos que, en medio de este clima ganador de Morena, pensaron lo contrario a lo que la lógica apuntaló. La insatisfacción, lo mismo que el pasado corrupto del PRIAN, fueron uno de los muchos componentes para seguir haciendo a un lado la aspiración del Frente Amplio por México. Caso contrario, fue fundamental, evidentemente, el trabajo que realizó el presidente López Obrador para consolidar al movimiento que él, años atrás, construyó para llegar al poder institucional. Ese mismo dinamismo, una vez más, hizo posible generar las condiciones a favor de Claudia Sheinbaum. Ella, con el mejor proyecto, acaparó el mayor número de votos para conquistar uno de los momentos más memorables de la historia del territorio nacional.

Y Morena, de principio a fin, lució fuerte y vigoroso para apuntalar una elección de esa naturaleza. De igual forma, Claudia Sheinbaum, con esa madurez que ha ido adquiriendo, armó el mejor cuadro para operar su campaña a lo largo y ancho del país. En ese sentido, alcanzó su punto de mayor solidez con la llegada de Ricardo Monreal a la coordinación territorial y logística de la campaña. El zacatecano, además de esa tarea, fue un interlocutor para encauzar la unidad interna. El resultado de esa responsabilidad, sin duda, ayudó para construir esa abrumadora cifra del pasado 2 de junio. Entendiéndolo de esta forma, la presidenta electa le apostó a la experiencia y habilidad. Eso mismo pasó con el quehacer que realizaron otros personajes claves que, de manera conjunta, tomaron decisiones importantes al defender el proyecto.

Debe reconocerse, de igual forma, la postura de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Como sabemos, la oposición, y el incesante ataque desde las distintas plataformas de redes sociales, ocuparon parte de la estrategia perniciosa que intentó, un día sí y el otro también, persuadir a la ciudadanía. Recuerdo que, una y otra vez, las alternativas de la derecha fueron, como hace seis años, prácticamente las mismas. Maquinaciones, guerra propagandística, manipulaciones, y hasta una cantidad importante de comentócratas fueron parte del plan que diseñó el Frente Amplio por México para tratar de golpear la imagen de la candidata de la coalición Seguimos Haciendo Historia. O sea, fue un clima sofocante y lleno de hostilidad el que provocó el PRIAN.

Sin lugar a dudas, la misma población mostró esa capacidad de organización y, como atestiguamos, salió en grandes cantidades a votar. Más de 36 millones de votos jugaron a favor de la causa de Claudia Sheinbaum. Ese día, recuerdo, los resultados comenzaron a circular al filo de las 7 de la noche del pasado 2 de junio. Y, tal y como se anticipó, la determinación del pueblo favoreció ampliamente a la abanderada de la izquierda. Como he dicho anteriormente, fue un momento de mucha efervescencia política o, mejor dicho, una experiencia única el haber sido partícipe de un triunfo contundente para beneficio colectivo del país.

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En efecto, fuimos parte de esos más de 36 millones de votos que acudimos a las urnas no solamente a emitir nuestra responsabilidad como ciudadanos, sino a depositar la esperanza de qué el país camine por la misma dirección. De igual forma, manifestamos como necesario la implementación de una serie de reformas constitucionales que, a su vez, abrieran paso a la democratización del país. Una de ellas, evidentemente, el proyecto del poder judicial. Teniendo muy claro los ajustes que requieren, los principales protagonistas del diálogo, en este momento clave, están construyendo las condiciones para sacar el tema. Esos rubros, conducidos en el parlamento abierto, están a punto de finalizar. Después de ello, queda claro, es un hecho que se modificará el marco constitucional.

Y como el principal mecanismo es la fuerza que tiene Morena, el segundo piso de la llamada Cuarta Transformación será, en vísperas del inicio, una realidad tangible que tendremos la fortuna de atestiguar en dos meses más.

Notas finales

Las expectativas son muy altas en el estado de Chiapas. Recordemos que, hace un par de meses, el candidato de Morena, con una abrumadora victoria, obtuvo una votación histórica que, además de gobernar con legitimidad, le permitirá trabajar en coordinación con la sociedad civil, lo mismo que con las autoridades federales. Para tal efecto, Eduardo Ramírez, una vez que ganó la elección en aquel punto del sur del país, puso en marcha un trabajo de proyección con miras al arranque. Es decir, trabaja para recibir el despacho estatal y, a su vez, genera puente de interlocución con figuras de mucho peso en la política. O sea que, para el caso, asume perfectamente esa responsabilidad inmensa que recibió en las urnas. Por esa sencilla razón, intensifica las giras por la Ciudad de México con protagonistas claves que, evidentemente, pueden coadyuvar en Chiapas. Al mismo tiempo, queda claro, construye un programa para los próximos seis años. Entre sus prioridades, repito, está llevar al territorio chiapaneco a otras latitudes, tal y como lo ha manifestado en entrevistas públicas. De la mano de ello, desde luego, fluye una estrategia de pacificación con la implementación de más programas sociales que, como se sabe, fue una de las principales promesas de campaña.