“Todo se derrumbó dentro de mí, dentro de mí

De humo fue tu amor y de papel, y de papel

Mira mis sueños como se queman

Mira mis lágrimas como no cesan por ti

Yo era feliz contigo, vida mía

Tú eras mi perro fiel, yo era tu guía

Hasta que desperté de mi locura

Y pude comprender que me mentías”.

EMMANUEL

“Con el apagón... qué cosas suceden

Qué cosas suceden... con el apagón

Con el apagón... qué cosas suceden

Qué cosas suceden... con el apagón”.

YURI

Esta es la oferta que lanzó el senador morenista César Cravioto a los gobernadores de las entidades donde se celebrarán elecciones el próximo 5 de junio: “Compórtense bien. No metan las manos en el proceso electoral y tal vez reciban una invitación para que sean embajadores”.

¿Ya se imaginará Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, de embajador en Francia? Quizá piense que “París bien vale doblegarse” (que quede constancia, no uso aquí la vulgar expresión del director general del FCE).

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, ¿qué embajada pediría? De darse el caso, ojalá solicite la embajada de un país que sí lo quiera recibir de inmediato y de buena gana.

El que sean nombrados embajadores de la 4T signifique para los gobernadores priistas la expulsión del PRI está visto que no pesa mucho. Ahí tienen a Carlos Miguel Aysa González, quien ya aceptó la embajada en la República Dominicana; antes Quirino Ordaz Coppel, él ya despacha en Madrid, España (o Claudia Pavlovich, ex gobernadora de Sonora, hoy cónsul en Barcelona).

¿Ya se habrá percatado el Revolucionario Institucional que sus integrantes prefieren por mucho el cobijo de la Cuarta Transformación, con embajada incluida, a ser acusados por las auditorías superiores de sus respectivos estados? Exactamente eso ocurrió en Campeche. La auditoria estatal detectó malos manejos por millones de pesos por parte de la administración saliente, pero las acusaciones cesaron en cuanto se supo que Aysa González sería embajador

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La sangría de priistas no es nueva. Inició hace ya muchos años; notablemente con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas. Pero siguió con connotados priistas que estaban buscando una opción de proyecto y de gobierno que les negaba su partido.

Mas hay de salidas a salidas, de rompimientos a rompimientos. Y las recientes —ya sea de motu propio o a consecuencia de una expulsión— son más bien por una cuestión meramente de conveniencia y de intereses personales, no tanto un cambio de ideología, visión o proyecto de país. ¿Para qué entonces el PRI les engorda el caldo haciendo toda la alharaca con la expulsión?

Sabemos que gran parte del priismo ha engordado las filas del partido en el poder. Hoy reconocidos morenistas muestran su más rancio abolengo priista (incluso hay los que no dejaron el PRI formalmente ni se han sumado a Morena tampoco de forma oficial).

De los casos mas sonados, quizá esté el Manuel Bartlett. Ahora intenta repetir la vergonzosa proeza de la caída del sistema… el eléctrico.

Pero también está Ignacio Mier quien, remontándose a la época de La Revolución, invita a un “fusilamiento pacífico” de los diputados que votaron en contra de la propuesta presidencial de reforma constitucional al sector eléctrico o Ignacio Ovalle mostrando sus mejores prácticas priistas con faltantes en SEGALMEX (antes CONASUPO) por más de 240 millones de pesos (esto de acuerdo a la Secretaría de la Función Pública del gobierno cuatroteísta).

Otros priistas que hoy visten de morado son: Patricia Armendáriz, Layda Sansores, Rutilio Escandón, Adán Augusto, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal. Obviamente hay más; no hay que olvidar a Andrés Manuel.

Insisto, el fenómeno no es nuevo, tampoco sorprendente. Finalmente, el PRI hace unas décadas lo era todo y lo comprehendía todo. Lo que sí llama la atención es lo cínico de los cambios de camiseta hoy en día.

“La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”; así con el Revolucionario. Y esa es hoy la tendencia que impera en el otrora gran Servicio Exterior Mexicano. Morena adora hacer de los priistas embajadores. No solo eso, les prefiere sobre sus mismos militantes…

A este ritmo, pronto el PRI se quedará sin miembros. A ver quién, dentro del PRI nacional, es el último que apague la luz. Tal vez no sea necesario; en una de esas, por cortesía del ex priista Bartlett, las instalaciones del otrora poderoso Revolucionario Institucional sufrirán un último apagón.

Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero