Emilio Lozoya debe de estar dándose de “topes” contra la pared por haberse atrevido a salir el sábado por la noche a un restaurante de lujo en Las Lomas para disfrutar de un exquisito “Pato a la Pekín”.
Este lunes 11 de noviembre, la Fiscalía General de la República (FGR) recordó que tiene una investigación en curso contra el exdirector de Pemex por los supuestos sobornos millonarios que recibió por los casos de Odebrecht y Agro Nitrogenados.
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Ahora, con la barriga contenta y la cabeza en el 3 de noviembre, fecha dada por la FGR como el plazo para presentar pruebas en su caso por corrupción, Emilio Lozoya debe estar pensando que hubiera sido mejor idea quedarse en casa y ordenar comida desde su celular.
O, a lo mejor, Lozoya pudo haber elegido un platillo más acorde para su “última cena” pública. En el menú del restaurante Hunan destacan otras especialidades aparte del ahora célebre “Pato a la Pekín”.
Por ejemplo, Hunan ofrece un platillo denominado “General Ching’s CHicken” (Pollo del General Ching), el cual podría haber servido a Lozoya como recordatorio de que existe una autoridad a quien debería de tratar como si fuera “su general”: el fiscal Alejandro Getz Manero, quien por cierto está furioso con la exhibida que les dio su “testigo protegido”.
Otra opción de cena es el “Happy Family” (Familia Feliz): una mezcla de camarón, pollo y carne de cerdo salteadas con verduras en salsa de la casa. Además del sabor en la boca, “Familia Feliz” es lo que le hace falta al presunto corrupto luego de involucrar a su mamá, hermana, esposa y hasta suegra en los sobornos de su gestión.
Por último, tal vez Emilio Lozoya se fue a cenar el sábado confiado el destino de otra de las especialidades del Hunan: el “Return of the Phoenix” (Regreso del Fénix). Contra todo pronóstico, el exdirector de Pemex podría salir bien librado de su aventura en Las Lomas si aporta la información que la FGR requiere para buscar a los “peces gordos” del sexenio de Enrique Peña Nieto.
“Ahora que se joda (Lozoya)”
Según el portal Emeequis, las probabilidades de que Lozoya haya tenido su “última cena” en el Hunan son bastante altas, pues el fiscal Alejandro Gertz Manero está que echa “fuego” por el “Pato a la Pekín” de su testigo.
Incluso, fuentes citadas por Emeequis dan a entender, básicamente, que existía un “pacto de caballeros” entre y la FGR para no andar exhibiendo su libertad y dinero.
Ahora, con su paseo en Las Lomas, es muy posible que Lozoya “se joda” y la Fiscalía haga a un lado su criterio de oportunidad en los casos de Odebrecht y Agro Nitrogenados. Esto terminaría en cárcel.
Tan fácil que era pedir a domicilio o preparar una Maruchan. Ni modo, ahora los patos le tiran a las escopetas y las fiscalías.