Honestamente no sé a qué juega la oposición con las estrategias que han decidido emprender de cara a los procesos venideros, particularmente en la agenda legislativa de San Lázaro donde anunciaron una negativa a cualquier proyecto o iniciativa a fin de que no sea aprobada. De hecho, en conferencia de prensa y con los tres líderes nacionales de la coalición Va por México- presentaron una moratoria constitucional bajo el fundamento de no aprobar iniciativas “que dañan al país”, dijeron.
Con todo ello, no hay duda que el desarrollo se polariza todavía más. Este clima no abona a la esencia de un congreso. Más bien, es la guerra mediática entres dos fuerzas políticas que, por supuesto, no suma la democracia. Luego de que se pronunciaran por este recurso, se agudiza la disputa, especialmente en dos procesos que están cerca: las elecciones del Estado de México y Coahuila; lo mismo, el momento clave para medir la fuerza que posee cada bloque ante el proceso de 2024.
No creo que sea una alternativa que tenga eco para la oposición. Considero que se equivocaron; más bien el pronunciamiento tiene un aliento del dolor que les causó la elección que se llevó a cabo el pasado domingo. Esa irritación la quieren llevar a un terreno estratégico para intentar someter y manipular cualquier proyecto o iniciativa que pueda servir de palanca o desarrollo del país.
Además de que es una estrategia equivocada, no hay forma de que les funcione, especialmente porque el conflicto los está generando la coalición Va por México que, en lugar de ponerse a construir una propuesta que les regrese la confianza con la ciudadanía, paradójicamente los mete más al agujero en el que continúan sumergidos por falta de proyectos que representen una alternativa viable para la población civil.
Entonces, comparado con las estrategias que han puesto en marcha para meterse de lleno en los temas de agenda pública, es más de lo mismo. Realmente no es algo novedoso porque conserva el mismo estilo alimentado de un tono agresivo, que sólo demuestra el nivel pobre de la oposición por construir una sinergia.
Todavía no se ha quitado el estigma de la corrupción y, con una propaganda golpista, se extravían más en un laberinto sin salida que sólo desnuda la incapacidad. De hecho, lo que deberían de efectuar, primero, es una evaluación interna y un cambio de fondo a las estructuras del partido, sobre todo del PRI- quien quedó más sacudido y, peor aún, dividido por los malos resultados que entregó Alito en medio de derrotas y más derrotas.
Por ello, si bien el impacto o efecto negativo que puede arrojar la interrupción de las actividades legislativas en San Lázaro puede traer repercusiones, especialmente porque hay una agenda para seguir caminando en la consolidación del país, quien pierde más credibilidad es la propia oposición.
Esto es un síntoma de la reacción por la derrota del pasado 5 de junio. Es un capricho, un berrinche innecesario que solo tiene un significado: disgusto porque Morena le ha quitado de las manos las entidades que, en su momento, constituyeron un bastión para el PRI, pero también para el PAN.
Finalmente, la oposición debe reflexionar y redireccionar sus estrategias. Esta, por supuesto, es una maniobra equivocada porque les traerá más detractores ya que no generará inercia positiva para ellos. Al contrario, puesto que su narrativa no impacta ni influye, así como no pueden persuadir a la población civil que conoce sus tácticas para llamar la atención, están condenados al fracaso.
Piden a PAN, PRI y PRD alejarse de la “moratoria legislativa”
Deberían considerar entablar comunicación para trabajar en beneficio del país. De hecho, los líderes del Senado lanzaron un exhorto: “hago un llamado a los partidos políticos que conforman el bloque político-electoral, PAN, PRI, PRD, para que reconsideren la moratoria legislativa a la que han convocado”.
Y es que es necesario que exista actividad y productividad legislativa. La oposición debe dejar atrás el proceso electoral y enfocarse en el compromiso social que adquirieron en sus distritos, especialmente porque su labor se centra en la responsabilidad que incluye legislar. No es lo correcto. Hay otras vías de solución a través del diálogo para ponerse de acuerdo.
Notas finales
Ante la necesidad de un mecanismo jurídico que esté a la vanguardia de las exigencias y necesidades de la sociedad, los liderazgos de Morena en el Senado presentaron una iniciativa sobre el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares que, incluso, muy pronto estará en comisiones para su análisis. De hecho, muy probablemente esta discusión se haga a través de Parlamento Abierto para que pueda allanarse el trabajo legislativo más rápido y aprobarse con celeridad, especialmente por el contenido luego de que, a la vista de todos, el ahora procedimiento civil vigente es tardío, obsoleto e injusto en ocasiones, máxime que está fuera de contexto de la realidad que se vive actualmente en el territorio nacional.
Enhorabuena por la iniciativa.