Aquí desmenuzaremos el juego que el partido naranja está haciendo. Me parece muy inteligente de su parte la estrategia que están empleando, saben perfectamente su objetivo y operan para ello.
El tema de Movimiento Ciudadano en el contexto actual me parece verdaderamente un caso de estudio para la política nacional. Si algo nos ha enseñado la historia son los ciclos del poder. En América Latina ha sido común que luego de un gobierno de izquierda llegue la alternancia con la ultraderecha más conservadora, y viceversa. Nada de puntos medios. Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, por ejemplo, han dado muestra de todo esto. En el viejo continente países como Italia, Francia y sobre todo recientemente España han pasado por exactamente lo mismo.
Pues bien, de alguna manera en México esos ciclos se han visto diferentes. En los tiempos del PRI hegemónico, vimos las distintas caras del gobierno, pero bajo la misma marca. Tuvimos un PRI más socialista, otro neoliberal, y más atrás, uno más conservador, incluso el más reciente de Peña Nieto fue bastante progresista. El poder donde mismo, pero con un discurso adecuado para los tiempos y su contexto.
Aquí está lo interesante, creo, y entramos en materia del caso de estudio que planteo. Los sociólogos y politólogos expertos en la materia no me dejarían mentir, en la dicotomía de un contexto polarizado, luego del gobierno de izquierda de Andrés Manuel López Obrador, que en el discurso mediático de la oposición es bastante radical, la tendencia sería que tras el desgaste natural de la 4T debería regresar la ultraderecha al poder. Sin embargo, ese escenario no está ni siquiera en el horizonte.
Ahí es donde Movimiento Ciudadano cobra relevancia. El naranja no piensa engordarle el caldo al FAM, porque sabe que su oferta en un país como el nuestro comienza a ser atractiva. La ecuación para MC es simple: el electorado que se considere decepcionado de la 4T recordará que votó por el proyecto obradorista porque sabe que el PRI y el PAN no funcionaron, en consecuencia, la opción de MC comienza a tomar sentido para ese universo de votantes.
En el partido de Dante Delgado solo deben sentarse a esperar que personajes como Xochitl Gálvez, Alito Moreno o Marko Cortés “existan” en el escenario político.
No veo a MC desgastándose en realmente competir y pretender el triunfo presidencial en las elecciones del 2024. Su discurso es diferente, también la operación. No se distraen con el FAM, tampoco se desgastan con la 4T. La estrategia es avanzar en línea recta, casi tangencial a todo el contexto, con la firme convicción de sumar y crecer.
Vale la pena ponderar lo siguiente: Morena actualmente gobierna el 72% del padrón electoral a nivel nacional, difícilmente la renta del partido obradorista aumente. En el caso del PRI ocurre lo que era impensable, que es luchar por conservar su registro luego de la catastrófica dirigencia de Alito Moreno que ha perdido prácticamente todo lo que ha competido. Para el PAN, recuperar espacios y/o conservar sus bastiones es prioridad. El PRD actualmente opera bajo mínimos y con respirador artificial. Tanto el PT como el PVEM tienen un techo como partidos aliados al régimen de la 4T.
Dicho lo anterior, me parece que Movimiento Ciudadano es el único partido en franco crecimiento. Más allá de lo difícil que se antoja conservar la gobernatura de Jalisco; en Nuevo León se ve bastante sólido, y la capacidad del partido naranja para posicionarse como una oferta alternativa y diferenciadora del FAM le va permitir mejorar sus opciones sobre todo en los escaños legislativos del 2024. Sobre todo, si consigue un candidato presidencial no ganador, pero con marca como Samuel García o el propio Marcelo Ebrard, con quien continúan coqueteando.
Dante Delgado sabe que su universo está en el electorado históricamente molesto con el PRI y ahora decepcionado con el PAN. Entiende también, que buena parte de su aceptación como partido está en una base de jóvenes que suelen no votar, pero que influyen en la percepción y las encuestas.
Movimiento Ciudadano es un partido diferente, es una agencia de marketing cimentada en “gimmicks” que van del “Nanananana nanana” del popular Yuawi hasta el “fosfo-fosfo” de Mariana Rodríguez. Delgado Ranauro comprende que la gente vota por sus iguales, y dio en el clavo cuando comenzó a “fichar” personajes y no políticos. De ahí que MC no tenga la mejor plataforma electoral ni la mejor propuesta para gobierno, pero sí una popularidad modesta, sólida y eso sí, creo que en crecimiento.
Ahora bien, sigo pensando que Movimiento Ciudadano es aliado del régimen. Es un instrumento más del poder para dividir al electorado y facilitarle las cosas a la 4T. No haber firmado la alianza con el FAM, y haber decidido no participar en las elecciones intermedias en Edomex son evidencia de ello.
La entrañable amistad entre López Obrador y Dante Delgado, no es otra cosa que una muestra ineludible de la capacidad política de ambos para lograr sus objetivos políticos. AMLO tiene control pleno de su escenario de sucesión.
¿La cereza del pastel?
No hay una sola medición seria que no coloque a Luis Donaldo Colosio Riojas como puntero para lo que sea. El alcalde de Monterrey da pasos con pies de plomo, pero su popularidad es bastante relevante para Movimiento Ciudadano.
Vanessa Félix
X: @vanessafelixmx