Esta pregunta ronda por mi cabeza, y más al ver los números que arroja la propia Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) al respecto. Durante el año 2021, de enero a abril se movilizaron desde y hacia México poco más de 5 millones de pasajeros; pero en este primer cuatrimestre del año llevamos 12 millones 255 mil pasajeros, una diferencia de 6 millones más de usuarios.

Y únicamente estamos hablando de las aerolíneas extrajeras, quienes gracias a la degradación a la Categoría 2, han podido “hacer su agosto allende las fronteras”, y con esa circunstancia han podido paliar la caída de operaciones que hubo a raíz de la pandemia por Covid-19, que llevó sobre todo a la industria norteamericana a tener grandes pérdidas.

Gracias a que las aerolíneas mexicanas no pueden aumentar su oferta hacia los Estados Unidos, las líneas del vecino país “providencialmente” han aprovechado que sean ellos los que pueden ampliar rutas y destinos en nuestro país.

Veamos el comportamiento que tuvieron en el mismo periodo nuestras aerolíneas nacionales, mientras que de enero a abril del 2021 se movilizaron casi 2 millones de pasajeros, para este año, durante el mismo periodo solo se movieron 3 millones 823 mil 489 pasajeros; el incremento por supuesto no se compara en lo absoluto al crecimiento que sí tuvieron las aerolíneas extranjeras.

México cumple un año de Categoría 2 en seguridad aérea

El 25 de mayo nuestra aviación nacional cumplió un año de haber sido degradada a la Categoría 2. Un hecho tan irrefutable como lo complicado que ha sido recuperar la Categoría 1. No es casualidad, tenemos que decir que en 2010, cuando se nos degradó por primera vez, el gobierno de Felipe Calderón, en lugar de arreglar y poner en orden todas y cada una de las observaciones de la Agencia Federal de Aviación (FAA), prefirió arreglar con alfileres el regreso de la Categoría 1, y el gobierno siguiente, simplemente no hizo nada, dejó todo igual.

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Hoy se culpa a la 4T de la degradación, pero hay que decirlo fuerte y claro: sin importar el resultado de los comicios del 2018, era inevitable la degradación a Categoría 2, por la enorme cadena de omisiones de las administraciones pasadas, y el escaso interés en el sector.

Resulta extremadamente cómodo criticar a la actual administración de todos los males, sin embargo, es un hecho que en materia de aviación nuestro país lleva años improvisando. Desde el destino de las aerolíneas bandera, la forma en cómo opera el espacio aéreo, son claros ejemplos de que todo se hace en el momento y al vapor, pero como lo he señalado en diversas ocasiones, en este y otros espacios, somos pioneros en materia aeronáutica. El camino andado de nuestra aviación empezó muchas décadas atrás.

Tenemos la desgracia de estar “tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Nuestros vecinos del norte que en 2015 -en el sexenio de Peña Nieto- se la pasaron cabildeando el tema de la “apertura de los cielos”, con la intención de tener una mayor penetración en el mercado aeronáutico. Por supuesto que hubo voces que pusieron sobre la mesa el peliagudo tema, pero gracias a la gran labor de Comunicación Social de Presidencia, el tema quedó en el olvido.

Estados Unidos quiere aprovechar que México no regresa a la Categoría 1

En lo personal, no me extraña en lo absoluto esta “tardanza” en regresar a la Categoría 1; tiene un subtexto, y es que Estados Unidos quiere aprovechar (y lo está haciendo) esta circunstancia para recuperarse económicamente de la paliza que le propinó la pandemia a la aviación global, y concretamente a ellos. Estoy clara en que van a sacar raja de esta situación, y una vez estabilizados, tal vez se sienten a negociar con las autoridades mexicanas el tan ansiado y necesario regreso.

Recordemos que Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses y nada mejor que aprovecharse de las circunstancias, mientras estas le sean favorables. Sobre todo porque la sombra del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania amenaza con poner de nueva cuenta de cabeza la industria aeronáutica.

Además de una larga lista de cuestiones técnicas que nos mantienen en la Categoría 2, hay todo un tema de relaciones internacionales y comerciales. Ojalá que la actual administración pueda sortearlas de manera favorable para el país, y más cuando nos damos cuenta, por diversos informes, que el crecimiento y la recuperación en Latinoamérica, a pesar de la pandemia y conflictos bélicos, va en franco ascenso; tal vez, sólo tal vez, Estados Unidos utilice la degradación de México para frenar un poco ese despegue.

Por lo tanto, para llegar a buen puerto, nuestras autoridades actuales tienen que entrarle al toro por los cuernos y dejar atrás la política de “hacer las cosas al vapor”. Ya vimos la desventaja que nos trajo dejar colgada con alfileres a la aviación por mucho tiempo.