Empecemos por definir abucheo. Cito al diario 20minutos.es:

√ ‘Abuchear’ es la acción de manifestar y reprobar de forma pública (normalmente en un auditorio o lugar público) la disconformidad hacia alguien o algo que no es de nuestro agrado (en una obra de teatro, concierto de música, a un político…). Ese abucheo suele ser en forma de silbidos, gritos, murmullos, siseos o cualquier onomatopeya.

Para encontrar el origen etimológico debemos situarnos en los ambientes del mundo de la caza. Cuando un cazador estaba al acecho de una ave a la que quería dar caza emitía unos sonidos guturales (en forma de ‘uch, uch, uch’) conocidos como ‘huchear’ y que imitaban el canto de algunos pájaros.

√ Este ‘hucheo’ (que también servía para dar voces a los perros de caza en busca de sus presas) se convirtió en el vocablo abucheo.

En redes sociales hay gente, de clase media alta y alta que defiende como legítima manifestación de repudio los insultos a Gerardo Fernández Noroña y otros políticos cercanos a Morena y al presidente AMLO cuando se atreven a visitar establecimientos comerciales supuestamente exclusivos de la gente fifí.

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Para comparar, alguien dijo por ahí que Pedro Aspe había contado, para ejemplificar lo querido que era el expresidente Miguel de la Madrid, que en el restaurante San Ángel Inn alguna vez la gente le aplaudió.

El admirado señor Aspe, seguramente como mecanismo de defensa psicológico, olvidó el abucheo de más de cien mil personas que recibió De la Madrid en el Estadio Azteca el día de la inauguración del Mundial México 86

A otros expresidentes también se les ha abucheado en grande. Como a Felipe Calderón en el estadio de futbol de Torreón:

Otro gran abucheo histórico se lo llevó Gustavo Díaz Ordaz en la Copa del Mundo de 1970:

Hay expresidentes vivos que, después de años de haber dejado el poder, siguen huyendo de la gente que les rechaza cuando los ve en el extranjero. Es el caso de Carlos Salinas de Gortari en Londres:

Vicente Fox también ha merecido en otros países que la gente le exprese su desprecio:

En la ciudad de Roma, como en otros lugares, el expresidente Enrique Peña Nieto ha sufrido los gritos de mexicanos y mexicanas:

Ernesto Zedillo ha eludido los abucheos porque, miedoso él, se la pasa escondido en Estados Unidos, tan escondido como estuvo durante su periodo en la presidencia.