Grandes proyectos, por enésima ocasión, se dieron a conocer para Acapulco con bombo y platillo por parte del gobierno federal, quien por cierto tiene a una suerte de virrey viviendo permanentemente en la ciudad (un subsecretario de turismo) con la lógica finalidad de suplir a los raquíticos y de mero ornato perfiles de los que ostentan todo cargo y/o espacio a nivel estatal y/o municipal, iniciativa privada incluida.
Y es que en días pasados, el crimen organizado, ha salido a las calles a disparar y asesinar al azar a operadores de camiones repartidores de grandes empresas, ya sea de pan, refrescos, cervezas y un nada despreciable etcétera, con el resultado que desde ayer varias de estas filiales en Guerrero con énfasis en especial en Acapulco han suspendido por entero labores, y no es que sea un estado en el que su actividad ilícita sea la exportación de droga al extranjero, pues no son más que pigmeos con un gusto, pudiéramos afirmar que genético, por causar sufrimiento, violencia y daño a sus semejantes, ¿sus actividades?, ya nadie entiende cuales sean, ya que es un estado sumido en la más lacerante de las miserias posibles (no sólo la material sino que también de todo aspecto), pero que eso si, no luce para la entidad en general y para Acapulco en lo particular, un horizonte halagüeño.
A mi no deja de provocarme un sentimiento cercano a la ternura la seguridad con la que el empresario ‘Shark Tank’ Rodrigo A. Herrera se refiere a sus afanes por levantar a Acapulco del agujero que cada día no hace sino volverse más profundo, ni siquiera con las experiencias desagradables que ya tuvieron sus amigos de grupo CARSO hace una década cuándo también ellos lo intentaron y acabaron por mejor dejarlo todo, proyectos y propiedades en el abandono, ante la brutal realidad que supone el tratar con todo lo que Guerrero supone. Veamos, no se si por la estridencia última de Donald Trump es que a todos parece darles miedo lo evidente: en Guerrero y en Acapulco se viven actos terroristas, sin eufemismos ni recursos semánticos qué en nada abonan a soluciones viables al gran peso que supone para el país esa lacerada entidad del sur de México.