Como es bien sabido, el próximo 10 de abril tendrá lugar la consulta sobre revocación de mandato del presidente AMLO. Este ejercicio democrático ha estado envuelto en controversias sobre el costo, la pertinencia y necesidad. La organización de la consulta ha estado plagada de polémicas no únicamente sobre el montaje, sino que ha sido revestida de descalificaciones contra el INE y Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.
Muchos mexicanos no están convencidos de acudir a las urnas. Algunos estiman que es necesario refrendar el apoyo del pueblo mexicano hacia el presidente AMLO, mientras que otros consideran que no deben participar en un ejercicio cuyo resultado todos conocemos de antemano: AMLO será refrendado en las urnas.
En este contexto, mismo si los resultados fuesen sorprendentes y AMLO no obtuviese la confianza de los mexicanos, se antoja como una tarea improbable que el jefe del Estado renunciara el cargo y que la Presidencia de México quedara en manos de un oscuro miembro de Morena el Congreso.
¿Debemos acudir a las urnas? He allí la cuestión. Si bien, como he señalado, los resultados de la consulta arrojarán respuestas esperadas, sí que debemos acudir por un motivo: para rescatar al INE de ataques presidenciales.
Me explico. AMLO, en su narrativa anti elitista que no ceja en su empeño de pintar al INE como un organismo costoso que atenta contra la democracia, y que ha buscado (según dicen AMLO y Morena) que la gente no participe, el día siguiente de la revocación de mandato, y ante los altos números de abstención, acusará a la autoridad electoral de haber realizado acciones ilegítimas para que los mexicanos permanecieran en sus casas.
Es por ello, mismo si no creemos en la necesidad de participar en la consulta, que sí debemos expresar nuestra opinión en las urnas. Ello permitirá reducir el índice de abstencionismo. Así, AMLO, el 11 de abril, sea cual fuere el resultado, verá una alta participación y quedará sin armas discursivas para atacar al Instituto Nacional Electoral.
Sin embargo, para mala fortuna del INE, de la democracia mexicana y de todos los ciudadanos de este país, AMLO tendrá aún el 2024 para destruir al INE. Una vez conocidos los resultados de las elecciones presidenciales, y si estos no favorecen al candidato de Morena, podemos anticipar sin temor a equivocarnos cual será la reacción del presidente. Más de 20 años de campaña hablan por sí mismos.
En suma, el INE, nuevamente, estará en la mira del presidente AMLO y de los miembros de Morena en el Congreso; y no escatimarán en diatribas para destruir a la institución que ha sido capaz de ofrecer confianza en los ejercicios democráticos en nuestro país. Por ello, en mi opinión… conviene participar.