Por El Pordiosero
A 21 enfermeras que cuestionaron la designación de una nueva encargada de la jefatura por malos antecedentes, la directora del Complejo de Especialidades y Centro de Diagnóstico “Leonardo y Nicolas Bravo” del ISSSTE, doctora Ana Aracely Ayala Montes de Oca, ordenó se les levantaran actas administrativas para cesarlas, bajo el cargo de motín y armar alboroto.
El levantamiento de las actas administrativas estaba programado para las nueve de la mañana del martes 8 de agosto, de acuerdo con el citatorio que se entregó a las enfermeras, pero no llegaron ni autoridades del ISSSTE ni los dirigentes de la sección III “Clínicas de medicina familia” del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE).
En el citatorio firmado por la otorrinolaringóloga Ayala Montes de Oca, acusa a los trabajadores que el jueves 3 de agosto participaron en dos acciones que califica de “motín de suspensión de labores” y “armaron alboroto” para apoyar indebidamente a la ex jefa de enfermeras, Gloria Imelda Uribe González, dentro de horario laboral y con lo que desatendieron la atención y cuidado de pacientes.
“Causaron no sólo deficiencia del servicio de enfermería en esta clínica, sino también pusieron en peligro la salud o vida de los pacientes a los que tenían la obligación de atenderlos abandonando sus actividades de enfermería”, puntualizó.
La directora del CEYCD -mejor conocido como Complejo Oriente, ubicado atrás del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”- utiliza en dos ocasiones el término “motín de suspensión de labores” como causal para el levantamiento de las actas administrativas, el cual no está contemplado por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado para tramitar ante el tribunal de conciliación el cese.
En efecto, ese término tiene una connotación de índole penal e implica una sublevación contra el orden establecido y se desarrolla en una cárcel o un cuartel militar.
Para cesar a un trabajador del Estado, es necesario levantar un acta administrativa en la que se presenten testigos de cargo y descargo y la representación sindical; posteriormente la autoridad deberá solicitar al tribunal de conciliación la autorización correspondiente.
El citatorio de la otorrinolaringóloga Ayala Montes de Oca lo fundamentó en los artículos 46 fracción V y 46 Bis de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (LFSTSE). El primer dispositivo enumera las diez causales por las que podrán tramitar ante el tribunal de conciliación la resolución que decrete la procedencia del cese del trabajador, en ninguno de los cuales aparece el de “motín de suspensión de actividades”, y el segundo refiere los requisitos que deben reunir las actas administrativas.
El ISSSTE no podría tampoco acreditar que las enfermeras “armaron un alboroto” o que abandonaron el servicio, debido a que existe un video -en poder de agendapropia.mx- en el que un grupo de ellas habla tranquilamente con la directora del complejo, manifestándole las razones por las que no aceptan la designación de la nueva encargada de la jefatura, Isabel Bonfil Martínez, de la que argumentan tiene malos antecedentes de su desempeño en la clínica Iztapalapa.
En ese video la directora les dice que son instrucciones superiores el nombramiento y que pueden emprender las acciones que consideren convenientes, incluso que se manifiesten.
El conflicto inició de manera previa, cuando la doctora Ayala Montes de Oca, emitió un escrito comunicándoles a los trabajadores del complejo -unos 250- que no autorizaría días económicos -denominados licencias por antigüedad- pegados a sábados, domingos, festivos y vacaciones, condición no contemplada en las condiciones laborales vigentes en el ISSSTE.
Posteriormente les dio a conocer la sustitución de la jefa de enfermeras, lo que aumentó la irritación. Trabajadores consideran que la nueva encargada forma parte del grupo de dirigentes de la sección III “Clínicas de medicina familiar” del SNTISSSTE, de Mario Armando Ordaz Santos y Juan Noé Pérez Hernández -vicepresidente y secretario de deportes del comité nacional- y Gustavo Edgardo Cosío Mireles, a fin de mantener cotos de poder corruptos.
Esos tres dirigentes son famosos porque en 2017, recibieron en un congreso con una señal sexual obscena -los brazos doblados a la altura de la cadera y los puños entrecerrados moviéndolos hacia atrás y hacia adelante: la conocida como “roqueseñal”- a las doctoras Marisol Galindo y María Guadalupe Núñez, ex secretarías generales de la seccional, mientras les gritaban “¡ya nos las chingamos!”
La doctora Galindo -integrante también del comité nacional del SNTISSSTE- era la líder del grupo en el que se fortalecieron. Le pagaron traicionándola.
La nueva encargada de enfermería en ese centro, fue una decisión de la subdelegada médica en la Zona Regional Oriente del ISSSTE en la CDMX, Rocío González Gutiérrez.
Para dar de baja a las enfermeras, según esto, funcionarios de la Delegación Regional Oriente en la Ciudad de México al que está adscrito el conocido como “Complejo Oriente”, están coludidos con los dirigentes de la sección III “Clínicas de medicina familiar” del SNTISSSTE que encabeza Gustavo Edgardo Cosío Mireles -ahora lo conocen como el “cometacos”-.
Así se entiende que a las nueve de la mañana del martes 8 de agosto, en el aula de hemodiálisis del CEYCD en el que se les citó para el levantamiento de las actas administrativas, no había representantes ni de la autoridad ni de la sección sindical, lo que junto con las causales invocadas para el levantamiento de las actas administrativas las afecta de nulidad y por tanto las hace fácilmente combatibles en un juicio ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
Los dirigentes sindicales seccionales no acudieron al llamado de apoyo que les hicieron las trabajadoras, por lo que se acercaron a Hilario Ramírez Chávez, presidente del Sindicato Nacional Progresista de Trabajadores del ISSSTE (SINAPTISSSTE) y anunciaron su desafiliación del SNTISSSTE.
Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales