Los planes maquiavélicos de la gobernadora de Campeche continúan; sigue sin atender el llamado judicial para que se abstenga de hacer publicaciones. No sé qué parte no entiende que está violando la Ley al utilizar los mismos mecanismos de publicidad maquinada que están llegando a ser -ya- una descarada y abierta hostilidad, pues sus declaraciones son bastante claras para darnos cuenta de que, esa situación es una reacción de respaldo a la aspiración de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Una especie de prueba de lealtad de Layda Sansores a Claudia Sheinbaum, eso sí, equivocada porque no hay necesidad ya que lo único que hace es provocar una grieta enorme en el partido con tal de posicionarse en el mapa presidencial. No sé si no se ha dado cuenta de que, esa situación, comienza a tener un desgaste: algo similar a lo que le pasó a Ricardo Anaya cuando fue candidato de la alianza opositora en 2018, al rebasar o traspasar el límite de la intransigencia.
Ese narcisismo de Claudia Sheinbaum la está llevando a un terreno de egocentrismo silencioso, aunque notorio desde distintas trincheras como el caso de Layda Sansores convertida -desde hace un par de semanas- en la bayoneta política de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para atacar directamente al coordinador de los Senadores de Morena. Asimismo, la información que circuló en las redes sociales se intensificó: los Bots de los que hablábamos en nuestra columna pasada salieron en avanzada para difamar a los presidenciables, pero al mismo tiempo alabar el trabajo de Claudia. Qué curioso, ¿No?
En este contexto, pocos opinan o, más bien, quieren saber el desenlace que tendrá y quién contará con más fuerza para superar esta prueba, con cada uno de los aliados que han salido a defender sus posturas. Del lado de Claudia, solamente figura Layda, sin embargo, Ricardo Monreal hizo notar su poder político cuando 88 senadores y senadoras cerraron filas con él. De hecho, no fueron los únicos, el propio secretario de Gobierno elogió el trabajo del coordinador de los Senadores de Morena en su propia tierra, Zacatecas.
Son dos golpes duros los que le ha propiciado Ricardo Monreal a Layda en el terreno político, pero también jurídico. De esta forma es claro quién tiene mayor habilidad y experiencia. Sansores confía en la guerra mediática que ya no funciona y dejó de ser rentable desde que el presidente Obrador superó esos prejuicios; en cambio, el líder de la fracción de Morena en el Senado trazó una mejor ruta para defenderse, incluso se fueron sumando voces de apoyo como la de la Mayoría Calificada en la Cámara Alta.
No sé sí no alcanza a dimensionar la gobernadora de Campeche lo que significa eso. Debería porque es un arma legislativa muy poderosa que puede terminar inclinando la balanza. A quien menos le conviene esa situación es al presidente López Obrador; sabe que, con esa fuerza, él todavía lograría materializar cambios importantes en las políticas públicas de su gobierno.
Por lo tanto, no veo por dónde puedan intentar debilitar a Monreal. La estrategia les ha salido mal; prestarse a este tipo de juegos sólo evidencia las limitantes para gobernar como en el caso de Layda Sansores, aunque los autores intelectuales de la jauría -como la lógica apunta- se están desgastando por tratar de controlar y apoderarse del juego sucesorio presidencial porque están generando una grieta hacía dentro del partido Morena.
La solución es frenar la jauría si no quieren fracasar electoralmente en 2024 en esa desesperación por ser la “preferida del presidente Obrador”. Así no se suma a favor, sino se resta. Ya lo dijo el secretario de Gobierno: hay que buscar la unidad.
Sólo espero que esas palabras de Adán hayan salido de lo intrínseco de la sinceridad para intentar apagar el incendio porque sabe que el narcisismo de Claudia está comenzando a ser dañino para el movimiento, al menos así lo mostró con otra narrativa cuando elogió al coordinador de los Senadores de Morena ¿Fue sincero? Todos esperamos que sí. La simulación o el silencio cómplice -ya lo dijimos- es más ponzoñoso que quien ataca frontalmente.
De poco le servirá a Claudia Sheinbaum este tipo de estrategias que, desde que salió a la luz pública lo de Layda, entró a una etapa de desgaste. Podrá improvisar con fotografías de la infancia y la juventud, sin embargo, es demasiado claro que, la conspiración, ha salido de la oficina del Antiguo Palacio de Ayuntamiento en la Ciudad de México que, eso sí, ha fracasado porque el costo político comienza a cobrar factura teniendo una erosión notoria al querer figurar física e intelectualmente en todo con una dosis de narcisismo.
Notas finales
Por cierto, para tratar de aminorar los ánimos y procurar la unidad, Héctor Vasconcelos hizo un llamado a sus compañeros de Morena para que detengan de inmediato las agresiones y descalificaciones entre ellos.
El senador de Morena les señaló que debieran estar abocados a llevar a buen término la transformación de México.
Calificó de práctica maligna el auto denigrarse por proyectos personales y politiquería, que debe detenerse antes de que los daños ocasionados se vuelvan irreversibles dentro de su movimiento.
El senador Vasconcelos afirmó categórico que no comparte el sentir generalizado al interior de Morena de que el triunfo en 2024 está garantizado. Señaló que el proceso electoral será una lucha ardua y descarnada.
Sus adversarios harán uso de todos los recursos a su alcance para detener el cambio, porque saben que es su última oportunidad de revertir la transformación.
Dijo que el mayor riesgo es la división interna y que su causa está en peligro por su propia mano.
Les pidió que dejen de lado los intereses personales y que se vuelvan a reunir ante una sola causa, Morena. Y pregunta si ¿No fue genuina su entrega durante los años de lucha?