En la reciente ceremonia de apertura de la Feria del Libro de Frankfurt, una sombra de discriminación y prejuicio se cernió sobre el mundo literario. La autora palestina Adania Shibli, cuya obra ha conmovido a lectores en todo el mundo retratando la realidad desde una mirada que creció viendo guerras, se vio privada de un merecido premio, no por la calidad de su escritura, sino por su origen y nacionalidad. Tan solo por ser palestina, los organizadores decidieron “posponer” únicamente su premio mientras otros autores como Slavoj Žižek eran reconocidos.
Esta decisión es un acto de discriminación que debería indignarnos. El filósofo esloveno Slavoj Žižek calificó de escandalosa la cancelación del premio para la autora palestina Shibli.
Shibli, quien iba a ser homenajeada por su novela “Minor Detail”, posteriormente se retiró de todas las apariciones en la feria del libro.
La obra de Adania Shibli se ha destacado por su profundidad y su habilidad para explorar temas complejos como la identidad, la ocupación y la memoria. Su novela “Minor Detail”, que le valió el reconocimiento internacional, es un ejemplo del poder de la literatura para arrojar luz sobre realidades dolorosas y difíciles de comprender. Además de su realidad, una autora, mujer, palestina que se atrevió a desafiar el silencio y sobrevivir a su región, parece ser callada por un golpe de exclusión.
Esta lamentable situación llevó al filósofo esloveno Slavoj Žižek a expresar su indignación en un apasionado discurso al recibir un reconocimiento por la obra Mad World: War, Movies, Sex. Žižek se preguntó por qué se estaba cancelando el premio a una autora palestina y señaló que la literatura es un medio privilegiado para comprender la complejidad de nuestra situación. Calificó la decisión de escandalosa y expresó su vergüenza por la misma.
Es un recordatorio de que, en un mundo donde la literatura debería ser un puente para la comprensión y el diálogo, la discriminación aún prevalece: “¿Por qué digo esto aquí en Frankfurt, en la Buchmesse? Porque solo a través de la lectura de libros podemos tomar conciencia de la situación. La literatura sigue siendo el medio privilegiado para hacer palpable la profunda ambigüedad y complejidad de nuestra situación. Por eso me sorprendí cuando me enteré de que se había pospuesto la ceremonia de premiación para la autora palestina Adania Shibli, una decisión que considero escandalosa. El terrorismo contra Israel contradice todos los valores de la Feria del Libro de Frankfurt, al igual que el castigo colectivo de millones en Gaza y la cancelación de Adania Shibli. Así que no solo estoy orgulloso de estar aquí, también me siento avergonzado”.
Žižek es una brújula en el pensamiento actual que nunca teme expresar sus opiniones sobre los acontecimientos contemporáneos en términos contundentes. Esto le valió el sobrenombre de “El filósofo más peligroso de Occidente” por parte de la revista New Republic.
Además de condenar enérgicamente esta decisión, debemos reflexionar sobre el contexto más amplio en el que se enmarca. El llamado de Žižek a la lectura de libros como forma de concienciación es esencial. Pero no podemos ignorar que, mientras se pospone un premio a una autora palestina, se mantiene un silencio ensordecedor sobre las acciones de Israel en la región.
La cancelación de Adania Shibli es un recordatorio de la hipocresía que a menudo prevalece en la escena internacional. Implica un intento por callar una de las tantas realidades que se desdibujan con la muerte de quienes han escrito sobre sus ellas, como la escritora novelista y poeta Heba Abu Nada, asesinada por bombardeos israelías a la edad de 32 años, en la localidad Khan Yunis. La ocupación de Palestina, el sufrimiento de los palestinos en Gaza y el número alarmante de crímenes de guerra cometidos por Israel son realidades que se deben abordar con urgencia. Mientras occidente calla ante un genocidio en curso, se pospone un premio literario por la nacionalidad de la autora. Podría parecer menor en comparación con la magnitud de quienes poseen las armas, pero la censura no explícita es una forma de borrado literario, de condena al silencio, de invisibilización. Son actos que le impiden a occidente conocer las letras palestinas que, desde sus propias realidades, mucho tienen que aportar.
En el recuento de obras que ha realizado Adania Shibli se encuentra “Touch” (2007), una novela que cuenta la historia de una joven palestina mientras explora su entorno y su identidad. La narración se caracteriza por su estilo poético y su exploración de la relación entre el individuo y el territorio. “We Are All Equally Far from Love” (2012), texto en estilo ensayo en el que Shibli habla de amor, pérdida y la experiencia palestina en el contexto de la ocupación israelí. En un escenario que podría ser todo menos ideal para enamorarse. “Minor Detail” (2020), una novela que ganó reconocimiento internacional y varios premios literarios. La historia se desarrolla en dos momentos diferentes en la historia de Palestina: 1949 y 2000. A través de la historia de una joven palestina que desaparece en 1949, Shibli explora temas de violencia machista, ocupación y la búsqueda de la verdad.
Adania Shibli nació en 1974 en la ciudad de Nazaret, que se encuentra en el norte de Israel. Nazaret es una ciudad importante en la región de Galilea y es una de las ciudades más grandes y emblemáticas de la comunidad árabe en Israel. Es hora de elevar nuestras voces en solidaridad con Palestina y de pedir un alto al fuego. Es hora de condenar la discriminación en todas sus formas y de luchar por la justicia. La literatura tiene el poder de unir a las personas y de abrir nuestros ojos a realidades que a menudo preferimos ignorar. No permitamos que la discriminación y el prejuicio oscurezcan la luz de la literatura, las vidas diversas, las mujeres escritoras, las personas civiles y la verdad.