En estos tiempos donde las redes sociales nos permiten opinar sobre cualquier tema, es más sencillo conocer las ideas que existen en la conciencia colectiva sobre las empresas aeronáuticas. Ahí presenciamos, prácticamente en tiempo real, cómo surgen opiniones variopintas sobre diferentes temas del mundo de las líneas aéreas, y también nos encontramos con mitos, verdades a medias y muchas… muchas leyendas urbanas.
Comentemos el caso de AeroCalifornia, ¿qué opinaría, usted lector, si le digo que la empresa sigue “viva”? ¿pensaría que estoy fuera de mis cabales?, muy probablemente, pero lo estoy diciendo: la empresa, al día de hoy, sigue manteniendo su concesión vigente, ¿qué opinión le merece?
En abril de 2006, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) suspende las operaciones de AeroCalifornia. Tras permanecer en tierra durante 4 meses, el 11 de agosto de 2006 pudo retomar el vuelo, pero no sería la única vez que la autoridad le impidiera operar a la aerolínea. Nuevamente lo hizo el 24 de julio de 2008, bajo el argumento de la falta de pago al Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM); los trabajadores en su intento de mantener su fuente de empleo emplazaron a huelga y el día 5 de agosto de ese mismo año, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje declaró válida la huelga. Trece años después, el conflicto sigue sin resolverse, motivo por el cual la empresa existe, manteniendo sus instalaciones, y con la concesión vigente para operar como aerolínea. Sin embargo, en el imaginario popular la creencia más común es que AeroCalifornia fue una empresa que quebró y que ya no existe. Déjenme añadir que las rutas y los slots que quedaron sin usarse por la aerolínea fueron “compradas” por los Alemán, dueños de Interjet, pero más adelante hablaremos de ellos.
AeroCalifornia no es la única empresa de aviación cuya concesión sigue vigente, pero que no cuenta con nada para operar como transportadora de pasajeros o carga. El caso más emblemático es el de Compañía Mexicana de Aviación, que el 12 de julio del año pasado cumplió 100 años de vida. Al igual que AeroCalifornia, su concesión de la línea aérea sigue vigente ante la actual Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT). Subrayo: a pesar de que existe una sentencia que decreta la quiebra de la empresa, no se ha podido ejecutar debido a un sinfín de razones jurídicas, administrativas y políticas. Mientras dicha sentencia no se ejecute, y se resuelvan todos los temas pendientes con sus trabajadores, Mexicana de Aviación sigue existiendo.
Pero no se sorprenda si usted alguna vez dijo que la aerolínea más antigua del país quebró hace diez años. Lo que sucede es que fue una narrativa adoptada por diferentes medios de comunicación, aliados a los empresarios, que repitieron una y otra vez -hasta el hartazgo- que la debacle de la aerolínea de debió a los “altos costos laborales”. Hoy con los pelos de la burra en la mano, y no sólo con la experiencia vivida, puedo asegurar que fue todo un tinglado, perfectamente armado, para beneficiar a “ciertas empresas”. En la caída de Mexicana estuvieron involucrados personajes clave que pertenecieron o siguen perteneciendo a Aeroméxico, Volaris o Interjet. Sus rutas y slots fueron repartidos a esas tres empresas, principalmente Aeroméxico, quien se quedó con las rutas internacionales, como el vuelo a Londres y a Ámsterdam, sólo por mencionar algunas.
Sin embargo, si le preguntamos a cualquier persona ¿qué pasó con Mexicana?, la respuesta más común será “quebró por culpa de su sindicato”. Es una mentira, primero, porque no hay quiebra, y segundo, porque en Mexicana no había un solo sindicato, sino tres: uno de pilotos, representados por ASPA, otro de sobrecargos por ASSA y el personal de tierra en manos del SNTTTASS.
Y así como AeroCalifornia y Mexicana de Aviación, tenemos ahora el de Interjet, otra línea aérea que a pesar de tener un año sin operaciones, al día de hoy tiene una concesión vigente. Su caso es por demás complicado. No tiene equipos para operar y el regreso que cacarea su vocero (de facto) se antoja más que imposible. Las deudas que tiene con el SAT son enormes, sin contar la cantidad que les adeuda a sus empleados, quienes estallaron la huelga ya con la empresa sin aviones, ni operaciones, solo con la finalidad de cobrar el salario de todos los meses que estuvieron trabajando sin pago alguno, pero con la camiseta bien puesta hasta el final.
Y llegamos al punto medular ¿qué pasa con las concesiones?, ¿qué son las concesiones en materia de transporte aéreo?, ¿quién otorga esas concesiones?
Una concesión la definimos como la acción por la que el Estado otorga a particulares o empresas el derecho para explotar alguno de sus bienes o servicios durante un tiempo determinado. Tratándose de las concesiones en materia de transporte aéreo, diré que la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes tiene dos tipos de concesiones: la primera para el “Transporte Aéreo Regular de Pasajeros” y la segunda para el “Transporte Aéreo Nacional Regular de Carga”
¿Quién otorga esas concesiones? Es el Estado Federal a través de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes. Esta Secretaría, de acuerdo con la ley, es la encargada de velar por el buen uso que el “particular o empresa” le da a la concesión otorgada por el gobierno.
¿Qué pasa en estos casos donde las aerolíneas siguen conservando su concesión, pero no operan? Dentro de la misma concesión vienen plasmados los motivos por los cuales puede ser revocada, para volver a pertenecer al Estado Mexicano, que tiene la facultad de “dar” la concesión a otro particular para su explotación. También se encuentra la figura de la “requisa”, esto es, que el gobierno opere la empresa. Ya presenciamos una requisa en el pasado. Fue en 1988, cuando la entonces Aeronaves de México, mejor conocida como Aeroméxico estalló una huelga de trabajadores de tierra. El gobierno de Carlos Salinas de Gortari tomó la determinación de usar esta figura jurídica y después de algunos meses, surgió Aerovías de México, que en la actualidad está luchando por salir de un Capítulo 11 en los Estados Unidos.
Como podemos observar, las leyendas urbanas se imponen sobre la realidad que viven las aerolíneas. La imposición de ciertas narrativas es una práctica común que no permite ver que es lo que pasa en realidad, y eso es bastante grave, porque podemos llegar a pensar que son casos cerrados, cuando no es así. Y las concesiones son sobre bienes que pertenecen a todo el pueblo, por lo que nos debe interesar a todos.
¿Qué ha realizado la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes para no tener concesiones sin operadores? Está dentro de sus facultades, pero yo sigo esperando a que empiecen a tomar cartas en el asunto, y poner orden. Es su obligación, legal y moral, detener este pausado pero irreversible deterioro que no lleva a tener una muy endeble aviación mexicana. No son temas entre particulares, estamos hablando de bienes de la Nación.