La pandemia afectó de muerte las finanzas de Aeromar, que comanda Danilo Cabrera, y sus trabajadores han solventado con sus salarios la vida de la empresa. Pese a que todo parece perdido. Los vientos soplan para que el Gobierno federal se apunte un logro.

Primero, pese al duro golpe que han sufrido los bolsillos de la base trabajadora de Aeromar, han deliberado que la empresa debe seguir en operaciones.

Son los únicos que conectan al Istmo de Tehuantepec y tienen capacidad a la fecha de operar en aeropuertos como Palenque y la Huasteca Potosina, destinos predilectos del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Bien le haría a esta administración apuntarse ya un logro con la clase trabajadora. Los empleados, al aportar su dinero directamente para la supervivencia de la empresa, podrían ser accionistas.

Las fichas se alinean para que una hipotética cooperativa, gestionada y coordinada por los pilotos, sobrecargos y personal de Aeromar, asuman el liderazgo que tienen ya de facto, pues el colombiano y presidente del corporativo, Danilo Correa, no cuenta con la calidad moral para redirigir el vuelo.

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De igual forma, Aeromar podría convertirse en la empresa “Aerobienestar”, que según trascendió, prepara consolidar Gobierno. Que el Estado ayude a operar a una aerolínea no ha sido con buenos ojos por algunos especialistas al desestimar la capacidad gubernamental.

Sin embargo, una encuesta reciente del Financiero Bloomberg arrojó que la mitad de los mexicanos está de acuerdo con una compañía aérea promovida por la Cuarta Transformación (4T). La capacidad operativa y personal capacitado de Aeromar, harían que la opinión pública cambie las dudas respecto al proyecto gubernamental.

Manuel Galeazzi en Twitter: @ManuelGaleazz1R