Por: Eugenia Jiménez Cáliz
RERUM NOVARUM
Henri-Claude Testamar es un religioso scalabriniano que de Canadá fue trasladado a México para atender a sus compatriotas haitianos en Tapachula, Chiapas que intentan llegar a Estados Unidos.
Para el sacerdote que se encontraba atendiendo migrantes en Canadá asegura que la cara de México está cambiando, porque actualmente hay hostilidad hacia los haitianos, “tal vez porque ahora hay más o porque están acostumbrados a tratar sólo migrantes latinos”.
En la ciudad de Tijuana, aseguró que el trato a los haitianos es más abierto, pero en Chiapas es diferente, tal vez porque la “gente es más cerrada” además de ser un estado donde hay más pobres y sus habitantes también migran por falta de trabajo.
Ante esta situación, el religioso sugirió que “lo mejor es dejarlos pasar y no tenerlos todos aquí” en Chiapas.
El padre Henri-Claude Testamar llegó hace 17 días a Tapachula con la misión de atender a los haitianos, sólo que su congregación los scalabrinianos no tienen oficinas en esa ciudad. Por lo que esperan abrir un centro que funcione durante tres meses.
Ya instalado en esa ciudad fronteriza la Conferencia del Episcopado Mexicano difundió que el sacerdote Henri-Claude Testamar sería el enlace de los migrantes haitianos que están en Tapachula con la embajada de su país en México, sin embargo está representatividad no la puede asumir.
En entrevista, explicó que llegó para apoyar en la atención ante está crisis humanitaria con visa de turista y con está no puede realizar una actividad diplomática.
Explica que lo único que se podría realizar, en caso de instalarse un albergue scalabriniano en Tapachula es concentrar la información y enviar los datos a la embajada para que ésta inicie algún trámite de requerirse.
Reconoció que la embajada de Haití no tiene recursos para atender a los migrantes de su país que están llegando a territorio mexicano.
“De la embajada sólo se reciben llamadas telefónicas para solicitar información” comentó el religioso, ante esta situación se coordinan acciones con Acnur y Comar.
Todos los días escucha las difíciles situaciones que enfrentaron sus compatriotas para llegar a la frontera mexicana, pero señaló que los niños y niñas son una población muy afectada y merecen una atención especial.
Ésta es una de sus preocupaciones, porque en pláticas con los niños y niñas, le confiaron haber sido abusados sexualmente por elementos del ejército en Panamá, pero no denunciaron por miedo.
“Son violados y no se les puede atender, porque no se tiene una estructura pare hacerlo” además algunos viajan solos y puede más su deseo de seguir el camino hacia Estados Unidos que atenderse o denunciar”.
Otra actividad que realiza el religioso scalabrianiano es presidir una misa cada domingo para sus compatriotas en Tapachula, se había planeado que fueran tres días a la semana, pero los migrantes no están interesados en un acompañamiento espiritual.
El padre Henri-Claude Testamar explica que esta situación se debe a que en Haití el 80% de la población es protestante y el 20% católica, por eso “cuándo intento acércame a ellos usan palabras muy feas” y se alejan.
La mayoría de los haitianos, “tienen fe y creen que Dios va abrir el corazón del gobierno mexicano y los van a dejar pasar por su territorio” a pesar de estar conscientes de no tener papeles “estar deprimidos y desamparados”.
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