“El agua anda descalza por las calles mojadas.”

PABLO NERUDA

“Comprar el agua es pecado.”

JAVIER SICILIA

Se visten de Reyes Magos; versión 4t, por supuesto. Vienen cargados de garrafones de agua.

De los creadores de la Leche Betty, ahora traen el Agua del Bienestar. O sea, esa agua de bendita no tendrá nada.

Sí, a partir del 6 de enero, el gobierno de la Ciudad de México, esto es, el encabezado por Clara Brugada, comenzará a hacer nuevo negocio con los capitalinos: garrafones de agua “potable” (así, muy entrecomillas) que costarán 5 pesos. En lugar de invertir en reparar fugas de agua (se pierde la mitad del agua entubada debido a ellas) o instalar infraestructura en colonias y barrios que sufren la escasez del vital líquido (de todo tipo; potable, pero también la no potable), venderán el Agua del Bienestar en esas zonas.

Escasez que ahora se incrementa con el piquete de los acueductos para sacar agua y venderla; sí, continuando con el modelo del huachicol, le llaman “aguachicol”. Cada día se transporta de lugares más lejanos el agua potable y no se hace nada para que el agua que se utiliza pueda ser renovada o reutilizada.

Para los contribuyentes incautos que habitan las colonias más defavorecidas se los explico de esta manera: por un lado, con sus impuestos, las autoridades no financian los servicios urbanos que tendrían que satisfacer y, por otra parte, están generando un negocio opaco que les aporta 5 pesos el garrafón, cuyos ingresos destinarán a cuestiones político-electorales, además de mantenerlos cautivos como la clientela que ya son. ¡Muy bonito!

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Morena no aprende —no tiene ningún aliciente para hacerlo—, pero los ciudadanos tampoco. Continuarán aceptando gustosos todo lo que diga “Bienestar”, mismo si el Gas, el Banco, las Universidades, la Megafarmacia —y luego las pequeñas farmacias— han sido un rotundo fracaso.

Pero incluso con los otros atracos había niveles. ¿Algo más bajo que hacer del agua un mecanismo partidista? No, no se me ocurre nada.

No hemos superado los otros descalabros y el gobierno morenista ya ideó una forma adicional de NO solucionar la falta de agua. Encima creando en fast track un mercado negro y afectando con competencia desleal a las compañías purificadoras privadas.

Noticia: uno no usa el agua del garrafón (potable tampoco, por cierto) para bañarse, lavar platos y ropa y satisfacer todas las necesidades en una casa. Al final, esta farsa resultará más cara que usar pipas para los que lo requieran…

Farsa que terminarán pagando también el resto de los contribuyentes, no solo los que compren el garrafón a cinco pesos. Atraco a todos los mexicanos.

En lugar de atender las tuberías, revisar el sistema hídrico de la ciudad, promover el justo uso del agua y también empezar el “reciclaje” del agua, se pretende ¡Vender los garrafones en $5! ¿De quién es el dinero?

Hay más. Veamos: ¿ustedes tomarían agua purificada por Morena? ¿Cómo pueden asegurar que el agua es potable?

El gobierno de la CDMX no puede saber si el agua que distribuirá es o no es contaminada. De los 457 pozos activos con los que cuenta la capital, ¡solo se han hecho 83 pruebas de contaminantes en los dos últimos años! Esto dicho por SACMEX, quien también informó que no se hacían más pruebas por falta de insumos…

Llevamos décadas viviendo escasez de agua. Más allá de la orografía de la capital, el problema principal se debe al poco cuidado de sus habitantes con el vital líquido y a la falta de cuidado e inversión en el agua por parte de las autoridades. Y esto que han diseñado definitivamente no es una solución a esos problemas. Es, eso sí, una renovada forma de cobrar lo que ya de por sí se cobra.

Estamos ante un negocio que será para unos cuantos. No hay más.

Giro de la Perinola

Otro negocio: el del papá de Paulina Silva, coordinadora de Comunicación Social de Claudia Sheinbaum. El Sonido Polymarchs tocó el 31 en el Ángel de la Independencia. Conforme a los entendidos, cobró 12 millones de pesos por su concierto. ¡Menuda estafa! David Guetta cobra por concierto 4 millones 600 mil pesos. Tiesto (que se acaba de presentar el día 31 en Las Vegas, Nevada) cobra por concierto 5 millones 500 mil pesos. Ambos DJ son considerados de los mejores del mundo.

¿Cómo es posible que el gobierno de Clara Brugada, en la austeridad republicana, haya pagado 12 millones de pesos por el concierto de los Polymarchs?

Además de la corrupción y el claro conflicto de interés, cabe la pregunta: ¿por qué habiendo tantos DJ o sonideros reconocidos, contratar por ese precio a uno?

Y luego, ¿por qué hacerlo saber? Entre los mismos de Morena juegan muy rudo, qué ni qué.