¿Quién dijo que el agua y el aceite no se pueden mezclar? Pues en la CDMX: ¡se logró! Pero ¿y si trataban de huachicolear y contaminaron?
Aparte de la sequía que afecta a gran parte del territorio nacional, el Valle de México sufre una grave crisis de agua por diversos factores, entre ellos, el recorte de presupuesto a la CONAGUA que se ha ido presentado desde 2019, dejándola prácticamente inoperante y sin realizar obras de mantenimiento y aprovechamiento del agua y, a que en la CDMX, en las administraciones de Claudia Sheinbaum y Martí Batres, le han hecho lo mismo al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) dejando como consecuencia de los recortes presupuestarios, que se dejaran de atender las fugas y de dar mantenimiento a la red hidráulica.
Eso fue señalado claramente durante el debate chilango por el candidato del frente opositor ante una oficialista que, imitando a Obrador, pensó que lograría engañar.
¿Derivados de petróleo?
¿Tenía el agua suministrada a los pobladores de Benito Juárez derivados de petróleo?
Primero lo negaron, luego lo aceptaron.
A pesar de las denuncias el jefe de gobierno primero negó los hechos y tardó cinco días en dar la cara sin informar de alguna medida de restricción, revisión o de apoyo, como la entrega de garrafones, etc. Nada, sin embargo, como los ciudadanos siguieron denunciando y manifestándose, al fiel al estilo de la 4T, Batres presumió que se habían activado acciones, como si con decirlo bastara.
Luego lo reconocieron ante la presión de vecinos e instituciones de investigación científica de la UNAM, UAM y laboratorios certificados que coincidieron en que la fuente de la contaminación era Pemex por un ducto o depósito que filtró algún tipo de diésel hacia la red de distribución de agua.
¡Y obviamente no faltó su tradicional “complot”!
Falta de mantenimiento y huachicol
Algo así puede pasar por la falta de mantenimiento por parte de Pemex a su red de ductos, que en su mayoría carecen de protección catódica o tienen puntos de fuga en soldaduras y conexiones, pero principalmente, porque Octavio Romero tiene a la paraestatal en quiebra y como la peor empresa petrolera del mundo, y estos detalles no se atienden por la fallida “austeridad republicana”.
Otro factor es el huachicol, uno de los negocios más socorridos de los cuatroteistas y que en la CDMX se da sobre todo por el de gas LP. El número de tomas clandestinas para robar gas LP reportadas por Pemex entre 2018 y 2023 aumentó en más de mil por ciento en el periodo, pasando de 222 a 2 mil 470.
El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP, Carlos Serrano en 2022 declaró que el robo del combustible utilizado en 80% de los hogares mexicanos representa una comercialización ilícita de al menos 60 mil toneladas mensuales y de ellas, 44 mil se venden en la CDMX y su área metropolitana.
Por su parte el presidente de la Asociación de Distribuidores de gas LP, Luis Landeros habría comentado la gravedad del tema con la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum y con sus equipos de seguridad, incluido Martí Batres como secretario de gobierno e incluso se convocó a la Guardia Nacional.
Sin embargo, las autoridades capitalinas hicieron oídos sordos y el problema de contaminación del agua en Benito Juárez estalló, seguramente porque los huachicoleros se equivocaron de ducto y le pegaron a uno de gasolina o disel que derramó y contaminó los pozos.
Venta clandestina de gas LP e impunidad
El negocio se ha ido consolidando, cuando AMLO gobernaba la capital, en 2005, el líder de la Unión Nacional de Industriales de la Carburación a Gas (Unicargas), Enrique Puebla, denunció que existían 150 puntos en el país donde algunos autotanques de Pemex vendían gas robado con la complacencia de las autoridades, dijo que las principales delegaciones donde se expendía gas LP robado eran Iztapalapa, Tláhuac y Coyoacán, en esta última, en terrenos ubicados frente al Estadio Azteca, propiedad de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi). Aseguró desde entonces que “Aunque las autoridades saben dónde se comercializa el gas clandestinamente no hacen nada porque seguramente están en contubernio, lo cual deja millonarias ganancias a los involucrados”.
Ahora ¿qué se puede esperar del jefe de gobierno? Batres inició su carrera política como porro estudiantil acompañando al señor de las ligas, René Bejarano; apoyó la candidatura de AMLO a la jefatura de la ciudad en 1999 distribuyendo la famosa Leche Betty que era de soya, aunque la hacían pasar como de vaca y estaba contaminada con desechos fecales de quién sabe qué animales y, como premio AMLO lo puso como secretario de desarrollo social, sin dejar de lado el escándalo de robar los apoyos para los damnificados del terremoto en Turquía para sus fines proselitistas.
Batres prefiere ignorar por completo la gravedad del problema de contaminación del agua en la Benito Juárez y sus consecuencias en la salud de quienes la han consumido ¿así quieren continuar gobernando el país?
Esperemos que la investigación siga hasta saber qué fue lo que realmente contaminó el agua y se castigue a los responsables, que no le den “carpetazo” o ¿será que hay autoridades vinculadas al huachicol del gas LP y de otros hidrocarburos?
Por algo la gente de la CDMX ya les está poniendo un alto.
X: @diaz_manuel