Recomiendo a Ciro Gómez Leyva y a Héctor Aguilar Camín la lectura de una nota de SDP Noticias, “Exhiben a Xóchitl Gálvez burlándose de encuestas de Massive Caller en video: ‘Cualquiera la paga y sale arriba’…”

La información hace referencia al hecho de que, en redes sociales, “se ha viralizado el fragmento de una entrevista en la que Xóchitl Gálvez, candidata de Fuerza y Corazón por México, criticó la encuesta de Massive Caller y dijo que” cualquiera la compra para aparecer arriba”.

A la candidata X la entrevistaron el 26 de junio de 2022 en un programa de TV de El Financiero. Participaron Leonardo Kourchenko, Juan Ignacio Zavala y Salvador Camarena. Esto dijo:

Así que Xóchitl está al tanto, desde hace casi dos años, de que Massive Caller vende los números de sus encuestas. Como es la única empresa de estudios demoscópicos que favorece a la candidata de la alianza PRI, PAN, PRD, entonces es dable pensar que decidió comprarla una mujer como Gálvez perfectamente enterada de que tal encuestadora altera sus resultados por dinero.

Cuando en junio de 2022 dijo Xóchitl Gálvez que cualquiera compra a Massive Caller para salir arriba en sus encuestas, la verdad de las cosas es que no aportó ninguna novedad: que esta empresa es corrupta ya era algo muy conocido en los ambientes políticos y periodísticos.

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La deshonestidad intelectual de Xóchitl no sorprende a nadie. Lo que sí desconcierta es que se presenten al juego sucio de la candidata X personas que se supone respetan la ética al defender sus convicciones, como Gómez Leyva y Aguilar Camín.

Mucha gente en los medios le da credibilidad —al menos se le ubica al nivel de mediciones demoscópicas muy serias— a la vendida y comprada encuesta de Massive Caller: Azucena Uresti en Radio Fórmula, Carlos Loret de Mola en Latinus, Jorge Suárez Vélez en Reforma, Eliseo Rosales Ávalos en El Economista y Enrique Quintana y Raymundo Riva Palacio en El Financiero, entre otras personas integrantes de la comentocarcia mexicana.

Pero lo más preocupante es lo dicho por Ciro Gómez Leyva y Héctor Aguilar Camín, ya que se les ha considerado durante años partidarios de la objetividad en el análisis.

  • Ciro, en Radio Fórmula, aclaró que normalmente no difunde las estadísticas de Massive Caller, pero su última encuesta —evidentemente comprada, obviamente vendida y que favorece a la candidata X— él sí la toma “como un referente” y la destaca, en primer lugar como una rabieta: “Nada más para que se enojen simpatizantes de Claudia Sheinbaum”, y en segundo término, y sobre todo, el señor Gómez Leyva la ha dado a conocer por “el hecho de que es la primera y hasta el momento única encuesta presidencial que ha puesto arriba a Xóchitl Gálvez”.
  • Aguilar Camín, entrevistado por Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula, dijo que “está cambiando la marea política” porque, desde el segundo debate presidencial, “empezamos a ver alguna encuesta en donde ya hay un empate o por lo menos algo muy cercano a una ventaja de Xóchitl Gálvez, la encuesta de Massive Caller. La descalifican mucho, la descalificó la propia candidata Sheinbaum: no sé por qué le preocupa tanto si es tan mala la encuesta”.

¿Ciro admite que promociona la encuesta menos honesta solo para molestar a sus críticos y también —y muy especialmente— porque pone adelante a Xóchitl, aunque se trate clarísimamente de un estudio pagado por la aspirante presidencial de derecha? Se esperaría más de un periodista tan inteligente como Gómez Leyva. Sus razones para difundir estudios corruptos las puede explicar nada más el resentimiento: está enojado con el presidente López Obrador y esa es su manera de responder a los cuestionamientos frecuentes que recibe en las mañaneras. Ojalá Ciro cambie de actitud, ya que el encono estorba en la difícil búsqueda de argumentos objetivos para tratar de entender la realidad.

Por lo demás, un intelectual reconocido como Héctor Aguilar Camín no debería batallar para comprender por qué a una mujer de ciencia como Claudia Sheinbaum le preocupa la difusión de encuestas compradas y vendidas. La candidata presidencial de Morena, por haber pasado tanto tiempo en las aulas universitarias, lógicamente se molesta ante cualquier acto de deshonestidad intelectual. Claudia fue estudiante de excelencia en licenciatura, maestría y doctorado; ha sido sobresaliente su trabajo docente, y sin duda ha realizado aportaciones valiosas en ciencia y tecnología. Entonces, resulta apenas natural que le enfaden acciones intelectualmente corruptas, como pagar encuestas para alterar resultados, tengan o no efectos en la campaña presidencial que ella lidera con ventajas de dos dígitos, según todas las mediciones verdaderamente imparciales.