La mentalidad del típico ciudadano producto del sistema educativo, mediático y cultural del imperio estadounidense es muy singular.

Por un lado creen, sin ningún fundamento, que su educación es “la mejor del mundo” (Dinamarca es #1), el mejor sistema de “salud”, del mundo (el primer lugar se lo lleva Taiwán, E.U. es el número 38), que los ciudadanos de su país son los más “libres” (EU es el país con más encarcelados del mundo, por encima de China, que le cuadruplica en número de habitantes) y así podemos seguir, parámetro por parámetro.

En donde si sigue siendo líder EU es en gasto en industria bélica. No necesariamente en calidad ni cantidad, sino en la enorme cantidad de recursos (en buena parte, papel “impreso”) en dólares que destinan al denominado complejo militar industria, un billón de los nuestros (trillón de los suyos) cada año. Un millón de millones de dólares destinados a la muerte y a la destrucción de países pobres, o empobrecidos.

Ahora, con la aparición de supuestos drones “gigantes”, principalmente en la zona de Nueva Jersey, el país que más personas ha matado con ataques con estas naves no tripuladas (cerca de 21 mil) está paranoico y temeroso de estos aparatos.

Entre los mensajes descabellados que han aparecido en redes sociales, se encuentran teorías de que son drones provenientes de una “nodriza” de origen iraní, o de naves que están buscando una presunta “arma nuclear” en territorio norteamericano.

¿Ahí vienen los drones? Lo más probable es que este se trate de un episodio más de paranoia “americana”, como aquel invento del “síndrome de la Havana”, una presunta “arma sónica” cubana que terminaron ataques de pánico de personal estadounidense destacado en la isla.