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El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un Decreto que mandata que a partir del segundo trimestre del presente año, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) quedará cerrado “para las operaciones de los concesionarios y permisionarios que proporcionan el servicio al público de transporte aéreo nacional e internacional regular y no regular exclusivo de carga”, para dar mayor movilidad a las actividades de pasajeros, lo que ha causado polémica de varios analistas y opositores políticos que ven en esta medida una acción precipitada por parte del Gobierno de la Cuarta Transformación que causara problemas a la economía y la cadena de suministros.

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), a donde se mudaran las operaciones de carga aérea nacional e internacional, es una buena opción ya que este nuevo aeródromo tiene varias ventajas sobre la terminal aérea de la Ciudad de México como son que hay una mayor cantidad de slots para las aerolíneas cargueras lo que facilitaría su operaciones, las revalidaciones serían más expeditas, almacenes y patio de maniobras más amplios y la ubicación del inmueble cercana a los almacenes de distribución y la zona industrial de Tultitlan y Tepotzotlán, en el Estado de México lo que evitaría también que los autotransportes entren a la capital del país.

La terminal aérea de Santa Lucia, también presenta desventajas, como es que no hay la suficiente seguridad en los caminos cercanos al aeropuerto, lo que podría causar robos, hay poca experiencia de los agentes aduanales que tienen que realizar los trámites para la exportación, e importación de mercancías, las inversiones que han hecho las líneas aéreas cargueras en el aeropuerto de la capital del país para mejorar sus operaciones se perderían y lo que más afectaría sería que México no cuenta en la actualidad con la Categoría 1 lo que impide que se abran nuevas rutas a Estados Unidos, por lo que varias aerolíneas mexicanas no podrían tener operaciones con origen o destino del AIFA al país de las barras y las estrellas.

La degradación a categoría de seguridad 2 impuesta por la Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) conlleva a que las aerolíneas mexicanas de pasajeros o carga no puedan abrir nuevas rutas a Estados Unidos ni participar en operaciones de código compartido con empresas estadounidenses. Además, la FAA aumentará el escrutinio sobre los vuelos operados desde México.

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Las líneas aéreas de pasajeros y cargueras estadounidenses si tienen permitido actualmente abrir nuevas rutas y pese a que el país azteca no cuenta con la Categoría 1, el lanzamiento de nuevas conexiones con destinos mexicanos desde la Unión americana ha incrementado, por lo que estas empresas también podrían abrir nuevas rutas desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

El transporte aéreo tiene una importancia primordial para las cadenas de suministros para la producción ya que permite viajes rápidos y convenientes, incluso a áreas remotas a las que no llegan otros modos de transporte, y facilita el crecimiento económico, el comercio y las inversiones; los productos perecederos es conveniente que se trasporten vía aérea y se conserven sus cualidades alimenticias y utilidad como materia prima para la industria.

En el nuevo aeropuerto instalado en el Estado de México ya se hacen operaciones de carga y la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), entregó la primera concesión para prestar el servicio público de transporte aéreo nacional de mercancías a la empresa mexicana TM Aerolíneas “Awesome Cargo” para operar vuelos de carga desde y hacia (AIFA).

La compañía DHL Express anunció hace unos días que cuenta con la firma JC JFK cargo como socio para utilizar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, sin embargo, señalaron que esto aun llevará tiempo para su implementación, además de alistará otro paquete de inversión en México que dará soporte a sus operaciones en los próximos 20 años.

Si bien es cierto hay empresas aéreas de carga que están interesadas en tener operaciones en el AIFA, hay otras que no lo están. Air France KLM, Grupo Avianca y Tampa Carga, alegan que mover sus operaciones de transporte de carga al nuevo aeropuerto atenta contra el modelo de negocios, eficiencia y logística de esas empresas y con ello toda la cadena de proveeduría.

Air France KLM señalan también que en los últimos años ha invertido una gran cantidad de recursos en el almacén fiscalizado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, además de la contratación de personal por lo que moverse al aeródromo del Estado de México significaría perder esas inversiones y despedir a un gran número trabajadores.

Lo que es cierto es que, en la terminal aérea de la capital del país, hay congestionamiento por lo que se encarecen los slots, hay tardanza para la entrega de papeles de la carga a los clientes, retrasos para la autorización para maniobras, los almacenes son reducidos y las mercancías muchas veces se quedan en los patios, los precios de maniobras, custodia, y almacenaje son muy altos.

La línea aérea Fedex aterrizaba sus aviones en el aeropuerto de Toluca y hacia un tránsito interno desde esa terminal aérea al aeródromo de la capital del país donde se hacia la operación aduanal.

Las líneas cargueras deben de poner en la balanza los pros y los contras de mudar su operación al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. El nuevo aeropuerto tiene muchas ventajas para llevar las operaciones de carga.