Estamos a muy pocos días de que arranquen las Olimpiadas en París 2024, ¡y claro!, este evento tiene su lado controversial. Pues mientras hay mucha gente que disfruta de esta justa deportiva, hay otro sector de la población que consideran a este tipo de encuentros como un “vestigio de explotación humana”, dado que muchos de los atletas que se participan en la justa deportiva son adolescentes; pero esa es otra historia, digna de desarrollar en otro espacio.
Lo que sí es un hecho incuestionable, es que Air France, la aerolínea bandera de país galo es uno de los patrocinadores de estos Juegos Olímpicos. Mucho se ha hablado de este tipo de patrocinios y participaciones de empresas, pero sin conocimiento de cómo funcionan las líneas aéreas, y es que se tiene la idea de que las aerolíneas exitosas en el mundo son cien por ciento privadas.
Ya saben, el típico discurso neoliberal de que el Estado debe adelgazar sus obligaciones, y dejarlo todo en manos de “empresarios” que sí saben administrar. Pues esto no es más que una falacia. Air France vio la luz en un ya lejano 1933, y en ese periodo “entre guerras”, gracias a la fusión de varias líneas aéreas vio la luz esta famosa aerolínea francesa, que en 1946 fue estatizada, justo un año después de que terminara la Segunda Guerra Mundial.
57 años después, en 2003, el gobierno tomó la determinación de fusionarla con otra aerolínea, con la neerlandesa KLM Royal Dutch Airlines, y ahora el Estado francés tiene una participación del 44%; el resto es capital privado tanto de Países Bajos como de Francia.
En efecto, hay muchas líneas aéreas que tienen un esquema “híbrido”. Las asiáticas en su mayoría son empresas estatales y de facto son las que más éxito tienen, así que ojalá y de una buena vez se vayan quitando las telarañas de que la aviación estatal está destinada al fracaso.
Regresando al caso de Air France, desde el año pasado anunció que la aerolínea sería socia de los Juegos Olímpicos que se llevarán a partir del 24 de julio y hasta el 11 de agosto de este año, y que tienen como finalidad llevar los juegos “a la calle”.
La declaración de la directora general de Air France, Anne Rigail, fue recogida por diferentes medios:
“Los equipos de Air France ya están movilizados para que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 sean un éxito. Los trabajos preparatorios comenzaron hace varios meses y se intensificarán hasta el próximo verano para transportar a los atletas y a los aficionados a las distintas sedes olímpicas y paralímpicas. Se trata de una verdadera aventura humana que nuestros 38,000 empleados -pilotos, tripulación de cabina y personal de tierra- están deseando compartir con los visitantes del mundo entero”
Anne Rigail,
Motivadora declaración; sin embargo, una polémica se cierne sobre Air France, y es que hace pocos días, en diferentes medios europeos salió una noticia nada agradable para la línea aérea.
El periódico español Cinco Días tituló una nota: “Air France abre el año con 480 millones en rojo a la espera de los Juegos Olímpicos de París”. Según la información recabada por el periodista J.F. Magariño las cifras del grupo Air France-KLM sufrieron un terrible desplome durante el primer trimestre de este año, en una primera instancia por los problemas laborales que se han presentado en Francia con la clase trabajadora, como es el caso de los controladores aéreos de dicho país, y por otra parte el desplome está relacionado con la caída que ha tenido la aerolínea en su segmento de carga.
Dicho fenómeno ha resultado en pérdidas de alrededor de 480 millones de euros, y eso que la recuperación post pandemia ha sido muy benéfica para todo el sector aeronáutico.
Otro factor que les preocupa es que en lugar de incentivar el traslado de pasajeros, el número de turistas está sufriendo un decrecimiento, pues la gente no quiere viajar a París este verano, precisamente porque en la ciudad de la luz tendrán lugar los Juegos Olímpicos.
Es irónico, pues sería fácil imaginar que este tipo de eventos detonaría a su máximo potencial el turismo, pero es lo contrario, la gente huye de las aglomeraciones, o de que su atracción favorita se vea convertida en escenario para la justa deportiva, y no la pueda disfrutar cuando el deporte es algo que no está dentro de su agenda de intereses personales.
Sobre este particular, el Diario de Galicia recaba que “… La ausencia de turistas podría costar a la compañía aérea entre 160 y 180 millones de euros menos de ingresos entre junio y agosto…”. En buen español podríamos decir que la gente está esperando a que pasen los juegos olímpicos para visitar París.
A pesar de estos puntos negativos, Air France no se amilana y sigue adelante con su participación. Lanzaron una campaña en medios muy llamativa, donde nos dicen que “están orgullosos de recibir al mundo, la elegancia es un viaje”.
Y es que los franceses lo saben muy bien, sobre todo los parisinos, que tienen en su ADN un “je ne sais quoi”; me refiero al famoso “joie de vivre”. No fue casualidad que Don Porfirio Díaz haya sucumbido ante la cultura gala, sobre todo la parisina.
En un video de escasos 15 segundos de duración podemos ver a una mujer, que lleva en el rostro los colores de la bandera de Francia, evocando a la mítica Marianne y la República francesa, y los colores imitando el movimiento de una bandera.
Con el mismo concepto se hicieron varias fotografías, mismas que serán ubicadas en el Aeropuerto “Charles de Gaulle”, en sus salas VIP, pero también en el Aeropuerto Orly, así como en distintos puntos de la ciudad donde se llevarán a cabo las competencias deportivas.
También estarán en otras ciudades donde se llevarán a cabo cierto tipo de justas deportivas, como los son las ciudades de Marsella, Lyon y Nantes.
Cierro hablando de la publicidad que la Ópera Nacional de París lanzó con respecto a los Juegos Olímpicos, y la antorcha olímpica. En un minuto con 22 segundos, teniendo de fondo la música del Lago de los cisnes del ruso Piotr Ilich Tchaikovski, nos muestran de manera excelsa, emotiva y contundente todo el trabajo de los bailarines detrás de cámara, el enorme esfuerzo previo que hicieron, hasta llegar a su presentación en la Place de la Bastille, acompañados de la antorcha olímpica, en el contexto de la “olimpiada cultural”.
Deseo que sea afortunado el esfuerzo de Air France, y confío en que la justa olímpica sea un éxito, en todos los sentidos. El mundo necesita ese remanso, nos grita todos los días que necesitamos este tipo de ejercicios de tolerancia. Lo dijo Víctor Hugo: “La tolerancia es la mejor religión”.