Sabemos que la aviación, aunque se va transformando día con día, a veces se toma un poco más de tiempo. El pasado mes de marzo se llevó a cabo en la ciudad francesa de Toulouse el “Airbus Summit 2025” y fueron dos días de conferencias de las que ahora voy a hablar.
Presencié las transmisiones de los dos días; la hora fue la de Francia, así que la información se generaba literalmente en la madrugada. Ya les hablare en una columna posterior, a grandes rasgos, de la bienvenida que hubo en este evento, pero ahora quiero entrar al tema que más expectación generó.
Hemos abordado la importancia de que la aviación comience a precipitar su transición a las energías verdes, esto es a la utilización de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), sin embargo, sabemos que este combustible es caro, y no en todos lados se produce, por lo que estamos, por decirlo así, “aún en pañales”.
No obstante, los esfuerzos de la industria aeronáutica se siguen enfocando en el desarrollo, fabricación, distribución y venta de SAF a las líneas aéreas. En Airbus, la fabricante de aviones francesa, han puesto los ojos en otro combustible, y sin empacho lo llaman “el futuro”.
Nos referimos a la utilización de hidrógeno y de hecho ya están trazando su hoja de ruta, pues su meta es la de liderar a la aviación comercial durante las próximas décadas. Yo no puedo ignorar lo mucho que Airbus ha venido a revolucionar a la industria.
Antes de que entremos de lleno a los planes con el hidrógeno como combustible, vayamos a lo que está pasando el día de hoy, y por qué digo que Airbus es “revolucionario”.
Los aviones de cabina estrecha -o un solo pasillo- históricamente han sido utilizados para vuelos de corto o mediano alcance; y cuando una aerolínea se aventura a realizar en ese tipo de equipos un vuelo de largo alcance, lo hace realizando varias escalas.
Por ejemplo en la antigua Mexicana de Aviación se hacía el vuelo a Buenos Aires, el cual era de largo alcance. Había varias formas de llegar al destino, una opción de vuelo era salir de la Ciudad de México y de ahí hacer escala en Cancún, para dirigirse al Aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, Argentina.
Otra opción -que también tuvimos durante varios años- fue salir de México y hacer escala en Lima, Perú para posteriormente emprender ruta con destino a Buenos Aires, y lo hacíamos en un equipo Boeing 757 de mediano alcance, que podía volar distancias más largas, siempre y cuando se hiciera una escala.
Habrá quien diga, porque ya me he topado con esos comentarios, que volar en un avión de un solo pasillo en un vuelo de largo alcance les parece una tortura (y eso que van sentados y no trabajando como los sobrecargos). El nuevo A321neoXLR, de Airbus es ese avión de cabina estrecha, pero capaz de hacer vuelos de largo alcance.
El sueño dorado para las aerolíneas comerciales, pues este avión además de economizar el gasto de combustible, resulta ser compatible para utilizar SAF, lo que lo vuelve muy atractivo. La aerolínea española Iberia es quien actualmente oferta el primer vuelo trasatlántico en este modelo de avión, y quienes han tenido la oportunidad de volar con ellos, han referido la comodidad de los asientos.
De entrada, el equipo cuenta con motores más silenciosos, los CFM LEAP-1, control del aislamiento sonoro que hace que el ruido de estos sea casi imperceptible, hay una mejor gestión de la temperatura de la cabina, además de la iluminación especial para cada etapa del vuelo, con la que se busca mitigar los efectos del “jetlag”.
Al tener compartimentos superiores mucho más grandes, es más cómodo al poder dejar libre el lugar frente al asiento, para poder estirar las piernas, además del diseño de los asientos en turista no son tan reducidos, lo que permite tener una sensación de amplitud.
Por ahora Iberia lleva la voz cantante como pionera en vuelos transcontinentales, pero esperen, que United Airlines ha pedido más de 50 de estos equipos, ¿para qué creen ustedes? para empezar ellos también a ofertar este tipo de vuelos que permite transportar a 182 pasajeros en una cabina con dos clases: ejecutiva y turista.
Ya se alistan a su vez las aerolíneas de bajo costo, lo que permitirá a mucha gente, sobre todo de países en vías de desarrollo, poder montarse en un avión e ir a conocer el otro lado del Atlántico, porque van a bajar los precios para los consumidores.
Y mientras esta revolución se está dando en nuestras narices, Airbus ya prepara la siguiente, y es que se ha comprometido a que próximamente echará a volar un avión comercial totalmente eléctrico, pero impulsado por hidrógeno, así lo dijo el director de programas futuros de Airbus, Bruno Fichefeux:
“El hidrógeno está en el corazón de nuestro compromiso de descarbonizar la aviación. Aunque hemos ajustado nuestra hoja de ruta, nuestra dedicación a los vuelos propulsados por hidrógeno es inquebrantable. Al igual que hemos visto en el sector de la automoción, los aviones totalmente eléctricos propulsados por células de combustible de hidrógeno tienen el potencial a largo plazo de revolucionar el transporte aéreo para bien, complementando la vía del combustible sostenible para la aviación.
Estas tecnologías dentro del marco de un nuevo concepto teórico de avión de hidrógeno impulsado por cuatro motores eléctricos de propulsión de 2 megavatios, cada uno de ellos accionado por un sistema de células de combustible que convierten el hidrógeno y el oxígeno en energía eléctrica.
Los cuatro sistemas de células de combustible se alimentarán mediante dos depósitos de hidrógeno líquido. Este concepto seguirá perfeccionándose en los próximos años, a medida que las pruebas adicionales ayuden a madurar las tecnologías asociadas al almacenamiento y distribución de hidrógeno, así como a los sistemas de propulsión”.
Bruno Fichefeux, director de programas futuros de Airbus
Ya en el año 2023 Airbus demostró que puede llevar con éxito un sistema de propulsión de hidrógeno, y el año pasado completaron las pruebas para el uso de la célula de combustible integrada, por lo que en colaboración con Air Liquide Advanced Technologies, han desarrollado el “Liquid Hydrogen BreadBoard (LH2BB)” en la ciudad de Grenoble, Francia.
Ya tienen agendadas las pruebas que harán en tierra para el 2027; al respecto el responsable del proyecto ZEROe de Airbus, Glenn Llewellyn destacó:
“Más allá de las tecnologías aeronáuticas, Airbus seguirá fomentando el surgimiento de una economía de la aviación basada en el hidrógeno y el marco normativo correspondiente, que también son factores críticos para el advenimiento a escala de los vuelos propulsados por hidrógeno.
En los últimos cinco años hemos explorado múltiples conceptos de propulsión por hidrógeno, antes de optar por este concepto totalmente eléctrico. Confiamos en que pueda proporcionar la densidad de potencia necesaria para un avión comercial propulsado por hidrógeno y que pueda evolucionar a medida que perfeccionemos la tecnología.
En los próximos años, nos centraremos en avanzar en los sistemas de almacenamiento, distribución y propulsión, al tiempo que abogamos por el marco normativo necesario para garantizar que estos aviones puedan alzar el vuelo”.
Glenn Llewellyn, responsable del proyecto ZEROe de Airbus
Lo dijo Julio Verne: “Cuántas cosas han sido negadas un día, solo para convertirse en realidades el siguiente”. Estamos más que ansiosos por ver con nuestros propios ojos, un nuevo capítulo increíble para la aviación comercial.