Siempre leo o escucho a los críticos de la 4T. Uno de los más duros es el publicista Carlos Alazraki. ¿Dije crítico duro? Más bien durísimo: suele utilizar palabras excesivamente fuertes —es su derecho— para cuestionar a la presidenta electa Sheinbaum y al presidente López Obrador.

Alazraki me simpatiza. No me cuesta trabajo estar en desacuerdo con él, pero platicamos bastante a gusto. Él ha opinado acerca de una de las preguntas del tracking ClaudiaMetrics: la de si Claudia Sheinbaum debe seguir con las mañaneras de AMLO o no.

Para Alazraki, si Claudia implementara un modelo de comunicación parecido al de Andrés Manuel, ella cometería un grave error porque “confirmaría que es un clon”. Desde luego, no estoy de acuerdo, pero respeto lo que el publicista dice.

Según Alazraki, copiar el estilo tan peculiar de comunicar de AMLO llevaría a que la gente lo comparara con Claudia, y esto no favorecería a la presidenta electa porque ella no tiene ni el carisma ni la personalidad ñera del presidente López Obrador.

En el tracking ClaudiaMetrics la gente entrevistada piensa de otra cosa: la mayoría prefiere que Sheinbaum siga con las mañaneras. Ni hablar.

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Considera Alazraki que la presidenta Sheinbaum no tiene capacidad para aguantar 15 horas a la semana hablando, como lo hace AMLO, de toda clase de asuntos sin aburrir al público.

Alazraki asegura que Andrés Manuel demostró en estos 6 años que no es un estadista, sino un ñero, esto es, un cuate de la raza, diría El Bronco: el ñero de las mañaneras.

En México ñero significa amigo íntimo, compañero inseparable. En efecto, Andrés Manuel ha sido el compañero inseparable del pueblo: es la verdad. Si AMLO, como dice Alazraki, no actuó como estadista, quizá se deba a que ha sido algo más: un hombre del pueblo que llegó al poder para ayudar a su gente. Es mi opinión, que desde luego no coincide con la del prestigiado publicista.

Para Carlos Alazraki, experto en marketing, AMLO en todo momento supo identificar a qué segmento de la población se dirigía, y logró conectar con su público.

¿Podrá hacerlo Sheinbaum? Alazraki cree que ella, si se aplica, puede llegar a ser una estadista. Pero Claudia, sostiene el publicista, jamás será una ñera, la amiga de todo el mundo: Sheinbaum no podrá ser nunca la ñera de las mañaneras. Interesante tesis que puede, o no, ser cierta.

Alazraki le recomendaría a Claudia alejarse totalmente del estilo de comunicación de AMLO. Pero, claro está, la presidenta Sheinbaum, como reconoce el publicista, hará en la presidencia de México lo que ella considere que deba hacer.

Entonces, si obedece a los mexicanos y a las mexicanas, Sheinbaum probablemente continuará con las mañaneras, como se lo pide en el tracking diario ClaudiaMetrics más del 50% de nuestra sociedad.

La gente, resulta clarísimo, de plano no coincide con las opiniones de los críticos de la 4T. ¿Quién se ha equivocado más veces? Los críticos, creo.

El New York Times y las mujeres

En política interna hay una clara división de opiniones entre el pueblo de México y la comentocracia. Pero el consenso es posible, como lo demuestra la unanimidad relacionada con las elecciones presidenciales de Estados Unidos: prácticamente todos los mexicanos y todas las mexicanas deseamos el triunfo de Kamala Harris y la derrota de Donald Trump.

El problema radica en si la sociedad estadunidense está preparada para decir NO al patriarcado. Esta duda la tuvo mucha gente cuando el nombre de Claudia Sheinbaum empezó a escucharse ligado a una frase: favorita para ser candidata presidencial de Morena. La respuesta de muchos millones de votantes fue que la sociedad mexicana estaba más que preparada para elegir a una presidenta.

Hoy en Estados Unidos la comentocracia se hace la pregunta. El mejor ejemplo es un artículo del New York Times del 22 de julio de 2024: “Mucho ha cambiado para las mujeres desde 2016. ¿Qué significa eso para Kamala Harris?”. Se trata de un texto bastante amplio redactado por tres mujeres y un hombre: Patricia Mazzei, Jenna Russell, Christina Morales y Richard Fausset. Sintetizo enseguida tal reportaje:

  • ‘En los ocho años transcurridos desde que Hillary Clinton no ganó la presidencia estadounidense, la fuerza laboral creció por primera vez para incluir a más mujeres con educación universitaria que hombres con educación universitaria’.
  • ‘El movimiento #MeToo expuso el acoso sexual y derrocó a hombres poderosos’.
  • La corte suprema anuló el derecho al aborto.
  • ¿Tales factores marcarán la diferencia a favor de la vicepresidenta Kamala Harris?
  • Kamala deberá superar ‘algunas de las mismas preguntas de elegibilidad a las que se enfrentó la señora Clinton en una nación que, a diferencia de muchas en todo el mundo, aún no ha elegido a una mujer como su líder’.
  • La contienda presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump ‘representaría una especie de revancha’. Recordemos que Trump derrotó a Hillay Clinton en 2016 ‘a pesar de que ella ganó el voto popular por un amplio margen’.
  • Ahora ‘la dinámica sería incuestionablemente diferente’.
  • Kamala no carga con los antecedentes de Hillary, esposa de un popular presidente, Bill Clinton, y funcionaria de primer nivel con otro, también con altos niveles de aprobación, Barack Obama.
  • Trump, en cambio, es ahora muy conocido por ‘haber cumplido un mandato turbulento’.
  • Kamala Harris es negra y de ascendencia del sur de Asia.
  • ‘Estados Unidos no es el mismo que hace ocho años’.
  • Una mujer dijo en el reportaje: ‘Las mujeres están más enfadadas, y eso podría ser motivador’.
  • A la citada mujer le molestan los comentarios y acciones sexistas de Trump, así que ‘una mujer presidenta podría ser más posible ahora’.
  • El principal riesgo que enfrenta Kamala es el patriarcado, que sigue vivo y poderoso.
  • No debería ser parte de la discusión, como punto central, el género de quienes se dedican a la política, ya que es un tema que ‘no parece tan relevante en otros países’: el Reino Unido ha tenido tres primeras ministras y México eligió a su primera mujer presidenta este año.
  • Pero hay atraso en Estados Unidos, que en toda su historia no ha tenido ninguna presidenta.
  • ‘Julia Blake, de 80 años, de La Jolla, California, dijo que había pasado mucho tiempo discutiendo en el club de lectura sobre si una mujer podría ser elegida presidenta. Una tras otra, mujeres profesionales, con doctorados y maestrías, dijeron que pensaban que la respuesta era no’.
  • Indigna a la señora Blake que existan mujeres en Estados Unidos que repitan año con año: ‘Nunca conseguiremos una presidenta’.
  • Joe Biden obtuvo el 55 por ciento del voto femenino en 2020, en comparación con el 54 por ciento de Hillary Clinton en 2016.
  • ‘El apoyo a Trump entre las mujeres creció ligeramente al 44 por ciento en 2020, frente al 39 por ciento en 2016′.
  • Preocupa a algunas personas que Trump haya perdido ante un hombre (Biden) pero derrotado a una mujer (Clinton).
  • Hillary no ganó, pero ‘cambió la idea de lo que era posible’, según la politóloga Christina Wolbrecht, quien dijo: ‘Después de Hillary Clinton, la gente se siente cada vez más cómoda con la idea de una mujer presidenta’.
  • Donald Trump explícitamente ha señalado que vale la pena destacar su género: macho.
  • Entonces, Kamala Harris también lo hará: ‘Se apoyará en el hecho de que es una mujer’.
  • ‘Votantes demócratas dijeron que una candidata tal vez ayudaría a amplificar el problema más fuerte’: el acceso al aborto’.
  • Una mujer de 69 años dijo: ‘No es solo el aborto; son los embarazos problemáticos los que tienen a tantas mujeres preocupadas por lo que van a hacer, y puedan obtener la atención médica que necesitan’.
  • Alguien opinó que algunas mujeres no simpatizaban con Hillary porque la vieron demasiado cerca de su esposo en los conflictos extramatrimoniales de Bill Clinton.
  • Dijo esa persona: ‘Hillary tendía a ser un poco arrogante y no tan agradable, a pesar de que estaba tan preparada’.
  • Por fortuna, ‘más mujeres son ahora veteranas de las campañas políticas’.
  • Una mujer de 57 años dijo que mujeres como ella eran nuevas en la política cuando hicieron campaña contra Trump en 2016, pero ahora sus redes informales, ‘en gran parte dirigidas por mujeres’, se ‘han convertido en máquinas electorales duraderas y probadas en batalla’.
  • A esa mujer le emociona la posibilidad de que Kamala ‘haga historia’.