En medio de la grave crisis social y política institucional que vive la República de Colombia en los últimos meses , se presenta la relación de una empresa de seguridad privada , asentada en el estado de la Florida y abocada a la exportación, precisamente desde Colombia, de sicarios paramilitares tal y como al efecto ha quedado de manifiesto en el trágico magnicidio acaecido en días recientes en Puerto Príncipe, Haití.
Por lo demás, en medio de tan truculentos acontecimientos, la cancillería mexicana colocó al frente de nuestra misión diplomática en Bogotá, a un hombre estrechamente ligado al defenestrado rector de la Universidad de la Américas-Puebla.
Al frente de la cancillería, Luis Ernesto Derbez promovió el ascenso a embajador y la designación de representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA) de Alejandro García Moreno Elizondo, ordenado el reconocimiento retroactivo de dichas promociones así como la respectiva asignación de los emolumentos conducentes , a partir de una fecha previa a la aprobación de las mismas por parte del Senado.
Decidida promoción y respaldo que le fuera brindado por Derbez pese a que, en esos precisos momentos, García Moreno se encontraba sujeto a indagatorias ministeriales e investigaciones administrativas derivadas de la conducta falsaria que al efecto observaría al frente de la misión consular en San Antonio, Texas.
Designado ex profeso cónsul con el deliberado propósito de ocultar y desvirtuar información clave para la seguridad nacional del país que le llevaría incluso a destruir y falsificar documentos que por definición deben acrecer al archivo histórico de nuestra cancillería.
El 19 de octubre de 1994 fue detenido con fines de extradición a México el abogado Enrique Fuentes León en San Antonio, Texas; con motivo de lo cual, tanto agentes de inmigración como de la DEA, entre los que se encontraría Gary Renick , habrían rendido declaración jurada ante el Juez John W. Primomo.
El testimonio rendido en la ocasión, dejaría constancia de que el detenido Fuentes León se encontraba al momento de ser arrestado acompañado del diputado mexicano Manuel Muñoz Rocha, considerado un testigo clave para poder esclarecer algún día los trágicos sucesos del fatídico año de 1994.
Constancia imperecedera, asentada al efecto tanto en fojas del expediente SA94-CR516M como del respectivo SA94-CR377, tramitado ante la Corte Federal de Distrito con jurisdicción en la zona sur del estado de Texas
Información clave para desentrañar los homicidios de Luis Donaldo Colosio Murrieta y José Francisco Ruiz Massieu, deliberadamente desvirtuada e incluso alterada y destruida por parte de nuestro hombre en Bogotá contando ante los señalamientos esgrimidos en su contra por tan grave conducta por el defenestrado rectos al que se le ha señalado como eslabón clave en el desfalco de la Fundación Mary Street Jenkins.
A una generación de haberse suscitado los terribles acontecimiento que sacudieron el alma misma de la nación en el fatídico año de 1994, podrán erigirse acaso en la llave que explique las eventuales conexiones que al efecto habrían sido urdidas tanto a partir de la exportación de sicarios desde Colombia , las mismas que eventualmente incluiría las aristas de la “Operación Gedeón”; con el financiamiento de la USAID a las cadenas de transmisión de mensajes digitales desplegadas desde Miami con antelación a las protestas surgidas en la Habana; así como con el traslado de los fondos que otrora correspondieran a la Fundación Jenkins, la fundación de mayor relevancia en México sino es que en toda el área del Golfo y el Caribe , ahora estacionados claramente de manera ilícita en Panamá y Barbados.
Muchas historias secretas podrían ser esclarecidas , no cabe duda, tanto por el defenestrado rectos Luis Ernesto Derbez, como por nuestro hombre en Bogotá el embajador Alejandro García Moreno Elizondo.