En el fondo, Morena aprendió la lección de lo que aconteció en las pasadas elecciones del 2021. En efecto, muchos se vieron sorprendidos con los resultados de las 16 alcaldías. Fue un estupor y, en gran medida, un golpe duro para la izquierda, por lo que significa el centro del país. De ese modo, hubo quienes se sacudieron la responsabilidad de lo que pasó; pasaron muchas versiones y conspiraciones. De hecho, varias veces la intriga palaciega rondó la oficina del presidente López Obrador.

Eso suele suceder en los altos niveles de la política nacional de nuestro país. La verdad es que, la única razón, fue la dura crítica que lanzaron las clases medias de la capital. En ese sentido, decidieron darle la espalda a Morena, aunque a muchos les parezca utópico, pues son sectores que, de cierta forma, tienen más emancipación en la toma de decisiones. Es muy difícil que ejerzan una influencia o poder político en ellos. Incluso, esos mismos sectores se han quejado de la falta de espacios para la participación. Por esa razón, su manifestación en las elecciones intermedias se hizo sentir.

Por ejemplo, la Cuauhtémoc con Néstor Núñez, que gobernó la alcaldía del 2018 al 2021, fue una de las mejores calificadas. Tuvo, políticamente hablando, una de las más productivas gestiones al frente. Fue capaz de construir avances importantes y, en medio de su trabajo, el respaldo social alcanzó niveles muy significativos de apoyo ciudadano. Pero, como atestiguamos en 2021, esa delegación se perdió por factores externos; no fue responsabilidad de Núñez, claro está; tampoco decidieron bien en el perfil que postuló Morena y, como percibimos, eso de igual forma influyó.

Pero el punto crucial del proceso electoral fue la decisión que tomó la clase media que, durante este lapso, fueron desdeñados por otros cuadros al interior de Morena. Indudablemente, ese fue el principal factor y la piedra angular del ejercicio. Digamos que, esa inercia, fue la que llevó a la oposición a ganar el mayor número de alcaldías. Sin embargo, lo más sencillo, para algunos, fue buscar culpables que, de ninguna manera, tuvieron injerencia.

Si de lo que se trata es de encontrar el motivo principal, fue el desdén que vivieron las clases medias. Y no solamente ellos, de igual manera los intelectuales, comunicadores, los científicos, académicos y grupos estudiantiles. Empero, si comparamos ese momento con el que actualmente vivimos, hay condiciones para que Morena gane la elección. De entrada, la oposición no logró consolidar una agenda de trabajo; la mayoría de alcaldes de la derecha han fracasado y, en ese sentido, se abre la posibilidad para que Morena recupere puntos importantes.

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Uno de ellos, claro está, es la alcaldía Cuauhtémoc. De hecho, si hoy fueran las elecciones, Morena ganaría la demarcación con más del 40% de la votación. Con respecto a ello, esto significa que, hacia adentro, hay perfiles que están recobrando la confianza de todos los sectores sociales. De eso dependerá mucho la consolidación nuevamente del movimiento, pues hay cuadros que se han echado al hombro esa tarea. Incluso, a unas semanas de haber nombrado a la coordinadora nacional, los demás puestos de elección que estarán en disputa abren el abanico.

En la Cuauhtémoc, por ejemplo, la favorita para quedarse con la candidatura es Catalina Monreal. La realidad es que, hoy por hoy, Catalina ha sabido capitalizar, en ese marco territorial que ha tenido en los últimos meses, cuáles son las necesidades. De hecho, contempló sumar a todos los sectores sociales a la plataforma que camina con ella; asimismo, ha logrado fortalecer una estructura sólida si tomamos en cuenta el efecto de Ricardo Monreal en ese punto.

Y como Catalina Monreal, para este proceso venidero, sabemos que tendrá todo el apoyo y poder político de Ricardo Monreal, nos lleva a tener más fundamentos. En otras palabras, eso fortalece su llegada como abanderada de Morena y, siendo un perfil muy competitivo, tiene las condiciones dadas para arrebatarle la Cuauhtémoc a la oposición. Si partimos de la base que tiene presencia y ha conectado muy bien con el electorado, se puede ir pensando en esa hipótesis.

De hecho, los recorridos territoriales que realizó en el lapso en que Ricardo Monreal compitió por la coordinación, fueron de gran ayuda, pues recorrió los 16 puntos geográficos de la CDMX y, por supuesto, la alcaldía Cuauhtémoc. De esto se fortalece, aún más, su llegada como candidata de Morena. Teniendo en cuenta eso, Catalina Monreal, hoy por hoy, es la favorita para ganar ese punto tan importante para Morena.

Y, para la oposición, no habrá más remedio que entregar la rectoría de la alcaldía Cuauhtémoc a Morena. Así.