Siempre he defendido o intentado defender a otra mujer.

Creo sin duda que en mi persona se encuentra el valor de la sororidad. Me queda claro que como mujeres debemos de apoyarnos y ser solidarias y empáticas con otras.

Pero tampoco podemos defender lo indefendible.

En este caso me refiero al brinco que dio Alejandra del Moral hacia Morena el día de hoy.

Era una de las políticas de la llamada “derecha” que convenció a muchos, incluyéndome.

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Quiso ser gobernadora por el Estado de México. Su rival, Delfina Gómez no le ganó por mucho y eso en el Estado de México realmente fue un triunfo.

Parecía ser competente y honesta. Personalmente me caía bien.

Fue una mujer en la política que me llamaba la atención. Certera al hablar, puntual, educada e inteligente.

Todo muy bien.

No ganó el Estado de México pero sí se ganó una buena reputación.

Pero no ahora. No hoy. Esa ya la perdió.

Cuando desde esta mañana empezó a circular en redes su foto casi casi abrazada de Claudia Sheinbaum. Sonriente pero insegura. Pero ya, con esa foto avisándole a todos que se iría a Morena.

Claudia Sheinbaum le dio la bienvenida en “X”: “Es tiempo de mujeres y es tiempo de transformación” y el texto era más largo todavía. Cómo para convencernos de que Alejandra había querido unirse a las filas de Morena.

No entiendo cómo Claudia Sheinbaum puede recibir en Morena a personas que no han hecho otra cosa más que hablar mal de ellos y de sus integrantes.

Ya se sabe, el presidente ha dicho que esto es la democracia y que así funciona y que las puertas de Morena están abiertas para todos. Pero no debería de ser así.

No, porque Alejandra del Moral no tiene moral. Porque al haber cometido tal chapulineo nos hace saber que le importa todo menos México.

Claudia le abrió los brazos a Alejandra.

Pero Alejandra lanzó un tímido comunicado por X dirigido al guapísimo de Alito, algo así como “voy a seguir siendo intachable pero me voy del PRI, continuaré promoviendo los valores en los que yo creo y más bla, bla, bla”.

Pero nunca se atrevió a escribir el nombre ni de Morena ni mucho menos de Claudia Sheinbaum.

¿Eso es lo correcto? Claro que no. Por eso insisto: ¿porqué en Morena aceptan a quién sea y más que venga de la oposición, como una manera de ganar partidas de ajedrez, como si fuera nada más por venganza?

¿Y México y los mexicanos dónde quedamos en todo esto?

Por supuesto, Alejandra no se atrevió a decir explícitamente que se iría a Morena: ¿a poco le dio vergüenza?

Pues yo creo que sí, porque decir que uno es de Morena o se va a Morena no es ya tan aplaudido por la sociedad mexicana.

Es un partido que se ha quemado bastante y ha venido en declive sin lugar a dudas. Aunque sorprendentemente siga teniendo tanta fuerza.

Me pregunto qué pensó Alejandra del Moral para aceptar algo así.

Me puse a pensar en sus dos hijos pequeños, ¿cómo les explicará cuando crezcan que aceptó irse a un partido que ha fracturado al país entero, tan solo por dinero?

Porque me queda claro, se movió a Morena por una propuesta las sólida, por un puesto ofrecido, por dinero, pues…. No nos hagamos como que no fue así.

Y es que Morena y Claudia saben que el triunfo será para ella. A pesar de que ya se dieron cuenta que no cuentan al 100% con la aprobación de todos los mexicanos, tienen toda la fuerza y muchos otros aparatos políticos que les ayuden a ganar.

Entonces sin duda Alejandra ya se vio con trabajo seguro y un puesto bien pagado, porque ya sabemos que los sueldos en Morena bajitos no son.

Entiendo que Alejandra como madre necesite proveer en su casa el sustento, pero es que todos necesitamos de ello, pero no vendiéndonos, no dejando comprar nuestras conciencias y nuestra honorabilidad

Alejandra del Moral viene a hacer este cambio de partido político a días de las elecciones. Sinceramente no le viene a dar oxígeno al partido de Morena con esto, por el contrario, es un golpe para Morena porque los hace ver como un partido político “patito” que recibe a quien sea de la oposición con tal de sentir que ellos están ganando más terreno que los otros.

Mientras tanto en medio de estos chapulineos, mi país roto, dividido, confundido y perdido.

Todos se pelean los puestos en Morena como buitres, a nadie le importa el país.

Pocos políticos serios apoyan a Xóchitl Gálvez porque no confían en que ella vaya a ganar. Y se de buena fuente que Xóchitl ha invitado a sumarse a su proyecto a varios de ellos pero con la consigna y el aviso de que no podrá pagarles, entonces ahí muchos dicen “no gracias, me voy donde sí hay”.

Ah…. Pobre México.

En qué basurero se ha convertido la política mexicana, que ha olvidado a los mexicanos y nos va abandonando a nuestra suerte.

Es cuánto.