LOS CLAROSCUROS.
“Estoy casada con un hombre viejo y apestoso”. Señalaba la hija de don Manuel Romero Rubio (Carmelita) en una extensa carta a su padrino, Sebastián Lerdo de Tejada. El viejo… Don Porfirio Díaz de 51 años y la joven de 17. (Extracto de Fb “Historia de Tierra Sagrada, mi México).
La óptica de la presente entrega, no lleva atajos de sesgo en contra de una de las épocas gubernativas de mayor auge del México independiente.
Sin embargo la historia es el mayor maestro que nos faculta a identificar factores y disyuntivas que se repiten, aunque no lo deseemos.
Mientras el país tranquilizaba sus impulsos bélicos y entraba de lleno al desarrollo económico, se generaban eventos internos que mantenían prendida la alerta por los disturbios como el de “la Guerra de Huamantla”, donde la ayuda de su compadre Manuel González –tamaulipeco- le fue suficiente para opacar aquella subversión. “Querida Fina –redactaba en una misiva don Porfirio a su primera esposa- Convendría que Laura (esposa de Manuel) viniera a Huamantla, porque nuestro compadre está un poco raspado”.
¿Por qué las distracciones?
El astuto mandatario, en su periodo de 35 años al frente del poder gubernativo de México, además de sentar las bases y condiciones para emerger a este país de la opresión de países distintos que veían a la naciente República como botín, también hizo lo propio para pactar acuerdos con intereses extranjeros que apostaran a su visión de Estado.
No con gobiernos, como EE.UU., sino con poderes de facto de potencias extranjeras.
A la par se construían mientras se llevaban a cabo aquella reyertas, más de 10,000 millas (16 mil 093 kilómetros) de vías férreas por todo el territorio nacional a manos por supuesto de empresas extranjeras.
Florecieron incluso capitales de gran potencia mundial como lo fue la industria textil; con importantes empresas como CIDOSA Compañía Industrial de Orizaba. De los consorcios algodoneros más importantes del mundo, en aquel entonces con 4 mil 200 empleados.
De triste memoria evoca al presente los conflictos que generan gran distracción y disturbio con resultados estremecedores como el Conflicto de Chiapas en 1994; el magisterial de Oaxaca en 2006; los 43 de Ayotzinapa; San Fernando Tamaulipas, los LeBaron de Chihuahua y en todos los casos nos obliga a ‘levantar la ceja’ en franca suspicacia.
Una revista de análisis político, recién publicó los alcances y ‘favorecidos’ por la explotación del llamado oro blanco. Un mineral que se encuentra presente en territorio mexicano –principalmente en Sonora- y se ubica como “el mayor yacimiento mundial de litio en roca”.
¿Y eso qué? Sólo un par de aplicaciones de ejemplo. Las fuentes de energía (baterías) que usted y yo conocemos para el uso de telefonía celular, provienen de este mineral.
El depósito que hará que los vehículos eléctricos transiten, se basa en baterías de litio.
La concesión de explotación minera en el pueblo de Bacadehuáchi, Sonora a la compañía Bacadenora Lithium de capital canadiense y de intereses chino-americanos, fue ‘regalada’ en pesos desde años atrás por los gobiernos en turno y a valor actual, las empresas se han sacado la lotería muchas muchas veces más a razón actual de 17 mil 600 dólares por tonelada.
“Sonora es un proyecto que durará 300 años, con costos operativos bajos; donde produciremos baterías de litio para vehículos eléctricos de alta calidad.” apunta uno de los directivos de la firma.
Odebretch no significaría nada –como no fuera la quiebra de la paraestatal PEMEX-, en comparación de esta explotación de grandes proporciones. De las que la nación sólo verá su paso a bolsillos extranjeros. Otra vez.
Y entonces quizá seguiremos siendo testigos de distractores y confrontaciones que desvían la mirada del feroz atraco a la vapuleada soberanía, como en aquellos años harían al petróleo.
COLOFÓN. Aunque a Don Vicente no le tocó “de 17”, doña Marthita de Fox cumplió a cabalidad el mismo papel. Hasta el COVID les pegó. Dios les cuide; de eso y que no tengan responsabilidad del saqueo a México. Todo apunta a un poquito después. Pero esa es otra historia.
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