Sonora Power
En solo una semana el vendaval de este símil del juego de tronos en que entró la cuarta transformación, logró borrar casi por completo a la oposición, sus afanes, sus grillas y críticas, en pocas palabras, todo mundo hablaba de la 4T, nadie de la oposición.
Eso sin duda forzó la situación y obligó a los de la alianza PRI-PAN-PRD a meter a fondo el acelerador, anunciar su propio método para seleccionar candidato presidencial, ponerle fecha de salida (3 de septiembre) y llevar las cosas.
Su método será híbrido, con 150 mil firmas por aspirante, encuesta, y una suerte de elección primaria por distritos. No sé a donde los llevará esta situación, pero se adivina que hay una carta de preferencia por la figura de Santiago Creel Miranda y por tanto una dedicatoria a su favor, por más que las senadoras Lilly Téllez, o Xóchitl Gálvez, o Enrique de la Madrid se apunten.
El arranque de la oposición lejos de traer sumas, dejó restas, y ya Mauricio Vila gobernador de Yucatán, además el senador Germán Martínez renunciaron a su eventual postulación, e incluso la sonorense Lilly Téllez salió a plantear sus 50 dudas sobre el método, desde su legalidad, hasta el diseño de la encuesta.
Y es que todo parece hecho al vapor, hay poca claridad y cero certeza de qué y cómo se plantea sacar adelante un proceso de selección del abanderado de esa coalición, que de por si tiene un camino muy cuesta arriba.
Y eso no es todo, la oposición criticó, e incluso impugnó el proceso para elegir a quien será el coordinador de la defensa de la 4T, asegurando que se incumple la ley al realizarse actos anticipados de campaña, para acto seguido anunciar que los aspirantes que se apunten en su proceso, harán exactamente lo mismo que los morenistas y aliados.
Por supuesto que este impasse hizo las delicias del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en la mañanera del lunes 26 de junio hizo pedazos al proceso de la alianza, sosteniendo que no es otra cosa que una faramalla y por lo tanto ya tiene a su candidato, y aunque omitió decir el nombre, para todos el nombre de Creel Miranda resonaba en el Salón Tesorería.
Claro la coalición o “Frente Amplio por México” tiene derecho a fijar sus reglas, hacer su metodología, definir eventualmente candidato, y sí es que permanecen juntos como aliados tendrán también derecho a competir.
Sin embargo a como vienen las desavenencias, creo que cualquier esbozo de imposición, dados cargados o similares, podrían destruirlos y dejar a cada cual con sus bases electorales.
Ahora, no sería para nada descabellado ver al PRI y al PAN competir cada cual por su lado, y eventualmente al PRD aliado de quien lo quiera agarrar. Creo incluso que para esas organizaciones políticas y sus bases de simpatizantes sería incluso lo más sano y sensato, porque al final del día es el único camino que esas organizaciones partidistas tienen para reorganizarse y reconstruirse.
Queda claro que en mente de quienes promueven el llamado Frente Amplio, está el supuesto de que juntos pueden derrotar a Morena y su coalición, o al menos impedir que siga avanzando y que además de ganar la presidencia como parece seguro, retenga gubernaturas y avance en otras tantas en disputa, obteniendo el premio mayor, es decir la mayoría legislativa calificada tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
Sin embargo una cosa es cerrar los ojos y desear con todas sus fuerzas que eso no ocurra, la otra es en realidad tener la capacidad de lograrlo.
Alrededor de la candidatura presidencial de las fuerzas en disputa es evidente que existe una enorme cauda de intereses, posiciones políticas e incluso ideológicas y si bien Morena y sus aliados parecen ir bien encaminados a sacar el proceso interno sin rupturas y sí con muchos acuerdos, no necesariamente se observa esa misma capacidad en la oposición.
El detalle es que más allá de esa sensación de que odian a Andrés Manuel López Obrador y todo lo que huele a la 4T, no doy con la esencia de esa alianza, fuera de la perspectiva de defender juntos a la oligarquía y a un status quo que cada vez se asemeja más una vieja fotografía en color sepia, que es al final lo que motiva al PRI a ir de aliado con el PAN y estos a su vez buscar al PRD.
La alianza “Va por México” o Frente Amplio o como se le quiera decir, más bien proyecta la perspectiva de tener interés en defender al viejo régimen y hacer que los privilegios y canonjías, pero también las malas prácticas de saqueo, robo y corrupción, tengan su futuro garantizado.
Aparecen pues con el motivo de ser la “Alianza de la Transa”.
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