Alejandro “Alito” Moreno y su partido, el Revolucionario Institucional (PRI) son el ‘patito feo’ de la alianza opositora al gobierno para el 2024.

Entre el PAN, PRD, MC y el PRI, este último es el desprestigiado, el que lo ha perdido todo y el que carga con todos los negativos de la palabra “corrupción” que tanto Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha combatido y se ha hecho la bandera de su gobierno.

La gente está cansada de tanta pinche transa y el sinónimo de corrupción es el PRI.

En épocas de la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto, el partido en el poder, el PRI, tuvo que cambiar sus estatutos, ya que ese partido defendía la soberanía energética, específicamente en temas de petróleo. Hoy, en la contrarreforma energética de AMLO, la que busca borrar todo lo hecho por EPN y su Pacto por México, el PRI está soñado.

Ese PRI que se rendiría al Partido Acción Nacional (PAN) en 2024 y aceptaría apoyar a cualquier candidato que no fuera priísta , porque no valía nada y no representaba nada, hoy vale más que nunca.

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Alito Moreno está que no se la cree. Por primera vez en años da entrevistas, se deja querer, se reúne con sus diputados y senadores. Ahora mismo, el PAN ya lo ve con otros ojos, lo buscan, se reúnen con él un día sí y el otro también.

Alito está haciendo su juego. No puede el presidente del PRI romper con la alianza, no en apenas el año 2021. No puede el presidente del PRI romper con AMLO. Así que ahí anda, jugado al tío Lolo (no es como que se le dificulta tampoco), dejándose querer y demostrando que el PRI sí vale. No valdrá mucho electoralmente, pero sin el PRI, en la alianza opositora Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tiene la sucesión segura en la bolsa.

Al final Alejandro “Alito” Moreno hace lo que tiene que hacer: No decir nada, no apoyar a los lopezobradorista o a los derechistas.

No es el momento de definiciones (al contrario de lo que dice el presidente de México). Si se decanta por criticar la reforma de López Obrador, se le viene el cielo encima. Si apoya a AMLO y su contrarreforma, acaba con la alianza para el 2024.

El presidente del PRI navega con bandera de indeciso, de blando inclusive. Los duros del PRI, los viejos de antes, lo acusan de estar doblegado al gobierno. Alito no se decide, como dice una cosa dice otra, y tiene dividido al PRI

¿Al final qué pasará? Alito Moreno y su partido votarán en contra de la reforma, después de negociar con el PAN las reglas para elegir candidato para elecciones presidenciales de 2024. Es prácticamente imposible que el PRI vote en contra de la gran reforma de su último presidente, Enrique Peña Nieto. De entrada, tendrán que cambiar sus estatutos, ya que ahora se habla que en el ese partido se defiende la libre competencia energética.

El PRI ha encontrado su nicho de partido chico, lo que los analistas llaman “bisagra”. Es momento que los viejos del PRI entiendan que así tiene que ser, ya no es un partido competitivo, pero todavía es el PRI un partido que puede ganar en la derrota.

Ahora resulta que el 2024 lo define el PRI. Los mexicanos nomás no podemos librarnos de este maleficio.