Hace poco más de 10 años, cuando la campaña de Josefina Vázquez Mota a la presidencia de nuestro país iba en picada, escribí una columna titulada “Josefina Vázquez Mota, el PAN y su campaña presidencial son The Walking Dead”.
Vaya que el tiempo vuela cuando te diviertes. Una década después, el entonces maltrecho PAN está en mejores condiciones que el PRI, que ahora se enfrenta no a una derrota, sino a su completa aniquilación de la mano del históricamente peor presidente en su historia, el campechano Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito”.
Alito se aferra a la presidencia del PRI
Tambaleante, a duras penas logrando sortear el “periodicazo” de su patrón Claudio X. González y una rebelión interna de los “dinosaurios” del RIP, como lo bautizara el mítico monero Rius, Alito se aferra a la presidencia del otrora invencible Partido Revolucionario Institucional, que desde hace tiempo no es ni institucional, ni mucho menos revolucionario.
Así como los zombis con los que comparaba a “Chepina” hace 10 años (acompañado de un excelente montaje hecho por Lalo, el diseñador gráfico de este portal), el apodado en redes como “vandalito” no está ni muerto, ni vivo políticamente. Más bien se encuentra en un punto medio. Se arrastra, balbucea y gruñe amenazas contra periodistas y enemigos reales e imaginarios en las llamadas filtradas a las que ya nos acostumbramos escuchar cada semana, pero ya comienza a tambalearse y a apestar.
Alito terminará su obra maestra en el Estado de México
Muy seguramente Alito terminará su obra maestra y presidirá la última gran derrota del PRI en menos de 12 meses: la pérdida del Estado de México, último gran bastión priísta y última barrera para la perredización total del centenario partido, que también podría comenzar a perder pronto su registro en varios estados, tal como ya ha hecho lo que queda del PRD.
Entonces, solo entonces, ese “muerto viviente” de la política mexicana que es Alito Moreno podrá, como escribió el legendario escritor de ciencia ficción Robert Silverberg: “subir a una colina y contemplar su reino”.