La desesperación es cada vez mayor entre los miembros de Fuerza y Corazón por México, pues después de la terrible participación de Xóchitl Gálvez en el debate del pasado domingo, ahora los prianistas Alito Moreno y Marko Cortés solicitaron a Jorge Álvarez Máynez que decline en favor de la señora X, “por amor a México” y para hacer un frente común contra Morena y la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum.
Parece chiste, pero es anécdota, dijera el clásico.
Los dos dirigentes carecen, además de vergüenza y dignidad, de conocimiento básico en matemáticas.
Basta echarse un clavado a las cifras que arrojan las casas encuestadoras, donde Sheinbaum es puntera indiscutible, para saber que los números no le favorecen a Gálvez, ni aceptando el cascajo de las cifras del candidato “fosfo”.
El porcentaje de aprobación que ha tenido Claudia desde antes de comenzar las campañas es superior al 50%.
A Máynez con suerte uno que otro estudio demoscópico le da poquito más del 7%, y eso después del repunte que tuvo gracias a la cancioncita de “presidente Máynez”, que sirve para bailar pero no da votos.
La candidata del frente opositor no ha llegado ni al 40% en ninguna de las encuestas, y después de jugarle al kamikaze en el segundo debate lanzándose al vacío para atacar sin sentido y en forma vulgar a Sheinbaum, casi es seguro que bajará en las preferencias, pues Xóchitl llegó con todo, menos con ganas de ganar.
Y en este escenario catastrófico al par de impresentables políticos que la apoyan se les ocurre proponerle a Máynez declinar a favor de Gálvez… Hágame usted el favor.
El joven emecista, era de esperarse, mandó a cortar piñas a este par de pillos, diciendo que si ellos renunciaban a sus dirigencias y a las pluris, él aceptaba la propuesta. No se “junta con la chusma”, y hace muy bien.
No creo que Máynez tenga un pelo de tonto: sabe que perderá y dudo que le importe. El ex diputado naranja seguirá su carrera política, no sé si en el partido de Dante Delgado o en otro, pero al menos hoy sabemos que con los prianistas no se va. Tiene más dignidad que este par de sinvergüenzas y que la misma Xóchitl Gálvez, que ¡el colmo! ahora tienen que mendigar votos. ¿Qué tal?