Si la pistola es tuya, amenazar es un arte; si no, qué gran tontería
Con el arma en la mano Clint Eastwood le dijo al inerme y derrotado Tuco en la recordada película El Bueno, el malo y el feo: “El mundo se divide en dos categorías: los que tienen el revólver cargado, y los que cavan. Tú cavas”. Cavar, sí… el hoyo que le serviría de tumba.
Amenazar es fácil y hasta elegante si eres decididamente más fuerte que tu rival. Claro está, la amenaza es un bumerán que te destruye si, estando absolutamente en desventaja, la lanzas a tontas y a locas contra quien tiene la pistola cargada.
Con enorme candidez así lo hizo, en 2018, el señor Ricardo Anaya. Este panista prometió que si llegaba a la presidencia de México —¡carajo, qué falta de malicia!— iba a encarcelar al entonces presidente Enrique Peña Nieto. En efecto, vio a sus dídimos mucho más grandes de lo que en realidad eran.
No había ninguna posibilidad de que Anaya cumpliera su amenaza porque no tenía con qué superar al candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué, entonces, Ricardo Anaya metió la pata tan feamente? Seguramente pensó que ello le sumaría popularidad y votos. Grave error.
Y es que, ni hablar, es una muy mala idea amenazar a quien tiene en sus manos todas las armas, sobre todo si lo haces absolutamente indefenso.
En 2018 el del poder era Peña Nieto, quien ante la demagoga conminación del abanderado del PAN, lo único que hizo fue autorizar que se difundieran —y se investigaran— algunas acciones aparentemente ilegales del señor Anaya.
Conocemos el resto de la historia. Ricardo Anaya, desde 2018, no ve la suya. Ahora anda casi en calidad de prófugo.
¿Lilly analizó lo que dijo?
Ignoro si Ricardo Anaya —quien ha sido amigo de su hoy compañera de partido Lilly Téllez— recomendó a la más algarera senadora de oposición amenazar con encarcelar al presidente AMLO en el arranque de su precampaña presidencial.
Ojalá que Lilly entienda que ha cometido un serio error y meta prudente reversa. Para empezar, Andrés Manuel no ha realizado nada ilegal. Entonces, no hay seriedad en lo expresado por la legisladora, lo que en sí mismo perjudica su imagen. Y, por lo demás, la senadora Téllez está muy lejos —a años luz— de tener la fuerza que se necesita para amenazar a un presidente infinitamente más poderoso que ella.
¿Tenía sentido esa provocación de Lilly Téllez?
También, contra Sheinbaum
En su destape como presidenciable, Lilly no solo amenazó a AMLO, sino que decidió exhibir, de saque, su principal estrategia de campaña: presentarse como la Claudia Sheinbaum de oposición.
Inadecuada estrategia ya que con la misma la senadora Téllez renuncia a su propia personalidad para, nada más, posicionarse como una seguidora —aunque con el signo ideológico opuesto— de la jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Es verdad que como nunca son elevadas las posibilidades de que México tenga una presidenta, pero quizá Lilly deberá pensar mejor la forma en que trabaja su candidatura.
Ha dicho Lilly Téllez que ella puede derrotar a Claudia. Como frase motivacional es correcta; como pronóstico electoral, lo veo ingenuo, por decirlo suavemente.
No hay en este momento nada que lleve a pensar que Téllez, como candidata del PAN y del PRI, pudiera vencer a Sheinbaum, quien obviamente iría en las elecciones presidenciales de 2024 por Morena y sus partidos aliados.
Por cierto, aunque en esencia son completamente distintas, hay semejanzas entre Lilly y Claudia...
Veamos las similitudes:
√ Ellas no son políticas profesionales, es decir, ni Téllez ni Sheinbaum eligieron el servicio público como su modus vivendi.
√ Las dos están en la política porque Andrés Manuel las invitó a participar. A una (Sheinbaum) por identificación ideológica y por su capacidad técnica; a la otra (Téllez) porque se necesitaba una mujer conocida en Sonora como compañera de fórmula de Alfonso Durazo en las elecciones para el Senado del 2018.
√ El hecho es que ambas deben sus carreras en el sector público a AMLO. Decir otra cosa es mentir.
√ Si son honestas, y creo que lo son, Lilly y Claudia admitirán que sin el apoyo de López Obrador no solo no habrían avanzado en la política, sino que ni siquiera habrían considerado participar en su actual actividad.
Veamos ahora las diferencias:
√ Claudia es científica y Lilly, periodista.
√ Sheinbaum se graduó como licenciada en física en la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde es investigadora titular del Instituto de Ingeniería; tiene una maestría en ingeniería energética, un doctorado en ingeniería ambiental, es integrante del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencia y es autora y coautora de trabajos científicos del mayor nivel.
√ Téllez como periodista desarrolló casi toda su carrera en TV Azteca, donde ha fue titular del informativo Hechos 7 y Mitos y Hechos. Realizó algunos reportajes de impacto, como el muy conocido sobre la niña Paulette y, antes, una fuerte denuncia contra Samuel del Villar. Recibió el Premio Antena a la trayectoria que otorga la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión. Colaboró un tiempo en SDPNoticias.
Las principales diferencias:
√ Claudia Sheinbaum se mantiene leal a AMLO, quien la llevó a la política.
√ Lilly Téllez dio la espalda a Andrés Manuel, a pesar de que este la hizo senadora.
√ Sheinbaum, en Morena, encabeza las encuestas de preferencias electorales, con ventaja estadística en relación al segundo lugar, Marcelo Ebrard.
√ Lilly, en la oposición —lo dicen las encuestas— está lejos del mejor posicionado, Luis Donaldo Colosio Riojas, de Movimiento Ciudadano, e inclusive no supera al segundo lugar, Ricardo Anaya.
√ La alianza de partidos que harían candidata presidencial a Claudia Sheinbaum, en la más reciente encuesta de MetricsMx para SDPNoticias, alcanza casi el 60% de las preferencias electorales; tales institutos políticos llegarán al proceso presidencial de 2024 con el control de más de 20 gobiernos estatales.
√ Los partidos que postularían a Lilly Téllez, el PRI y el PAN, de plano estarán muy debilitados en 2024, ya que seguirán perdiendo gubernaturas, pero sobre todo porque se ve difícil que logren sumar a Movimiento Ciudadano a la alianza opositora.
¿Puede Lilly derrotar a Claudia?
La verdad de las cosas es que las probabilidades están en contra de la senadora Téllez. Supongo que ellas las ha calculado y no se hace realmente ilusiones.
Si Lilly ha hecho un diagnóstico objetivo, entonces su destape —contra la jefa de gobierno Sheinbaum con amenazas a AMLO incluidas— es solo una estrategia de la oposición contra la aspirante presidencial de Morena favorita según todos los análisis.
Ojalá Lilly Téllez no permita que se le use en guerras sucias. Ella no lo merece. Contra Claudia Sheinbaum no ha dicho o hecho todavía nada indebido —espero que no caiga en la tentación de ir a las descalificaciones absurdas—, pero no ha sido correcto que amenace al presidente de México.
La amenaza de Lilly contra AMLO, en efecto, no ha sido correcta. Tampoco fue lanzada con los pies en la tierra; todo lo contrario: se ha tratado de algo definitivamente impropio del sano debate y, además, de una candidez extrema que de todo corazón deseo no termine por pasarle facturas a la experiodista.