“American Express: La llave del mundo”
Publicidad ochentera
Resulta muy interesante saber que American Express, como empresa estadounidense dedicada a realizar intercambio de comercio inicialmente en dólares, existe en México desde 1852, lo cual implica la posibilidad de analizar las actividades bursátiles en las que pudiera haber participado, incluyendo la administración económica por la venta de los territorios de México a los Estados Unidos con el tratado de Guadalupe-Hidalgo pactado 4 años antes en dólares, el financiamiento a Francisco I. Madero para iniciar la Revolución Mexicana, las negociaciones del tratado de Bucareli, y la consolidación de los bancos de México, incluyendo al Banco Nacional de México (Banamex) y al banco de comercio (Bancomer), por mencionar algunas.
También analizar lo importante que en su momento fueron los cheques de viajero de American Express, los llamados “Travel checks” resulta muy motivacional, porque considerando que por ley federal los turistas extranjeros no pueden ingresar más de 10,000 dólares en efectivo a los Estados Unidos, si lo podían hacer con sumas mucho más elevadas con dichos cheques de viajero, y al llegar a los Estados Unidos se podían utilizar como dinero en efectivo.
Y resulta todavía más interesante analizar como American Express, a lo largo de todos estos años, se ha tenido que adaptar a la idiosincrasia mexicana para poder seguir siendo una de las mejores opciones de crédito nacionales, y me refiero sobre todo a la tendencia moratoria existente en nuestro pueblo tan arraigada desde épocas coloniales, por lo que deben los de American Express en México tener un departamento de cobranza muy estricto, tanto, que en ocasiones envían recordatorios de pago por correo electrónico cuando el saldo ya ha sido cubierto por los clientes.
Algunos beneficios que sólo ofrece la compañía American Express son los puntos recompensa acumulables por gastos realizados con sus tarjetas de crédito, mejor conocidos como “membership rewards”, y las salas exclusivas para personas muy importantes, VIP por sus siglas en inglés, localizadas en el aeropuerto internacional “Benito Juárez”, lo que podría idealizar que en algún momento también existan salas similares para personas muy inteligentes, con la conveniencia que serían las mismas siglas en inglés.
Por último, comparto en el presente ensayo una anécdota personal sobre la grandiosidad de American Express y su trascendencia en México: mi padre desafortunadamente dejó éste plano terrenal hace poco más de 9 años por un error médico, tenía su tarjeta American Express (la verde) por más de 40 años, cuando en ese momento mi madre les llamó para cancelar la tarjeta en cuestión, le comentaron que mi padre contaba con un seguro de vida y le depositaron la cantidad asegurada a mi madre, yo creo que ni mi propio padre sabía de la existencia de ese seguro que se incluía en el pago de la anualidad a American Express, y sí, por esto, American Express es, y seguirá siendo, la llave del mundo.