Ya es abierto el rompimiento entre el senador Ricardo Monreal Ávila y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si el legislador zacatecano no hace lo de siempre —echarse mañosamente para atrás y jurar falsamente amor eterno a AMLO—, ocurrirá lo que tanto se ha anunciado y sin duda es inevitable: que el todavía líder del grupo de Morena en el Senado, al fin, abandone al partido en el poder, se aleje de la 4T y busque la candidatura presidencial en la oposición.
En principio, a Monreal está dispuesto a recibirlo Dante Delgado en Movimiento Ciudadano. Pero, ¿Dante lo necesita?
No está claro que el exgobernador de Zacatecas vaya a ser recibido con entusiasmo en el PRI y el PAN, donde sobran aspirantes presidenciales.
Personalmente me parece que Monreal no es la mejor opción para ninguno de los institutos políticos opositores.
En el tracking de MetricsMx sobre la sucesión presidencial 2024 que a diario publica SDPNoticias no aparece Monreal entre los punteros en Morena —son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard—, pero tampoco en la alianza PAN-PRI-PRD (Ricardo Anaya y Lilly Téllez) ni en MC (Luis Donaldo Colosio Riojas y Enrique Alfaro).
No aparece Monreal porque solo se publican las estadísticas de la pareja líder en cada opción política, pero se mide a muchas otras figuras de cada partido.
A Ricardo Monreal se le ha evaluado como aspirante presidencial de Morena, pero está lejos de Sheinbaum y Ebrard.
Al senador zacatecano se le ha medido también como precandidato de MC, pero no es competitivo ni con Colosio ni con Alfaro.
Es decir, Monreal tiene menos fuerza política de la que él cree y de la que le atribuye la comentocracia.
Creo que Ricardo Monreal, para garantizar su tranquilidad futura, debe dejar el liderazgo de Morena en el Senado y dejarse de estarle estorbando al presidente López Obrador.
No cuenta con recursos políticos para enfrentarse a Andrés Manuel, así que Monreal debe dejar a un lado las fanfarronadas y aceptar su realidad.
Ya perdió Ricardo Monreal, es hora de aceptarlo antes de que le vaya peor.