Me tocó seguir la gira número 19 del presidente Andrés Manuel López Obrador por mi estado, el jefe del ejecutivo federal visitó Sonora que es uno de los estados que mayormente han merecido la atención del líder de la “Cuarta Transformación” y la razón de fondo son los enormes rezagos que se encuentran aquí.
El presidente como se sabe estuvo en Cajeme, donde encabezó una más de sus ruedas de prensa “mañaneras” y la mesa de seguridad, posteriormente se trasladó a Mesa Colorada en Álamos, estuvo en Etchojoa, en Loma de Guamuchil, en Sahuaripa y cerro su visita en El Desemboque, que se ubica en el municipio de Pitiquito.
La descripción es sencilla, sin embargo las enormes distancias, las carencias en infraestructura adecuada y el corto tiempo, hacen de esa visita del presidente López Obrador, una fundamental para entender el trabajo de reconstrucción desde abajo, que emprende junto al gobernador Alfonso Durazo.
El presidente es incansable, su motor es acabar de consolidar su proyecto y el combustible que lo mueve es el contacto con el pueblo.
Quienes no entienden a López Obrador harían bien en verlo, escucharlo y observarlo en sus visitas a Sonora.
Ahí, de la manga se sacó 650 millones de pesos que entregará a los municipios para que hagan caminos rurales, ahí el presidente se para y dice: aprovechen ahora, que sí hay voluntad de cambio.
En Sahuaripa el presidente manifestó que en el caso de Sonora le ocupa impulsar las obras y proyectos que se necesitan para el desarrollo futuro de mi estado y en especial para poner el piso parejo, entre los que tenemos todo (es decir la sociedad occidental) y los que no tienen nada, que paradójicamente son los dueños originarios de ese enorme territorio.
Y en ese sentido manifestó que lleva prisa, aunque dijo que le da tranquilidad saber que en Sonora, Alfonso Durazo estará ahí para concluir su obra y su visión de gobierno.
La verdad es que los planes de justicia para la nación Yaqui y para la Nación Coomcaa´c (Seri), además de Cananea, tienen un avance importantísimo y llevan el propósito de convertirse en el ejemplo, la guía seguir para que quienes sucedan a López Obrador entiendan que de esa manera es como deberá terminar de reconstruirse el tejido social de un México que a pesar de ser el cuerno de la abundancia, fuente de increíbles riquezas, persiste como uno de los países más desiguales del mundo.
En este gira se lanzaron 2 nuevos planes de justicia, en este caso para los Guarijíos y los Mayos, también se proyecta adelantar el mismo esquema para los Tohono O´odham, los Kikapu y los Cucapa, a la par que se avanza en una deuda ancestral con las comunidades de la alta sierra, que le han dado todo a Sonora y que por décadas no recibieron nada más que desdén y atraso.
La presencia de López Obrador hace 3 meses en Yécora y ahora en Mesa Colorada y Sahuaripa es precisamente eso, voltear a ver al lugar de origen de la identidad del sonorense, pero que lamentablemente está en el abandono social, económico y por tanto marginado del desarrollo.
Muchos sonorenses tenemos origen en la sierra, nuestras familias crecieron ahí y posteriormente se trasladaron a los centros urbanos, pero del Sonora profundo, de la sierra, de los veneros mineros, de los valles, es que venimos todos, y es que ahí en la otrora pimería baja, se desarrolló el Sonora próspero de antaño, ese de la mística del trabajo que hoy tan olvidado está.
Ya no existen propiamente los Pimas, ni los Opatas, pero la sociedad sonorense en su conjunto es su reflejo, ya que somos mestizos en nuestra inmensa mayoría y casi todos los sonorenses tenemos de alguna manera sangre indígena.
A mi me conmovió el presidente en mi tierra en esta ocasión y se le nota cómodo, “a gusto” como decimos nosotros, para López Obrador está claro que Sonora es parte de la esencia de nuestro México, un estado vasto, rico, en el que es difícil de explicar que persistan la desigualdad y la marginación.
Me quedó claro por lo dicho por López Obrador que su plan es hacer de Sonora un ejemplo de lo que puede hacer un gobierno honesto, con una visión clara de desarrollo.
Durazo es el alumno más aventajado de AMLO
Alfonso Durazo es de muchas manera el alumno aventajado de Andrés Manuel, pero también es el seguidor que no quiere caer en las tentaciones del poder por el poder.
No es casualidad que López Obrador haya decidido visitar Sonora a 8 meses de que su alumno asumió el poder, como tampoco es casual que el presidente venga a mi estado, al que considera su santuario a decir que él ya quiere cerrar su ciclo en la política.
“Todavía nos quedan dos años cinco meses y a lo mejor pasa el tiempo, porque continúan otros gobiernos. Yo les digo, no por lo que decía don Adolfo Ruiz Cortines, o de lo que hablaba yo de la edad, sino que ya… Yo soy también maderista, Francisco I. Madero decía: ‘Sufragio efectivo, no reelección’. Y, además, ya quiero cerrar un ciclo. Y no sentirnos insustituibles, porque luego se convierte en un vicio. No hay que tenerle mucho apego, ni al dinero ni al poder”, apuntó en su mensaje, arriba en la sierra, frente a los sonorenses más sencillos, pero también los más reacios.
Demian Duarte en Twitter: @Demiandu
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