Falta un año y medio para que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) termine con su mandato. A casi cinco años, su aprobación no ha decrecido como sucedió con la de los más recientes expresidentes mexicanos; esta ni siquiera se ha mantenido, ha ido en aumento para amargo disgusto de sus férreos opositores: políticos, periodistas que no le perdonan haberles quitado los millonarios beneficios a los que estaban acostumbrados.
Vicente Fox Quesada no se cansaba de decir: “a mí no me quitan mi pensión”, “¿con qué voy a comer?” Fox y los demás expresidentes ya no tienen su pensión. Ya no cuentan con el seguro de gastos mayores, bonos, aguinaldos, seguridad del Estado Mayor Presidencial extendida a todos sus descendientes, beneficios exhorbitantes que nosotros los mexicanos a quienes ellos negaron por sexenios un aumento al salario mínimo, pagábamos con nuestros impuestos, que a su vez eran desviados y otros muchos condonados a sus amigos empresarios.
La popularidad e influencia de López Obrador, no solo está aquí en el país. Morning Consult que mide el índice de aprobación de los líderes mundiales, ubica al presidente mexicano en el segundo lugar; la lista la encabeza Narendra Modi, el Primer Ministro de la India.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador inició el 1 de diciembre de 2018, tras su histórico triunfo en las elecciones del 1 de julio y culminará el 1 de octubre de 2024, dos meses antes de lo acostumbrado.
Inició una indispensable y urgente transformación, a pesar de trabajar de lunes a domingo, estos seis años no le serán suficientes…
La oposición no está definida. No tienen candidato que tenga credibilidad; propuestas. Se ha mencionado a Santiago Creel cuyo pasado es cuestionable: fue señalado por desviar los recursos del FONDEN y por otorgar los “permisos para los permisos” para la apertura de los casinos. Negocios millonarios para poderosos empresarios.
Se ha mencionado a la senadora Lilly Téllez, quien carece de experiencia; la silla presidencial le queda muy muy grande… Téllez, senadora gracias al presidente López Obrador a quien ahora detesta, es visible por su estridencia; por la fantasía en la que vive, y por la desesperación al constatar que sus límites son evidentes y que Claudia Sheinbaum le lleva muchos puntos de ventaja.
Aparecen, desaparecen y vuelven a mencionarse candidatos de la oposición: Creel, Téllez, Zavala, tal vez Anaya, Chong, Alito, Mancera… todos cuentan con un negro historial. Ninguno tiene el peso para vencer a cualquiera que surja de Morena. Claudia Sheinbaum sigue encabezando todas las encuestas. Sheinbaum se caracteriza por la convicción de continuar con el cambio; se caracteriza por la manera inteligente y sensata al reaccionar ante los ataques furibundos de sus opositores, por conducirse con sensatez y ser fiel al proyecto al que pertenece desde su juventud.
Marcelo Ebrard está en segundo lugar; el canciller Ebrard ha hecho un buen trabajo en este sexenio, solo que su nerviosismo, la inquietud evidente que demuestra al no despuntar, hace dudar a muchos. ¿Seguirá por el sendero de la Cuarta Transformación? ¿O tendrá que desviarse y formar parte de una alianza opositora para competir por la presidencia de la República?
El tiempo y la desesperación dirán… a quién elige esta mezcolanza desesperada de partidos antes opositores y ahora “convenientes” aliados del PRI, PAN, PRD, Va por México.
El presidente López Obrador tiene 80% de aprobación, dato que La Vanguardia, el diario más importante de Barcelona difundió tanto en su edición impresa como en la digital; como resultado de un estudio realizado por la casa encuestadora Covarrubias y Asociados.
Ahí, se cuela también Claudia Sheinbaum quien tiene una ventaja de 10 puntos sobre Marcelo Ebrard. Ella se ha mantenido trabajando sin argucias, sin ego, mientras Ebrard tiene una actividad propagandística, se ha salido del protocolo, se ha movido, quiere ser el foco te atención, este comportamiento para hacerse ver, no le ha sumado puntos…
Esta aprobación tan alta de AMLO, nunca se había visto en México. Los expresidentes Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo conforme fueron transcurriendo los años, su popularidad fue decreciendo para terminar con un alto porcentaje pero de desaprobación.
- Enrique Peña Nieto terminó su mandato con un 24% de apoyo, de acuerdo con la última encuesta. Peña gobernó de 2012 a 2018, sexenio caracterizado por la corrupción. Peña vive en España, sin ninguna acusación en su contra. Gastando millones de pesos en viajes, hoteles, disfruta de una vida de rey. Peña obtuvo “Visa Dorada” después de comprar un inmueble en Chamberí, un lujoso barrio de Madrid que solo le costó 500,000 euros…
- Felipe Calderón 53%, el mandatario que sumió al país en la violencia, por declarar al inicio de su sexenio, una absurda guerra contra el narcotráfico. Los niveles de violencia muerte y desaparecidos son el distintivo de su negro sexenio. Su mano derecha, Genaro García Luna acusado de ser protector y presunto socio del Cártel de Sinaloa. Calderón no sabía nada, declara. ¿Qué asuntos trataban entones en el búnker que se construyó para tratar asuntos de seguridad? El costo del inmueble sellado con paredes de corcho en el que mantenían “información secreta” fue valuado en 3 mil 346 millones de pesos. Calderón trabaja ahora en España gracias a un permiso que le concedió su amigo José María Aznar… otro expresidente que prefirió abandonar su país.
- Vicente Fox terminó su mandato con un 56% de aprobación. El gobierno de la alternancia. Terminó siendo un cambio disfrazado. Gobernó de 2000 al 2006. Su seco rancho floreció, avestruces y pavo reales deambulan por el terreno antes árido regado ahora regado con aspersores automáticos. El Centro Fox, ubicado en la comunidad de San Cristóbal en el Estado de Guanajuato carece de información transparente respecto a los millonarios recursos y donativos que recibe.
- Ernesto Zedillo Ponce de León con un 59%. Zedillo llegó al poder después del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Gracias a este presidente Ferrocarriles Mexicanos desapareció; fue desmantelado. En 1995, Zedillo decide privatizarlo. Adiós a esos bellos recorridos en tren, miles de kilómetros de vías vacías si la presencia de esas majestuosas locomotoras y la emoción de pasajeros.
- Carlos Salinas de Gortari terminó su mandato con 66%. Gobernó al país de 1988 a 1994; neoliberal hasta la médula, Salinas es el responsable de la privatización de bienes e industrias nacionales. Tal vez esa popularidad que conservó fue gracias a los empresarios amigos a quienes benefició “vendiéndoles” Telmex a Carlos Slim y e Imevisón a Salinas Pliego entre otros. Carlos Salinas de Gortari impune, también refugiado en España…
Tres expresidentes residen en ese país europeo…
Todos los expresidentes mexicanos han terminado su sexenio con un porcentaje de aprobación más bajo que con el que iniciaron.
El único presidente cuya aprobación no ha disminuido, sino que ha ido en aumento, es la Andrés Manuel López Obrador quien era considerado por los desposeídos y férreos opositores como un “peligro para México”.