Sonora Power
Este fin de semana el presidente Andrés Manuel López Obrador visitará Sonora en la que será su gira oficial número 23 por la entidad y lo hace con una nutrida agenda, pues visitará Hermosillo, Puerto Peñasco, Bavispe, Cucurpe, Tecoripa y a la nación Yaqui, precisamente en Vícam Pueblo.
La visita que ha organizado el equipo de presidencia es el punto culminante de muchos proyectos, comenzando claro está con el Plan Sonora, el presidente visitará in situ la enorme planta solar que se construye en Puerto Peñasco y supervisará los avances, justo con la visión de darle mayor empuje a este proyecto, pues como se sabe, el interés de su gobierno es multiplicar por 5 ese proyecto.
En Bavispe el presidente inaugurará la totalmente nueva carretera Agua Prieta Bavispe, una obra de infraestructura ejecutada de manera casi silenciosa en la alta sierra de Sonora, con una inversión de 2 mil millones de pesos y que cumple el objetivo de conectar esa región remota del territorio nacional con la frontera de Arizona y con el resto de la red carretera que comunica a Sonora y Chihuahua y a la región con el resto del país.
También en Cucurpe —que está relativamente cerca— el presidente supervisará la zona donde se tienen ubicados los enormes yacimientos de litio que existen en Sonora y ahí se espera que López Obrador de los pasos a fin de garantizar el aprovechamiento de esa riqueza mineral en beneficio del desarrollo industrial y por ende a favor de darle impulso vigoroso a la economía de México con su explotación.
La siguiente parada es en Tecoripa, donde el presidente terminará de aterrizar el plan de infraestructura para conectar las comunidades de la alta sierra, un acto de justicia similar al que se ha desarrollado con naciones originarias, pero que lo que pretende es dar nueva vida a comunidades rurales de muy larga tradición, pero que poco a poco se han ido despoblando. El plan aquí es recuperar la comunicación, hacerlas más seguras y al final de cuentas permitir que los sonorenses nos reencontremos con el “Sonora Profundo”, que es la fuente de nuestra identidad regional.
Finalmente en Vícam el presidente tiene previsto sostener una reunión de seguimiento al Plan de Justicia Yaqui, pero aquí es donde hay un acento importante. El plan de justicia para esa nación originaria tiene ya un grado de avance importante.
Y es que en los 8 pueblos yaqui se han construido obras de infraestructura en beneficio de la comunidad, se desarrolla actualmente un acueducto que dotará de 9 millones de metros cúbicos del líquido a las comunidades, a fin de que los integrantes de la etnia dispongan del servicio de agua potable en sus hogares, un servicio que aunque resulte difícil de creer, nunca antes tuvieron acceso.
También el presidente supervisará el avance en la dotación de reservas de agua para riego, por un total de 673 millones de metros cúbicos, recurso hidráulico con el que se espera que los Yaquis, rieguen las alrededor de 126 mil hectáreas en tierras de cultivo de que disponen.
De manera adicional el presidente inaugurará la Universidad del Pueblo Yaqui, que se ubica justamente en Vícam, y que consta de instalaciones, preparatoria y carreras profesionales, justo en el corazón de la nación originaria.
La visita del presidente a las comunidades yaqui, está cargada de significado, y aunque el resto de los eventos en la muy nutrida agenda son sumamente importantes, creo que en este caso el avance del plan de justicia nos permite hacer una pausa para observar su efecto.
Es la primera vez que una nación originaria en nuestro país accede a todos estos factores, es decir servicios para sus casas, tierra y agua para producir, y acceso a la educación profesional. Se trata de un plan integral que lo que busca es igualar el terreno para los integrantes de esa etnia y que cada vez menos deban depender de que los “Yori” como nos llaman ellos a quienes no formamos parte de la nación “Yoreme”, les den trabajo, o les concedan tierra o aguas, o bien que les permitan acceder a la educación en sus universidades.
La estructura del plan de justicia ejecutado por el gobierno de López Obrador es un avance en grado superlativo y lo que busca es fungir como un igualador de oportunidades, con la finalidad de que las generaciones futuras del pueblo Yaqui, tengan a la mano la posibilidad de marcar y definir su propio destino.
Por momentos es complejo para la sociedad occidental entender las dimensiones de lo que se hace ahí y la razón es que por décadas nos vendieron la idea y percepción de que los Yaqui son pobres porque no les gusta trabajar y que son unos parias, por la simple razón de que ellos están determinados a defender su territorio, sus tradiciones y su cultura contra viento y marea.
El legado de Andrés Manuel López Obrador para el pueblo Yaqui y para Sonora es de enormes proporciones, el presidente sabe que con esa etnia se hace historia y ese es justamente el modelo que se buscará seguir para hacer justicia al resto de los pueblos indígenas de México.
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